Siguiendo a Jordi Roca i Girona en su
artículo ¿ANTROPÓLOGOS EN (O ANTE, BAJO, CON, CONTRA, DE, DESDE,PARA, POR, SEGÚN, SIN, SOBRE, TRAS) LA EMPRESA?: A PROPÓSITO DE LASRELACIONES ENTRE ANTROPOLOGÍA Y EMPRESA los
elementos más o menos diferenciados que ha aportado, aporta o puede
aportar la antropología al campo de la empresa se pueden resumir en
los siguientes: Una metateoría de la cultura como concepto maestro o
marco implícito de referencia, un grupo de metametodologías que
incluye una aproximación emic y una perspectiva transcultural, una
manera de proceder que se basa en las observaciones de primera mano y
el contacto relativamente continuado con los sujetos humanos en el
terreno y en la adopción de una perspectiva holística.
El autor del artículo utiliza la
ironía en varias ocasiones para derribar ciertos prejuicios que se
nos pueden ocurrir de antemano en la relación de una ciencia, la
antropología, nacida de la observación de lo ajeno, sumergida en un
ambiente en principio paradójico, la empresa.
Sea como sea, nos resulta
desconcertante la presencia de un antropólogo trabajando para una
gran empresa transnacional. Este es el trabajo de U.,
narrador-protagonista de la novela de Tom McCarthy, Satin Island.
Admirador desde su infancia de
Lévi-Strauss, U. se debate en la paradoja a la que se enfrenta la
antropología desde sus orígenes. Recordemos que la antropología
nace al mismo tiempo que se produce la expansión colonial europea.
Es, pues, una disciplina eminentemente occidental y en cierta manera
parte de la “superioridad cultural” de los observadores sobre las
sociedades estudiadas. La paradoja, evidente, es la transformación
de estas sociedades debido a la interacción de los observadores. Al
menos esa es la consecuencia de los estudios clásicos de la
antropología tradicional, la alteración del objeto de estudio, una
especie de “principio de incertidumbre” que no siempre es asumido
o tenido en cuenta.
Pero en su ámbito empresarial,
contratado para elaborar el Gran Informe, “un documento etnográfico
integral capaz de resumir nuestra era”, U. no tiene necesidad de
interaccionar con la sociedad que pretende describir más allá del
hecho de pertenecer a ella. Su papel es el de analista, como él
mismo dice: “(...) mi función “oficial”, como etnógrafo
empresarial, era obtener significado de todo tipo de situaciones”,
aunque, como bien confiesa, “en ocasiones me permitía pensar que
(…) mi labor era dar significado al mundo y no cogerlo de éste”
“Cada día, el mundo funcionaba
porque yo le había devuelto significado el día anterior”
Eso, nos dice, es lo que se atrevía a
pensar en aquel tiempo. Y nos lo cuenta desde la perspectiva del
narrador que conoce todos los acontecimientos. No en presente sino
desde un futuro indefinido, lo cual también le permite mantener una
distancia irónica con su “yo” del pasado, y cuestionar tanto lo
que pensaba y creía en esa época, como su trabajo elaborando el
Gran Informe, al tiempo que le permite “comprender” todos los
sucesos de esa época de su vida y, por tanto, darle un significado.
Un significado que, como no podía ser de otra manera, le llega desde
fuera de sí mismo.
Un significado que cuestiona el propio
significado, o la existencia de significado.
Anotadlo Todo, dijo Malinowski. Pero el caso es que, ahora, todo está escrito ya. Apenas si hay un instante de nuestras vidas que no esté documentado. Recorres un tramo de calle y estás siendo filmado por tres cámaras a la vez; e incluso si no es así, el teléfono que llevas en el bolsillo localiza y registra tu posición en cada momento. Cada sitio web que visitas, todo clic que haces, cada pulsación de teclas son archivados: aun si pulsas suprimir , borrar , vaciar papelera , las cosas siguen alojadas en alguna parte, en alguna carpeta o algún enclave, alguna oculta avenida del circuito. Nada desaparece jamás. Y como las estructuras de parentesco, las redes de intercambio cuya telaraña nos retiene, nos envuelve, nos crea -redes cuyo cartografiado es la tarea, la raison d'être , de alguien como yo-, esas redes están siendo cartografiadas, esa tarea realizada, por el software que tabula y cruza lo que compramos con quienes conocemos, y lo que compramos, o nos gusta, con los demás objetos que son deseados o comprados por otros a lo que no conocemos pero con quienes coexistimos en un patrón de compra o gustos compartido. Al ponderar estas realidades, un nuevo espectro, una revelación aún más grotesca, se presentó ante mí: el pensamiento verdaderamente horripilante no era que el Gran Informe pudiera ser inescribible, sino -muy al contrario- que había sido escrito ya.
Lo que descubre el
narrador-protagonista es que NO todo está escrito. Qué, quizás, lo
que está escrito es aquello que confirma el significado del
mundo, pero que existen una serie de acontecimientos que parecen
estar fuera del significado global del mundo. Historias, una historia
en particular para nuestro protagonista, y para nosotros, lectores, que no puede adscribirse al Gran Informe.
Y el Gran Informe debería contenerlo
todo.
Pero hay sucesos que se resisten a ser
catalogados.
La perspectiva holística se desmorona.
En cierta manera la literatura es uno
de esos sucesos o debería serlo. Al menos, en el caso de Satin
Island, acabamos con la duda de si todo es catalogable y factible de
ser incluido en un Gran Informe, la duda de si el mundo, nuestra sociedad es representable. Un ejemplo de la excepcionalidad de
la narrativa.
Los fragmentos de la traducción de José Luis Amores para Ed. Pálido Fuego.
4 comentarios:
¿Qué es "una aproximación emic"?
No conocía al autor, pero lo pones que dan ganas de meterse rápidamente con él.
Gracias por el descubrimiento.
https://es.wikipedia.org/wiki/Emic_y_etic
Gracias por vuestros comentarios.
Ah, Rosa, agradéceselo a Pálido Fuego.
Por supuesto que se lo agradezco a Pálido Fuego, por el esfuerzo para sacar esta obra y las que vendrán.
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