He aquí un libro curioso y arriesgado.
Un libro que toma como guía Os Luisiadas de Camoes y que es a
su vez una epopeya ¿rimada?... no sé... no acabo de entender si la estructura del poema se resiente por la traducción. Supongo que sí.
(En estas condiciones solo la puedo leer como prosa interrumpida, o algo así)
Así empiezan respectivamente Os
Luisiadas y Uma viagem à Índia:
As armas e os barões assinalados,Que da ocidental praia Lusitana,Por mares nunca de antes navegados,Passaram ainda além da Taprobana,Em perigos e guerras esforçados,Mais do que prometia a força humana,E entre gente remota edificaramNovo Reino, que tanto sublimaram;
Não falaremos do rochedo sagradoonde a cidade de Jerusalém foi construída,nem da pedra mais respeitada da Antiga Gréciasituada em Delfos, no monte Parnaso,esse Omphalus - umbigo do mundo -para onde deves dirigir o olhar,por vezes os passos,sempre o pensamento.
Un libro a veces... casi siempre...
siempre que hablamos de un libro hablamos sobre nosotros. En este
caso yo no he leído la obra de Camoes, no me gusta demasiado la
poesía y no soy demasiado partidario de los aforismos. Prácticamente
cada estrofa (no sé ni como llamarlas) de Un viaje a la India
contiene, al menos, un aforismo... y, la verdad, me agotan. Quizás
sea un libro para saborearlo lentamente, para deleitarse con cada uno
de sus versos (o lo que sean), detenerse en las palabras y en la
armonía que suscitan (en un plano literario, porque apelan, en
general, a cierta sordidez y desesperanza y pesimismo), disfrutarlo,
en suma, como la joya narrativa que pretende ser.
Nota: Os Luisiadas, La
Odisea, Ulises, Bloom.
Puedo tener opiniones contrapuestas
durante la lectura del libro. Las sentencias aforísticas se me
acumulan y me desbordan, mientras que la acción me parece
interesante. Supongo que conocer la obra de Camoes ayudaría a
apreciar el esfuerzo de Tavares.
Cuando empiezo la lectura del último
canto preveo los acontecimientos que van a suceder. Me digo,
deteniendo la lectura, que no puede ser tan trivial. Quiero decir, si
el acontecimiento que preveo va a suceder no tiene gracia. Me detengo
y pienso que no va a ocurrir, que el autor no dejará que la
narración discurra por un sendero tan trillado y que ocurra un hecho
que no aporta nada, que no tiene sentido y que aparece como un simple
recurso de yo-qué-sé. Sigo leyendo y lo que temía sucede.
No puede ser que un libro ante el que
me divido pero por el que me dejo seducir salte por los aires en los
momentos finales.
Lo que ocurre en el bosque no tiene sentido.
A no ser que equipare a Magallanes con un criminal, o algo así que se me escapa.
Me siento defraudado.
Sobre todo me siento defraudado conmigo mismo, por no ser lector para esta obra.
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