15/4/07

Bolaño póstumo

El sábado apareció en Babelia un especial sobre Bolaño a propósito de la aparición de dos recopilaciones póstumas de su obra inédita, tanto poética, La universidad desconocida, como narrativa, El secreto del mal

Javier Cercas, Nora Catelli, Mario Bellatín, Guillermo Fadanelli, Darío Jaramillo, Edmundo Paz y Rafael Gumucio se encargan de glosar, o no, la figura del escritor chileno

Se complementa con el especial aparecido en Radar Libros, del diario Página/12 y que queda recogido en El ojo fisgón : Nadie es profeta en su tierra


Por su parte, Subal ha hablado esta semana largo y tendido sobre Bolaño en L2P:
El secreto del mal, La universidad desconocida y sobre los especiales ya mencionados.

Estoy leyendo El secreto del mal y es cierto: Hay un relato de zombies y me ha gustado mucho.

P.S.:
Como se puede ver en los comentarios, Vernon quiso dejar su granito de arena en la controversia. Parece que ahora se ha levantado la veda y es "temporada de Bolaño", para lo bueno y para lo malo.
Vernon pone las cosas en su sitio desde su "perspectiva chilena":

Me han dejado conmocionada algunos comentarios de los enlaces. Para Mauro Libertella, por ejemplo, Neruda es “el tío bueno, con el que todos se hubieran tomado una copa”, “Y entonces llegó el alter ego de Bolaño, Arturo Belano, y habló de Enrique Lihn como un poeta mayor, y habló sin perder el aliento de la inteligencia desnuda de Nicanor Parra”. Vale, llevo muchos años en España, pero hasta donde recuerdo estudié “allá” y Lihn “era una vaca sagrada” hace ya tiempo (con justa razón), lo mismo que Parra; luego me pregunto, ¿en Chile alguien no sabe quién es Nicanor Parra? y Neruda ¿es apenas el tío bueno...? Libertella será siempre Libertella, lo que no es precisamente un elogio.
Para Alejandro Zambra, en cambio, Bolaño irrumpió en la escena nacional cuando los profesores, sus profesores, enseñaban a Tolkien, Paulo Coelho, etcétera. Estoooo, bueno, me lo podría creer si no fuera por el pequeño detalle de que Alejandro y yo fuimos compañeros y por tanto compartimos profesores durante años. En fin, es raro que a mí me hayan enseñado “cosas” tan distintas.
Para Matías Rivas “la velocidad deslumbrante de su escritura liberó definitivamente a la narrativa chilena de sus ínfulas decimonónicas”. Me ha dejado perpleja porque, por un lado, ¿decimonónica?: jodo, desaparecieron de un plumazo Donoso , Wacquez, Contreras, Collyer, et al. Por otro lado, ¿“liberó definitivamente a la narrativa chilena”?, es decir, ¿ya hizo escuela y transformó la narrativa chilena?, qué rapidez. Estoy ansiosa por leer esa nueva narrativa chilena definitivamente liberada... ¿autores?
Me parece una seguidilla de, con todos mis respetos, comentarios bastante histéricos. “A ver si la fama de Bolaño nos da cinco minutos de gloria”. Qué negociado, qué cantidad de boludeces se están escribiendo, cuando lo que se necesita saber está en los propios textos de Bolaño: una relación de amor-odio magnífica con Chile (como propone de alguna manera Rivas). En fin, los complejos, la biografía del otro que, casi siempre es falsa (prefiero la ficción de los escritores). Y, por último, ¿a quién le importa la relación de Bolaño con Chile? En vez de escribir boludeces narcisistas del tipo “yo sí ¿eh?, yo sí puedo ver claramente la mediocridad de los otros, yo caché al tiro a Bolaño”, deberían estar leyendo la obra de Bolaño.
Me gusta mucho más el texto de Gumucio. Rafael siempre ha sido lúcido, y sabe cuándo evitar las autorreferencias que no aportan nada.
En fin, cuántos lugares comunes, cuántos complejos, cuánto lucimiento, cuánta basura tendremos que seguir leyendo hasta que pase el boom.
Vértigo.
Vernon.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues yo ya he leído “El secreto del mal” y, en general, me ha gustado. Coincido con Subal en su valoración de uno de los relatos más largos del libro “Laberinto”, me resultó aburrido y estuve a punto de pasar al siguiente cuento. Las charlas que aparecen en el libro ya las había leído en “Entre paréntesis”, pero releer a Bolaño no es una pérdida de tiempo.

Podríamos comentar, Portnoy, algún relato; otra vez nos encontramos con esos narradores que tanto le gustan a Bolaño, unas veces en primera persona con rasgos autobiográficos, otras veces identificado con Arturo Belano.

Escribe Ignacio Echevarría, en la nota preliminar, sobre el cuento “No sé leer”: “su contenido es estrictamente autobiográfico, y no cabe duda de que su narrador es el propio Roberto Bolaño”; si lo lee Robertokles, es capaz de escribirle una nota aclaratoria sobre las diferencias entre autor y narrador.

Cuando leía “El hijo del coronel”, pensaba en ti, Portnoy, sabía que te iba a gustar. Un abrazo.

el llibreter dijo...

Al principio me pareció que «Laberinto» era tan sólo un ejercicio alrededor de los personajes más o menos conocidos de una fotografía. Pero después se fue llenando de una sensación de horror al comprobar que el tema era, otra vez, el vacío insalvable entre las personas, ese vacío que va diluyendo la memoria de las cosas y las devuelve a la nada.

El libro me ha sorprendido, porque esperaba encontrar los restos de una naufragio y no ha sido así.

Por cierto, el vértice ... ¿es La Universidad Desconocida?

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Me han dejado conmocionada algunos comentarios de los enlaces. Para Mauro Libertella, por ejemplo, Neruda es “el tío bueno, con el que todos se hubieran tomado una copa”, “Y entonces llegó el alter ego de Bolaño, Arturo Belano, y habló de Enrique Lihn como un poeta mayor, y habló sin perder el aliento de la inteligencia desnuda de Nicanor Parra”. Vale, llevo muchos años en España, pero hasta donde recuerdo estudié “allá” y Lihn “era una vaca sagrada” hace ya tiempo (con justa razón), lo mismo que Parra; luego me pregunto, ¿en Chile alguien no sabe quién es Nicanor Parra? y Neruda ¿es apenas el tío bueno...? Libertella será siempre Libertella, lo que no es precisamente un elogio.
Para Alejandro Zambra, en cambio, Bolaño irrumpió en la escena nacional cuando los profesores, sus profesores, enseñaban a Tolkien, Paulo Coelho, etcétera. Estoooo, bueno, me lo podría creer si no fuera por el pequeño detalle de que Alejandro y yo fuimos compañeros y por tanto compartimos profesores durante años. En fin, es raro que a mí me hayan enseñado “cosas” tan distintas.
Para Matías Rivas “la velocidad deslumbrante de su escritura liberó definitivamente a la narrativa chilena de sus ínfulas decimonónicas”. Me ha dejado perpleja porque, por un lado, ¿decimonónica?: jodo, desaparecieron de un plumazo Donoso , Wacquez, Contreras, Collyer, et al. Por otro lado, ¿“liberó definitivamente a la narrativa chilena”?, es decir, ¿ya hizo escuela y transformó la narrativa chilena?, qué rapidez. Estoy ansiosa por leer esa nueva narrativa chilena definitivamente liberada... ¿autores?
Me parece una seguidilla de, con todos mis respetos, comentarios bastante histéricos. “A ver si la fama de Bolaño nos da cinco minutos de gloria”. Qué negociado, qué cantidad de boludeces se están escribiendo, cuando lo que se necesita saber está en los propios textos de Bolaño: una relación de amor-odio magnífica con Chile (como propone de alguna manera Rivas). En fin, los complejos, la biografía del otro que, casi siempre es falsa (prefiero la ficción de los escritores). Y, por último, ¿a quién le importa la relación de Bolaño con Chile? En vez de escribir boludeces narcisistas del tipo “yo sí ¿eh?, yo sí puedo ver claramente la mediocridad de los otros, yo caché al tiro a Bolaño”, deberían estar leyendo la obra de Bolaño.
Me gusta mucho más el texto de Gumucio. Rafael siempre ha sido lúcido, y sabe cuándo evitar las autorreferencias que no aportan nada.
En fin, cuántos lugares comunes, cuántos complejos, cuánto lucimiento, cuánta basura tendremos que seguir leyendo hasta que pase el boom.
Vértigo.

Javier Moreno dijo...

De acuerdo con Vernon. Ahora parece que todo el Chile literario joven sabía lo que se venía y llevaban preparándose en la clandestinidad como "escuela bolañiana" desde hace quince años. Lástima que Javier Cercas sea el único con autoridad para comunicarse mediante viajes astrales con el gurú muerto y "cultificarlo" de esa manera correcta que él y sólo él conoce. Los chilenos están jodidos.

Prefiero el escándalo que se está armando en los Estados Unidos con la traducción de Los Detectives Salvajes. La reseña de James Wood en el NYT de ayer está excelente.

Anónimo dijo...

Señor Portnoy, si se anima a hablar de El secreto del mal tal como hizo con Putas asesinas, me ofrezco a escribir algo sobre el penúltimo cuento (creo), el del chaval del No a la guerra. Es mi "Buba" del Secreto del mal.

Y... ¿qué follón hay en USA con la traducción de Los detectives? ¡¡Pinta interesante en extremo!!

Un saludo

Portnoy dijo...

Estaría bien que j. nos explicase en que consiste el escándalo... por lo menos a los palurdillos como yo reñidos completamente con todo tipo de idiomas.
Por lo que he podido entender Wood prefiere Nocturno de Chile y defiende de alguna manera el contenido político y crítico contenido en la obra de Bolaño, ¿es eso?
Un resumen, por favor.
:-)

Portnoy dijo...

Lo de comentar los cuentos de El secreto del mal, como sugiere Subal, me parece bien, pero no comentaríamos todos.
Ya plantearé algo antes del fin de semana a ver que os parece.
También podría ser colectivo, ¿no?
Un saludo

Javier Moreno dijo...

Un resumen es que el tan estricto Wood resulta conmovido por LDS (¡casi LSD! ¿Será una referencia oculta?) y escribe una reseña para el NYT positivísima. El escándalo al que me refiero es la cantidad salvaje de reseñas positivas (nadie le encuentra mácula) a LDS. No he visto la primera dudosa. Por supuesto, algunas se centran en la vida dura de Bolaño, el personaje, pero ninguna deja de mencionar la potencia de la novela y el encanto de la prosa de Bolaño. Me impresiona ese unanismo al respecto. Yo esperaría al menos alguien diciendo algo como lo que dice el colombiano en el especial del País, pero nada.

Y sí: a Wood le encantó Nocturno de Chile, dice que es lo mejor que le ha leido. Yo estoy de acuerdo con él, me parece que es su trabajo más pulido técnicamente hablando. Claro que como yo soy emocional, siempre termino decantándome por sus hipernovelas menos perfectas y más orgánicas. La perfección técnica es para los robots.

Anónimo dijo...

el txt de zambra se refiere, obviamente, a los profesores de secundaria. hay que ver que al menos rivas y zambra y patricia espinosa sí criticaron a bolaño en vida, cuando recien llegaban sus libros a chile.