El escritor Juan Lancastre ha muerto. Su autobiografía, la obra en la que estaba trabajando a su muerte, ha sido quemada por su mujer, Laura Verás. La amante de Lancastre, Débora, que ahora comparte su vida con el hijo de Lancastre, Vilnius, que tiene un gran parecido con Dylan, se proponen inventar la autobiografía de Lancastre, para lo cual cuentan con la ayuda del narrador de Aire de Dylan.
Nota 1.- El narrador de Aire de Dylan no tiene nombre. Ya sabemos todos los equívocos que Enrique Vila-Matas ha tenido que desmentir en torno a sus narradores. Ni siquiera hacerlos físicamente distintos a él, incluso jorobados, ni proporcionarles un nombre y una personalidad que rompen con la linealidad narrativa, ha servido para que los lectores no identifiquemos narrador con autor. El narrador de Aire de Dylan no tiene nombre… ¿nadie va a preguntarle a Vila-Matas sobre este narrador y por qué precisamente éste, que tantas similitudes circunstanciales tiene con el autor, no tiene nombre?
Fin Nota 1
El fantasma de Lancastre tiene la persistencia de la permanencia. Se apropia de los mecanismos neuronales de su hijo para no desaparecer. Débora y Vilnius quieren tener una única idea al día y no llevarla a cabo. El juego narrativo que propone Vila-Matas nos lleva, sobre todo, a Hamlet de Shakespeare y a Oblomov, de Goncharov. Es un juego de referencias y paralelismos del que incluso los mismos personajes son conscientes. Se construye así una historia que algunos califican de liviana, con ciertas dosis de misterio y una intriga de poder (literario-editorial) en torno a la autobiografía de Lancastre.
Nota 2.- En sucesivas entrevistas concedidas, Enrique Vila-Matas ha insistido en mencionar como referente La verdadera vida de Sebastián Knight, de Vladimir Nabokov. Sin embargo el autor no es mencionado explícitamente en Aire de Dylan. Se convierte en una referencia oculta dentro del texto:
“Por un momento fue como si la máscara de Laura se hubiera revuelto en un infierno de agua y adherido a la cara de su hijo y el parecido entre los dos no quisiera esfumarse. Soy Laura o Laura es yo, parecía decirse Vilnius, soy ella o ella es yo, o quizás ambos somos alguien que ninguno de los dos conoce” (Aire de Dylan, pag. 323-324)
“la máscara de Sebastián se adhiere a mi cara, el parecido no quiere esfumarse. Soy Sebastián o Sebastián es yo, o quizá ambos somos alguien que ninguno de los dos conoce” (últimas líneas de La verdadera vida de Sebastián Knight, de Vladimir Nabokov, traducción de E. Pezonni)
En la novela de Nabokov hay una investigación sobre la vida de un escritor, Sebastián Knight, por parte de su hermanastro V (¡atención a la V!) para escribir una biografía que desmienta otra biografía escrita por el agente literario de Knight, ofensiva y plagada de mentiras. No vamos aquí a desvelar la trama de la novela, pero esa última línea, esa mención a las máscaras, hace que nos replanteemos todo lo leído.
¿Debemos replantearnos Aire de Dylan?
Fin Nota 2
Las historias se entremezclan en Aire de Dylan. Junto a la trama hamletiana, con unos malvados que representan al tío y a la madre del Hamlet de Shakespeare, se desarrolla una búsqueda que se traslada hasta Hollywood para averiguar la autoría de una frase atribuida a Scott Fitzgerald y que debería formar parte del libreto de la película Tres camaradas (“Three Comrades", dirigida por Frank Borzage en 1938): “Cuando oscurece siempre necesitamos a alguien”
La frase no aparece en la película, ni es de Scott Fitzgerald. El resto supondría desvelar parte de la trama.
Nota 3.- En el año 2000, Enrique Vila-Matas escribió en El País, a propósito de la publicación de una biografía de Dorothy Parker:
A Dorothy Parker le sentaba bien esta frase de su amigo Scott Fitzgerald: "Cuando oscurece, siempre necesitamos a alguien"
Fin Nota 3
La idea de escribir la falsa autobiografía de Lancastre se convierte en el motor narrativo de la última parte de la novela. Transformar a Lancastre, convertirlo en el escritor que no fue:
“una autobiografía inventada en la que el padre de Vilnius, de un modo transversal y típicamente postmoderno, habría tenido la osadía de ser muy crítico con él mismo y serlo, además de un modo harto despiadado”
(una autobiografía) “donde estaba previsto que Juan Lancastre quedara rematadamente mal y como notable ejemplo de escritor que supo reunir en sí mismo todos, absolutamente todos, los defectos de lo que durante un largo tiempo se dio en llamar la postmodernidad (suponiendo que esa palabra, postmodernidad, haya significado alguna vez algo realmente, más allá de su condición de etiqueta o de lugar común odioso”
Nota 4.- Este último párrafo puede ser el origen del malentendido surgido en torno a la nota que la editorial adjuntó en la faja.
Fin Nota 4
La cuestión es que en la novela nadie escribe esa autobiografía. Los jóvenes Vilnius y Débora están demasiado ocupados en su tarea oblomovista y el narrador no recibe instrucciones ni datos por parte de ellos. Así que la autobiografía falsa de Lancastre es un proyecto que no avanza, digno de pertenecer al congreso literario sobre el fracaso con el que se abre la novela (acto que significa el ingreso tardío del narrador “en el teatro de la vida”) Finalmente el narrador declara que no escribirá las memorias de Lancastre.
“El aire es frío”
Nota 5.- Lo cual es una falsedad y una impostura. En realidad Aire de Dylan es la inventada autobiografía de Lancastre, está escrita y el lector la tiene en sus manos. Ahora bien, en este juego de máscaras que nos propone Vila-Matas apelando a Nabokov, no hay una certeza absoluta por parte del lector de quien es cada uno de los personajes. Es más, de quien debemos recelar con mayor intensidad es del propio narrador. Un narrador que ha superado la impostura vila-matiana para alcanzar la infidencia nabokoviana.
Así parece revelarlo el propio narrador en uno de los pasajes de la novela:
“A fin de cuentas, por increíble que pudiera parecer, estaba ante la verdadera primera gran oportunidad de mi gris vida de escritor. (…) una historia de la vida real de la que yo estaba siendo privilegiado testigo iba a tener que contarla en clave de memorias abreviadas de un escritor muerto, porque esa era mi callada intención: transformar lo que yo había vivido en las últimas semanas en la autobiografía del difunto Lancastre”
“Soy Laura o Laura es yo, parecía decirse Vilnius”, a lo que el narrador añade que es Vilnius o que Vilnius es él, y que es Lancastre y que Lancastre es él, y que es Débora y que Débora es él.
Recordemos que el narrador no tiene nombre, pero al mismo tiempo tiene todos los nombres. El narrador es polimorfo (“(Vilnius) Seguía siendo él mismo, pero en realidad estaba ya más abierto al infraleve arte de ser muchos”) y siempre habla de sí mismo.
Nota 5.1 Hermes es mencionado como polítropo, es decir, de multiforme ingenio, como Odiseo, y como conductor de las almas de los muertos al Hades. Lo cual enlaza con la anterior novela de Vila-Matas, Dublinesca, donde se celebra un funeral en Dublín, patria del moderno Odiseo, y determina el carácter crepuscular de Aire de Dylan. La aparición del segundo disco de Dylan, el primero que contenía composiciones suyas, The Freewheelin', publicado en mayo de 1963, coincide con la fecha del fin del mundo, acontecimiento contemplado por Lancastre y el narrador. Por consiguiente, todos estamos, los polimórficos avatares del narrador y también el lector, caminando de la mano de Hermes.
Y Hermes es tanto el origen de lo Hermético como de la Hermenéutica. Y creo que es aquí donde debemos detenernos. En el hermetismo de un texto que precisa una aguda interpretación.
Fin Nota 5.1
Fin Nota 5
Notas sin desarrollar:
a) ¿Es simbólica la representación en la novela de la muerte de Ofelia? ¿Sexo y muerte? ¿Tal y cual?
b) Películas que se exhibían en Barcelona en 1963. Nada sobre Tres camaradas.
c) Correlación personajes- autores: Narrador-Dickens; Lancastre- Joyce y Dickens; Vilnius-Joyce. ¿ Doctor Finnegans y/vs Monsieur Hire?
d) El Fin del Mundo
Creo que es un error calificar Aire de Dylan de novela liviana. Es decir, lo es, tiene un premeditado aire liviano, contagiado tal vez por la alegría oblomovista de sus personajes. Pero es, al mismo tiempo, un texto complejo y enrevesado, un laberinto endiablado que contiene en sí mismo la clave para salir de él. O para perderse para siempre en su interior, que es lo que muchos quisiéramos.
Nota 6.- El nombre del narrador es
Fin Nota 6
Nota 1.- El narrador de Aire de Dylan no tiene nombre. Ya sabemos todos los equívocos que Enrique Vila-Matas ha tenido que desmentir en torno a sus narradores. Ni siquiera hacerlos físicamente distintos a él, incluso jorobados, ni proporcionarles un nombre y una personalidad que rompen con la linealidad narrativa, ha servido para que los lectores no identifiquemos narrador con autor. El narrador de Aire de Dylan no tiene nombre… ¿nadie va a preguntarle a Vila-Matas sobre este narrador y por qué precisamente éste, que tantas similitudes circunstanciales tiene con el autor, no tiene nombre?
Fin Nota 1
El fantasma de Lancastre tiene la persistencia de la permanencia. Se apropia de los mecanismos neuronales de su hijo para no desaparecer. Débora y Vilnius quieren tener una única idea al día y no llevarla a cabo. El juego narrativo que propone Vila-Matas nos lleva, sobre todo, a Hamlet de Shakespeare y a Oblomov, de Goncharov. Es un juego de referencias y paralelismos del que incluso los mismos personajes son conscientes. Se construye así una historia que algunos califican de liviana, con ciertas dosis de misterio y una intriga de poder (literario-editorial) en torno a la autobiografía de Lancastre.
Nota 2.- En sucesivas entrevistas concedidas, Enrique Vila-Matas ha insistido en mencionar como referente La verdadera vida de Sebastián Knight, de Vladimir Nabokov. Sin embargo el autor no es mencionado explícitamente en Aire de Dylan. Se convierte en una referencia oculta dentro del texto:
“Por un momento fue como si la máscara de Laura se hubiera revuelto en un infierno de agua y adherido a la cara de su hijo y el parecido entre los dos no quisiera esfumarse. Soy Laura o Laura es yo, parecía decirse Vilnius, soy ella o ella es yo, o quizás ambos somos alguien que ninguno de los dos conoce” (Aire de Dylan, pag. 323-324)
“la máscara de Sebastián se adhiere a mi cara, el parecido no quiere esfumarse. Soy Sebastián o Sebastián es yo, o quizá ambos somos alguien que ninguno de los dos conoce” (últimas líneas de La verdadera vida de Sebastián Knight, de Vladimir Nabokov, traducción de E. Pezonni)
En la novela de Nabokov hay una investigación sobre la vida de un escritor, Sebastián Knight, por parte de su hermanastro V (¡atención a la V!) para escribir una biografía que desmienta otra biografía escrita por el agente literario de Knight, ofensiva y plagada de mentiras. No vamos aquí a desvelar la trama de la novela, pero esa última línea, esa mención a las máscaras, hace que nos replanteemos todo lo leído.
¿Debemos replantearnos Aire de Dylan?
Fin Nota 2
Las historias se entremezclan en Aire de Dylan. Junto a la trama hamletiana, con unos malvados que representan al tío y a la madre del Hamlet de Shakespeare, se desarrolla una búsqueda que se traslada hasta Hollywood para averiguar la autoría de una frase atribuida a Scott Fitzgerald y que debería formar parte del libreto de la película Tres camaradas (“Three Comrades", dirigida por Frank Borzage en 1938): “Cuando oscurece siempre necesitamos a alguien”
La frase no aparece en la película, ni es de Scott Fitzgerald. El resto supondría desvelar parte de la trama.
Nota 3.- En el año 2000, Enrique Vila-Matas escribió en El País, a propósito de la publicación de una biografía de Dorothy Parker:
A Dorothy Parker le sentaba bien esta frase de su amigo Scott Fitzgerald: "Cuando oscurece, siempre necesitamos a alguien"
Fin Nota 3
La idea de escribir la falsa autobiografía de Lancastre se convierte en el motor narrativo de la última parte de la novela. Transformar a Lancastre, convertirlo en el escritor que no fue:
“una autobiografía inventada en la que el padre de Vilnius, de un modo transversal y típicamente postmoderno, habría tenido la osadía de ser muy crítico con él mismo y serlo, además de un modo harto despiadado”
(una autobiografía) “donde estaba previsto que Juan Lancastre quedara rematadamente mal y como notable ejemplo de escritor que supo reunir en sí mismo todos, absolutamente todos, los defectos de lo que durante un largo tiempo se dio en llamar la postmodernidad (suponiendo que esa palabra, postmodernidad, haya significado alguna vez algo realmente, más allá de su condición de etiqueta o de lugar común odioso”
Nota 4.- Este último párrafo puede ser el origen del malentendido surgido en torno a la nota que la editorial adjuntó en la faja.
Fin Nota 4
La cuestión es que en la novela nadie escribe esa autobiografía. Los jóvenes Vilnius y Débora están demasiado ocupados en su tarea oblomovista y el narrador no recibe instrucciones ni datos por parte de ellos. Así que la autobiografía falsa de Lancastre es un proyecto que no avanza, digno de pertenecer al congreso literario sobre el fracaso con el que se abre la novela (acto que significa el ingreso tardío del narrador “en el teatro de la vida”) Finalmente el narrador declara que no escribirá las memorias de Lancastre.
“El aire es frío”
Nota 5.- Lo cual es una falsedad y una impostura. En realidad Aire de Dylan es la inventada autobiografía de Lancastre, está escrita y el lector la tiene en sus manos. Ahora bien, en este juego de máscaras que nos propone Vila-Matas apelando a Nabokov, no hay una certeza absoluta por parte del lector de quien es cada uno de los personajes. Es más, de quien debemos recelar con mayor intensidad es del propio narrador. Un narrador que ha superado la impostura vila-matiana para alcanzar la infidencia nabokoviana.
Así parece revelarlo el propio narrador en uno de los pasajes de la novela:
“A fin de cuentas, por increíble que pudiera parecer, estaba ante la verdadera primera gran oportunidad de mi gris vida de escritor. (…) una historia de la vida real de la que yo estaba siendo privilegiado testigo iba a tener que contarla en clave de memorias abreviadas de un escritor muerto, porque esa era mi callada intención: transformar lo que yo había vivido en las últimas semanas en la autobiografía del difunto Lancastre”
“Soy Laura o Laura es yo, parecía decirse Vilnius”, a lo que el narrador añade que es Vilnius o que Vilnius es él, y que es Lancastre y que Lancastre es él, y que es Débora y que Débora es él.
Recordemos que el narrador no tiene nombre, pero al mismo tiempo tiene todos los nombres. El narrador es polimorfo (“(Vilnius) Seguía siendo él mismo, pero en realidad estaba ya más abierto al infraleve arte de ser muchos”) y siempre habla de sí mismo.
Nota 5.1 Hermes es mencionado como polítropo, es decir, de multiforme ingenio, como Odiseo, y como conductor de las almas de los muertos al Hades. Lo cual enlaza con la anterior novela de Vila-Matas, Dublinesca, donde se celebra un funeral en Dublín, patria del moderno Odiseo, y determina el carácter crepuscular de Aire de Dylan. La aparición del segundo disco de Dylan, el primero que contenía composiciones suyas, The Freewheelin', publicado en mayo de 1963, coincide con la fecha del fin del mundo, acontecimiento contemplado por Lancastre y el narrador. Por consiguiente, todos estamos, los polimórficos avatares del narrador y también el lector, caminando de la mano de Hermes.
Y Hermes es tanto el origen de lo Hermético como de la Hermenéutica. Y creo que es aquí donde debemos detenernos. En el hermetismo de un texto que precisa una aguda interpretación.
Fin Nota 5.1
Fin Nota 5
Notas sin desarrollar:
a) ¿Es simbólica la representación en la novela de la muerte de Ofelia? ¿Sexo y muerte? ¿Tal y cual?
b) Películas que se exhibían en Barcelona en 1963. Nada sobre Tres camaradas.
c) Correlación personajes- autores: Narrador-Dickens; Lancastre- Joyce y Dickens; Vilnius-Joyce. ¿ Doctor Finnegans y/vs Monsieur Hire?
d) El Fin del Mundo
Creo que es un error calificar Aire de Dylan de novela liviana. Es decir, lo es, tiene un premeditado aire liviano, contagiado tal vez por la alegría oblomovista de sus personajes. Pero es, al mismo tiempo, un texto complejo y enrevesado, un laberinto endiablado que contiene en sí mismo la clave para salir de él. O para perderse para siempre en su interior, que es lo que muchos quisiéramos.
Nota 6.- El nombre del narrador es
Fin Nota 6
10 comentarios:
A mi juicio las referencias a “Hamlet” contenidas en Aire de Dylan deben más a la interpretación que Stephen Dedalus hace de la obra shakesperiana que al “Hamlet” original. Dedalus teoriza sobre unas supuestas infidelidades de la esposa de Shakespeare que inspiraron la obra e identifica al gran escritor con uno de los personajes de su obra, concretamente con el fantasma del padre de Hamlet (el rey Hamlet), y viene a decir que el autor se “teje y desteje” en su obra a voluntad (no encuentro la frase exacta).
Encuentro otra referencia a Nabokov que creo que puede ser interesante: “El original de Laura”, la última novela del escritor ruso que dejó inconclusa y con instrucciones para que fuera quemada.
Y gracias, porque no había caído en la coincidencia temporal entre la publicación del disco de Bob Dylan y el fin del mundo, lo que ¿convertiría a Dylan en el Anticristo de la literatura?
Un saludo
Gracias por el comentario. En los enlaces que siguen se pueden leer, extensamente, las teorías novelizadas de Joyce y Nabokov respecto a Hamlet:
http://ellamentodeportnoy.blogspot.com.es/2006/05/irving-presenta-hasta-que-te-encuentre.html
http://ellamentodeportnoy.blogspot.com.es/2006/05/john-irving-barcelona-2006.html
(No hagáis caso de los títulos de los enlaces)
Como gran dylanita que soy, la unión entre Vila-Matas y Dylan me parece lujuriosa. Todo un placer.
Me gusta la coincidencia de fechas de 1963 entre el disco de Dylan y el Juicio Final. El comienzo de una nueva era. Pero no dejo de pensar que hay fechas más importantes en la historia de Dylan que esa de 1963. Por ejemplo, Newport 1965, tal y como se menciona en el libro.
En cuanto a las referencias a Nabokov, obviamente está Sebastian Knight, pero hay varias cosas en el argumento de Aire de Dylan que me recuerdan a The Gift (La Dávida) de Nabokov. Curiosamente compruebo que la primera edición en inglés de The Gift es de la primavera de 1963. Busco en Internet, pero no encuentro la fecha exacta, pero sí reseñas sobre el libro en New York times y otros de mayo de 1963.
El azar es así,
saludos
¡Eres un crack!
Buenas, buenas y buenas. Se puede?. Ya pasé. Ya me prendí el cigarrín y todo.
Te quería decir yo: Excelente reseña!!!!, me quedé con ganas de más!!. Esas interrogaciones que quedaron por resolver, aissss!!!. Te voy a citar en la mia para la gente que la lea y desea ampliar información. Me parece muy interesante y elaborada. Completita.
Leo que has leído bastante de Roberto Bolaño, yo me acabo de estrenar ahora. Me harías alguna recomendación especial?. Estoy con "LLamadas telefónicas". Me ha eclipsado, me está enamorando.
Te dejo mi dirección. Para cotillear aunque sea mi fiel cita a vos.Libritis.blogspot.com
Pienso que Aire de Dylan es la novela más radical de Vila-Matas, pues los giros, automordiscos, círculos, negaciones e, incluso, la propia trama alcanzan sus máximos niveles de absurdo, despropósito, irreverencia o, directamente, patetismo, y a partir de ahí, de ese punto de partida constantemente desmitificador y antisolemne, Vila-Matas crea el caldo apropiado para hablar de lo más profundo y reciclar palabras, conceptos o debates tabús: el amor, la magia, nosotros, el sentimentalismo, la muerte, la ociosidad, el tiempo, la frivolidad o (creo entrever) incluso la política.
Abrazos y felicidades por una magnífica reseña a Aire de Dylan.
Conozco un camino lleno de curvas, rodeado de árboles, donde, cada tanto, entreveo el campanario de una iglesita, que, al final, aparece.- Me recuerda a Proust, claro, y a su iglesita rural.- Similarmente Aire de Dylan, es, en el marco de un escrito insulso y monocorde, un compendio de referencias literarias y no mucho más.-
Su comentario, tal vez, tenga más creatividad que la novela.- Post Nota 6: el narrador debiera ser Ud.- Un gran saludo.- José.-
Por otra parte, qué le costaba a V. Matas, ya que se cansó de nombrar a admirados autores (notos e ignotos) y a vos como amigo, acordarse de Borges.- Tampoco tu comentario lo hace.- Porque A. de Dylan es temática y tópicamente borgiano, desde la primera a la última letra, sin duda.- O borgianismo, para salvar la distancia literaria entre este autor y los textos del gran "Georgie".- Un gran saludo, José.- (el de las 11.41).-
No sé, Llenáresme, no tengo muy claro la referencia a Borges en Aire de Dylan.
Como sea, gracias por tus comentarios, al igual que al resto, que os tengo muy olvidados.
Un saludo
Apenas soy un Lector, amigo Portnoy, y no es lo mío, y menos a vos, andar con enseñanzas propia de profesores de critica literaria.- Pero te debe sonar "el otro el mismo", "somos el sueño de alguien", "el preciso y definitivo momento en que uno conoce su destino", etc. etc (de los "etc" que se encarguen los más entendidos) .- Hamlet & Cia son el recurso narrativo, demasiado obvio para mi gusto, pero, detrás, está Borges.- Un gran saludo.
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