27/9/18

C, de Tom McCarthy

C de Carrefax, de Carthy, protagonista y autor.
C de Corion, de Caída, de Colisión, de Citación, los nombres de las distintas partes de la novela.
C de Comunicación, de Cocaína, de Contexto, de Copia, de Críptico... distintas ideas que recorren la novela.

[Copio, de la Wikipedia: “El corion es una envoltura externa que recubre el embrión de la mayoría de los mamíferos y que colabora en la formación de la placenta”. Es curiosa la elección de esta palabra. Podría, al tratar en parte el libro sobre la infancia de Serge Carrefax sobre insectos, haberse llamado Cocoon, Capullo. Pero incide sobre el aspecto placentario del término. Mamífero]

La verdad es que los comentarios que se pueden encontrar sobre esta novela varían entre los extremadamente elogiosos y los rotundamente negativos.
Esto tiene que ver con el Contexto y la Copia, que creo que son los pilares sobre los que se sustenta la novela y los ataques deliberados que McCarthy efectúa dentro de la novela sobre ellos.

La estructura de la novela puede recordar muchas otras. La llegada del doctor que atenderá el nacimiento del protagonista recuerda a Dickens, la relación entre los hermanos en el paraíso de la mansión-laboratorio-escuela de sus padres nos lleva a recordar Ada o el ardor, de Nabokov. Que a un aviador le apoden Pilón, nos lleva a Faulkner... son tantas las referencias ocultas y evidentes diseminadas a lo largo de la novela que no es necesario anotarlas. La cuestión es que tanto el relato como la estructura nos lleva inevitablemente a otras historias ya leídas.

Mi deformación lectora me ha llevado a una relación un tanto peregrina. No sé porque he vinculado la historia de C con las novelas de Harold Robbins. Es decir, sí lo sé: La historia de un personaje desde su nacimiento, explorando sus talentosas habilidades y su imparable ascenso social, destacando en momentos puntuales sus relaciones sexuales (que en ocasiones podemos calificar de peregrinas o irrelevantes narrativamente pero determinantes en la historia)
Una vez que se tiene edificada la estructura de una narración clásica mainstream, McCarthy saca su martillo y se dedica a demoler todos los muros de carga de la construcción. Todo aquello que podemos dar por sentado en este tipo de narración es destruido. Lo que queda son los residuos, las ruinas de una narración convencional.

La Copia y el Contexto son fundamentales. Debemos (re)conocer el texto en el que se basa, el que “copia”, debemos situarnos en el contexto del palimpesto para entender la (re)creación que realiza McCarthy y, sobre todo, la destrucción que disemina a lo largo de todo el texto. Porque muchos fragmentos de la novela nos remiten a otras escritas con anterioridad por otros autores, es cierto, pero no menos cierto que McCarthy trunca esas relaciones. Es decir, las trae a colación para mostrarnos la ruptura con todo texto previo, un efecto que quiere destacar y que sea el que defina su narrativa.

McCarthy construye sus novelas sobre las ruinas de otras, como si la narrativa contemporánea no pudiese avanzar de otra forma. Si no podemos librarnos de la influencia, destruyamos las influencias delante de los ojos del lector y construyamos algo nuevo e interesante sobre sus residuos.

2 comentarios:

Luisru León dijo...

Leí Residuos gracias a tu reseña y me sorprendió gratamente. Tengo ganas de ponerme con otra novela de McCarthy, así que creo optaré por ésta. Gracias por descubrirme a este autor.

Portnoy dijo...

Hay que dar las gracias a Pálido fuego por traernos todas las novelas de McCarthy... y a ti por tu comentario.