Epílogo
Ya debería estar escribiendo sobre otra cosa. Leyendo otra cosa. Pero de vez en cuando me veo alargando la mano intentando coger La broma infinita, esperando descubrir, esperando revivir…
No en vano la novela de David Foster Wallace trata sobre la adicción. La Adicción. A sustancias, a series televisivas, a narrar, al mortal samizdat… a leer.
En la parte final de El hombre del brazo de oro Frank Sinatra se encierra en la casa de Kim Novak y le pide que no le abra ni le deje salir por mucho que grite o suplique. Un día después, Sinatra está libre del síndrome de abstinencia.
Ya debería estar escribiendo sobre otra cosa. Leyendo otra cosa. Pero de vez en cuando me veo alargando la mano intentando coger La broma infinita, esperando descubrir, esperando revivir…
No en vano la novela de David Foster Wallace trata sobre la adicción. La Adicción. A sustancias, a series televisivas, a narrar, al mortal samizdat… a leer.
En la parte final de El hombre del brazo de oro Frank Sinatra se encierra en la casa de Kim Novak y le pide que no le abra ni le deje salir por mucho que grite o suplique. Un día después, Sinatra está libre del síndrome de abstinencia.
Preminger explicándole a Sinatra que quiere “realismo”
Por LBI circulan personajes seriamente dañados por sus adicciones. No basta un día encerrado en una habitación. Nunca, en lo que resta de vida, volverás a ser quien fuiste, siempre serás una persona que durante una parte de su vida fue adicta.
Soy un ex-lector de La broma infinita. Llevo más de una semana encerrado. No hay nada que hacer.
Soy un ex-lector de La broma infinita. Llevo más de una semana encerrado. No hay nada que hacer.
8 comentarios:
Yo no sé si es adicción o qué es, pero sí es cierto que terminar LBI lo deja a uno sin ganas de hacer absolutamente nada por un buen rato. Sé que no es cansancio porque sé que si la novela fuera trescientas páginas más larga hubiera seguido leyendo.
Creo que el problema es que el final, o el cúmulo de incidentes que conducen al final, es tan duro y tan triste que uno como lector inevitablemente se contagia de esa desazón.
prometo leer tu guia y, alguna vez, empezar a leer La Broma...
crees que con leer tus comentarios basta, pa saber de que va el libro, pa poder alardear de haberlo leido?
(uno es que es un poco vago.)
Gracias por este seguimiento.
DFW es adiccion en si mismo.
Tuve una sensación parecida cuando terminé La montaña mágica... tristeza y desolación, a causa, supongo, de la indeterminación final de las respectivas historias.
José, no intentes, leyendo únicamente la guía, alardear de haberlo leído. Puede que te encuentres ante alguien que SÍ lo haya hecho.
:-)
Gracias a ti, Luna... y a todos por vuestros comentarios.
Un saludo
termino de descubrir este blog y debo felicitarte.
Investigaré
Cierto.
Hay cosas, casos, gente, que te cambia. Y ya nada vuelve a ser lo mismo.
Besos
lea cuento inédito de bolaño en 60watts.net
Veamos: Todo lo de la academia de tenis es un soponcio de aburrido.- Lo de las adicciones es tan trillado que sorprende que se insista sobre este tema. Lo de la Onanista organización, es pueril, de mínima. Escribe bien Wallace,pero sobre nada, a fin de cuentas.- Y eso que se toma su tiempo. Le reconozo la antológica escena, casi al principio, de la entrevista del psiquiatra con la joven suicida.- En esas pocas pa´ginas hay más literatura de en las restantes mil y pico.- Una última: Wallace, de Pynchon, NADA!!
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