28/5/09

Last Life in the Universe, de Pen-Ek Ratanaruang

Tres preguntas:

1.- ¿Es el tiempo cinematográfico, sobre todo el lento, más preciso en el cine oriental que en el occidental?
2.- ¿Es Tadanobu Asano el mejor actor japonés de la actualidad?
3.- ¿Es Takashi Miike un director sobrevalorado?

Las respuestas son: Sí, sí y sí.

Y aquí se acaba el post.




1. Si uno está viendo una película y empieza a pensar, por ejemplo, en que debería cortarse las uñas de los pies, o regar los geranios, o en su tía lejana a la que hace siglos que no ve, es que algo no funciona bien. Hay cierta morosidad en la lentitud cinematográfica europea, y occidental en general, que dispersa la atención del espectador.

1.1 Aunque no queda claro donde establecer la frontera entre oriente y occidente. ¿Dónde situar a los cineastas rusos, por ejemplo? Por afinidad y cercanía quizás deberíamos considerarlos europeos, pero no hay más que pensar en Tarkowski, maestro del tiempo lento, para darse cuenta que esa distinción tal vez no sea adecuada.

1.1.1 Sí, Tarkowski domina el tiempo lento, y también, como no, Bergman y Dreyer y… muchos otros. Haneke. Pero en Haneke el tiempo lento va más allá, tiene una función narrativa que roza lo metacinematográfico, un recordatorio de la presencia del director ante la cámara. No hay más que recordar el interminable plano fijo del jugador de ping-pong en 71 fragmentos de una cronología del azar, una película que en general, en la mayoría de sus planos, juega deliberadamente con la paciencia del espectador.

1.1.1.1 ¿Qué ocurre cuando ese efecto no ocurre deliberadamente o el efecto es el contrario? Vease Liverpool, de Lisandro Alonso

1.1.1.1.1 El peligro del “tiempo lento” es que puede provocar el rechazo del espectador. Se produce entonces el enfrentamiento entre el sector crítico que alaba y eleva a la categoría de arte realizando una reflexión intelectual sobre ciertas obras y aquél otro que ciertamente “no entiende” ese tipo de cine.

1.1.1.1.1.1 El punto anterior tiene sentido irónico y, no sé si por primera vez en este blog, el término “intelectual” tiene cierto matiz peyorativo.

1.2 No se puede hacer una distinción estricta entre en lo que a "tiempo lento" se refiere entre oriente y occidente. Sólo caben generalizaciones. Pero en ese sentido creo que los orientales lo dominan a la perfección, ya que no se trata de la lentitud en sí, sino del momento en que debe concluir para no ser excesivo.

1.2.1 Me explico, porque empiezo a sospechar que se puede pensar que soy un poco incongruente. Hace tiempo defendí Honor de cavalleria de Albert Serra como una película necesaria. También critiqué No es país para viejos, de Joel y Ethan Coen por no ser la película japonesa que debería haber sido. En ambas películas se dan ejemplos contrapuestos: Brolin atraviesa el desierto y el plano se corta antes de que termine su tránsito por la pantalla. La luna se alza sobre Don Quijote y Sancho y se eleva y se eleva y se eleva en un plano fijo. Ambas escenas demuestran el problema básico del “tiempo lento” occidental: No concluyen en el momento preciso, una por pacata y la otra por excesiva.

1.2.1.1 En Las horas del día Jaime Rosales nos lleva a una paradoja. Justo cuando empiezas a pensar en las uñas, en los geranios o en tu tía, introduce una ruptura narrativa que nos hace reconsiderar todo lo visto con anterioridad. El “tiempo lento” se eleva a la categoría de lo rutinario, de lo prosaico en la vida de un personaje fuera de lo común. Algo parecido a lo que ocurre con la película de Serra en la que se nos muestra lo que no aparece en el texto literario.

1.2.2 Takeshi Kitano domina el “tiempo lento”

1.2.2.1 “Tiempo lento” o “ver crecer la hierba” o “qué es lo que pasa cuando no pasa nada”. En Kitano siempre pasa algo y la hierba crece en su justa medida.

1.2.3 Reducirlo todo a Kitano sería absurdo. Recordar a Ozu y a Kurosawa un recurso fácil. Reducirlo todo al cine japonés sería igual de absurdo y sencillo. Tal vez no pueda sostener mi presunción de que el cine oriental maneja mejor el “tiempo lento” mas que a través de ejemplos. Por poner de otras nacionalidades citemos a Zhang Ke Jia y Pen-ek Ratanaruang, chino y tailandés respectivamente.

1.2.3.1 ¿Los directores orientales que encuentran financiación europea para sus películas pierden la capacidad de dominar el “tiempo lento”?

1.2.4 ¿Debemos reducir el problema del “tiempo lento” y su manejo a las exigencias de las compañías de distribución en cuanto a la duración del metraje?, ¿no sería hora ya de liberarse de esa imposición y aceptar la justa duración de las películas, que en la gran mayoría no debería exceder de una hora?

1.2.5 Yo quería escribir un post con infinidad de notas a pie de página. Como no sé componerla correctamente en html me he decidido por una estructura wittgensteiniana, pero me doy cuenta que la principal virtud del Tractatus es su innegable lógica. Evidentemente este galimatías no tiene ninguna.



2 Tadanobu Asano es el mejor actor japonés de la actualidad. No hay más que comentar.

2.1 Curiosamente ganó el premio a la mejor interpretación en Venecia en el año 2003 por su papel en Ruang rak noi nid mahasan ("Last Life in the Universe") de, precisamente, Pen-Ek Ratanaruang.

2.1.1 Tal vez esta película sea un ejemplo de cómo mantener un “tiempo lento” a través de las interpretaciones de sus actores. Asano puede parecer hierático e inexpresivo, puede llevar ese tipo de interpretación hasta el exceso, como ocurría en Vital, de Shinya Tsukamoto, pero aún así, es capaz de comunicar, de conectar con el espectador, de transmitir sentimientos y emociones. Baste recordar su contenida interpretación en Zatoichi de Kitano en la que le bastaba una mirada para transmitir toda la desesperación del samurai. Ratanaruang emplea todas las dotes de Asano para construir una historia lenta en las que las cosas ocurren alrededor, casi fuera de escena y de la narración, centrándose en los dos (que en realidad son tres) personajes principales.



2.1.1.1 En "Last Life in the Universe" a Asano le basta con limpiarse las gafas o reconocer la estupidez de arreglarse el cabello. Sencillamente genial.



3. (En el aeropuerto)
Recepcionista: ¿Sólo una maleta señor?
Yakuza: Sí, sólo hemos venido a matar a alguien y después nos volvemos.
Recepcionista: Espero que no secuestren el avión.
Yakuza: No te preocupes, no somos árabes.

(Takashi Miike interpretando a un yakuza en "Last Life in the Universe")


(Continuará)

3 comentarios:

José Manuel López dijo...

Excelente, excelente texto.

Portnoy dijo...

Viniendo de ti, José Manuel, es un inesperado placer (y un honor)
Muchas gracias

babel dijo...

No puedo sino estar de acuerdo en por donde vas. Te explicas como un libro abierto, espero que continúe...