Algunas notas sobre Mac y su
contratiempo de Enrique Vila-Matas
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a) 53 días es el título de la novela
póstuma de George Perec. En los pocos fragmentos definitivos que
dejó, trece capítulos, se narra la historia de un profesor francés
en un imaginario país africano al que encargan que investigue la
desaparición de Serval, un antiguo compañero de colegio y
reconocido escritor a través del manuscrito de una novela. El
manuscrito hace referencia a otras novelas en las cuales de forma
implícita se desvelan los hechos, pero no los relacionados con la
desaparición de Serval, sino de la trama que acabará implicando al
profesor convirtiéndolo a ojos de la policía en el asesino de
Serval.
b) 53 días es el tiempo que Stendhal
tardó en escribir La Cartuja de Parma, novela en la que no aparece
en ningún momento ninguna Cartuja en Parma (hasta el final y de
pasada):
“Al día siguiente, tras haber
enviado a la autoridad competente su dimisión del arzobispado y de
todos los cargos que el favor de Ernesto V y la amistad del primer
ministro le habían procurado, se retiró a la Cartuja de Parma, a
dos leguas de Sacca, en medio de los bosques que riega el Po”
c) Mac y su contratiempo es una especie
de diario que su autor quiere que sea póstumo. Tiene exactamente 54
entradas.
d) Un roman est un miroir qui se
promene a le long de la route. (Stendhal)
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a) El narrador de Mac y su contratiempo
se llama Mac, aunque ese, confiesa no es su verdadero nombre. Mac
proviene de una escena de Pasión de los fuertes (My darling
Clementine) de John Ford:
—Mac… ¿Nunca has estado
enamorado?
—No señor. He sido camarero toda
mi vida.
Wyatt Earp habla
con Mac. Sabemos también que hay otro Wyatt importante en la última
narrativa de Vila-Matas. Véase Kassel no invita a la lógica.
b) También dice que le han confundido
con Macintosh, el ordenador. Pero ya sabemos que Macintosh es un
impermeable y el nombre que se le da a un personaje misterioso del
Ulises, que algunos quieren identificar con el mismo Joyce.
c) “(...) pienso que es mejor ser
conocido por Mac que por mi nombre verdadero, que a fin de cuentas es
horroroso —una imposición tiránica de mi abuelo paterno—, y me
niego siempre a pronunciarlo, más aún a escribirlo”
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a) Yo sé el verdadero nombre de Mac.
Lo sé por el contexto de la novela. No lo voy a desvelar.
b) En Vila-Matas el narrador es
primordial. Tendemos a identificar al autor con el narrador.
Vila-Matas lucha de forma denodada para caracterizar al autor con
elementos completamente ajenos a él para que sea imposible la
identificación. Así los narradores de Vila-Matas son graciosamente
infidentes. En el caso de Mac primero nos dice que es un empresario
de la construcción retirado para después confesar que es un abogado
despedido. Dice que jamás ha escrito y que siempre ha estado volcado
a su profesión. Sin embargo su bagaje literario es muy amplio... y
esto no es una contradicción... es perfectamente plausible aunque
también, de nuevo erróneamente, identifiquemos el conocimiento de
temas literarios con el ejercicio de la escritura. De todas formas la
sombra del autor siempre se cierne sobre sus narradores. Eso lo tiene
asumido. Así que si partimos de que el escritor, sobre todo en el
caso de esta novela y de la “novela” que reescribe, es un
“imitador de voces”, al narrador solo le queda un papel: el
muñeco de un ventrilocuo.
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a) Justo después de la confesión
sobre su nombre introduce una de las primeras pistas sobre sus
características como narrador atribuyendo a Natalie Sarraute la
frase que el propio Vila-Matas recreó atribuyéndola a Marguerite
Duras. Véase Batiscafo socialista en Dietario Voluble
b) El juego de citas propio de
Vila-Matas prosigue a lo largo de la novela como es habitual. La
única cita que se da como verdadera es una que Roberto Bolaño
atribuyó a William Faulkner:
“¿Qué estrella cae sin que nadie la
mire?”
Dice Mac:
“A día de hoy nadie ha sabido
localizar esas palabras en la obra de Faulkner, de modo que la cita
podía ser inventada, aunque todo indica que es de Faulkner, porque
los especialistas en Bolaño dicen que no solía inventarlas, y menos
aún si eran para un epígrafe”
c) Analizada toda la narrativa de
Faulkner y algunos de sus ensayos y alocuciones la única referencia
a las estrellas más allá de su posición en el cielo aparece en La
paga de los soldados, su primera novela, muy influenciada por su
poética: “y las estrellas eran unicornios dorados pastando en
silencio sobre praderas azules a las que horadaban con sus cascos
agudos y centelleantes como el hielo”.
La frase tiene que estar en sus poemas.
Bolaño no solía inventar citas, y menos aún si eran para un
epígrafe.
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a)
Mac y su contratiempo son dos novelas ya que nos remite a Una
casa para siempre. El motivo principal de Mac es la
repetición. Así una colección de relatos con un hilo común
anecdótico y un personaje recurrente, el ventrílocuo, se convierte
aquí en una historia en la que el narrador pretende reescribir los
relatos de ese libro... aunque claro, en la novela ese libro no es
ese libro ni el autor de ese libro es Vila-Matas.
b) De la página web de Enrique
Vila-Matas. Una curiosidad (sobre Una casa para siempre):
En la traducción francesa del libro (realizada por Eric Beaumatin y publicada por Christian Bourgois editeur), el orden de los relatos fue cambiado por V-M, restableciendo de este modo el orden original de aparición de los cuentos que había sido alterado en España por una decisión de última hora entre Anagrama y el autor.La fuga en camisa pasó en Francia a ser —tal como había sido pensado inicialmente por V-M— el cuento que cerrara el volumen. Y el relato Una casa para siempre quedó situado entre Cómo me gustaría morirme y Carmen.También cambió la cita que abría el libro. En Francia la cita de Blanchot fue sustituida por una de Pessoa:
“Il me faut boucler la valise de mon être /Il me faut exister en rangeant de valises”
Fernando Pessoa, Grand sont les deserts...
c) La cita de Blanchot eliminada era
“Cuando estoy solo, no estoy”
La cita original debe ser:
« Quand je suis seul, je ne suis pas
seul, mais, dans ce présent, je reviens déjà à moi sous la forme
de Quelqu’un. Quelqu’un est là, où je suis seul. Le fait d’être
seul, c’est que j’appartiens à ce temps mort […]»
Blanchot Maurice, L’Espace
littéraire.
d) Quizás los franceses no tienen
sentido del humor.
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Siempre que tengo que hablar sobre una
novela de Vila-Matas recuerdo la Levedad que Italo Calvino proponía
para la literatura del nuevo (este) milenio. El salto sobre la tapia
para eludir a los acosadores. Creo que la narrativa de Vila-Matas
refleja a la perfección lo que supone esa levedad, que, recordemos,
no debe confundirse con frivolidad, ese elevarse con ingenio e ironía
sobre la pesadez narrativa predominante.
Lo que nos propone en esta ocasión,
partiendo del viejo dicho de que todo está ya escrito, es la
reinvención de la narrativa a través de la repetición y la
reescritura. Se puede leer como ensayo, como ejercicio práctico de
demostración de sus tesis, como una enorme broma sobre sí mismo,
como una ingeniosa novela que busca, modestamente, horadar la pesadez
que nos abruma o como todas ellas al tiempo.
Como siempre, en esta casa somos fieles
vilamatianos, una novela muy recomendable.
6 comentarios:
fb :
Ah la voy a leer, Simic y Vila-Matas han sacado libro a la vez. El extrañamiento irónico, es un movimiento que se me ha ocurrido, de momento están ellos dos.
Magnífico texto, Javier. Ya cuelga en la página de lectores de EVM en facebook. Admiro tu mirada singular,lejos del mundanal ruido y amparada por tu sólido bagaje literario.Aprovecho esta oportunidad para enviarte un abrazo.
Elisa
Acabo de terminar "Mac y su contratiempo". Es una novela singular como pocas. En mi opinión, Vila-Matas es uno de los escritores más interesantes de la literatura contemporánea. Acabarán dándole el Nobel, si no se lo dan antes a Javier Marías (es difícil que lo ganen dos españoles de la misma generación). Por ponerle alguna pega diré que a ratos su prosa es un poco descuidada, en sus novelas (he leído toda su obra) hay párrafos con rimas y cacofonías horrendas que se hubieran podido evitar fácilmente con una segunda corrección.
Apuntamos lo del extrañamiento irónico.
Gracias Elisa.
Ironiza sobre esos párrafos en Mac... pero ya sabes, una corrección pra Vila-Matas es una completa reescritura.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Javier, enhorauena por la reseña. Al leer Mac y su contratiempo me ha dado la impresión de leer varias novelas al mismo tiempo, todas ellas relacionadas pero contadas de forma diferente. El narrador, efectivamente, es errático y nos miente, aunque creo que este es un rasgo casi necesario, y da pie a todo un juego de graciosos equívocos.
El humor es permanente y las citas y referencias muy de Vila-Matas, pero ya iniciados en esta broma infinita por qué terminarla. El autor podría repetir al infinito la misma historia, palabra sobre palabra. Sustraer el significado de las palabras, reinterpretar la lectura y contar la misma historia. Podría, además, servirse de los medios que pone la tecnología a nuestro alcance: hoy la misma historia en la web, mañana en La vida de los otros la misma historia contada por otro, y pasado en un artículo de prensa otra vez lo mismo. Repetición y perfeccionamiento, reinterpretación, nuevas voces que cuentan la historia de la literatura. Aunque a lo mejor es esto lo que hace Vila-Matas hoy, en el futuro.
Gracias, Joaquín.
Me temo que el mismo argumento que empleas para elogiar los textos de Vila-Matas es el que emplean sus detractores. Yo, la verdad, admiro la forma en que nos presenta sus novelas y disfruto mucho con sus juegos narrativos. Y me gusta mucho comprobar que no soy el único.
Sigamos pues, con esta broma infinita contada desde el futuro.
Un saludo y gracias por tu comentario.
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