13/5/11

El hombre elástico y otros cuentos, de Mauricio Salvador

Este iba a ser un post sobre otras cosas. Sobre edición digital y sobre la fiesta literaria en la que, al parecer, se ha convertido Barcelona.
Pero vamos a dejarnos de tonterías (de momento) y centrarnos en El hombre elástico y otros cuentos, de Mauricio Salvador.
Porque, bien, sí, podemos hablar del formato, podemos hablar de la iniciativa de esos locos fantásticos de Hermano Cerdo que a través del blog-web de Javier A. Moreno, Rango Finito (un espacio en continua transformación), se han lanzado a la edición digital de textos literarios: Rango Finito Ediciones. De momento se pueden adquirir el ya comentado libro de Javier, Inframundo y el que ahora nos ocupa, El hombre elástico.

Y aquí debo señalar otra vez que, aunque quizás sea una pretensión por mi parte, Mauricio Salvador es mi amigo, por lo que esta reseña puede tener, desde cierta perspectiva, una validez relativa. Cierto que no juzgamos igual unos textos que otros dependiendo de nuestra relación con su autor, pero también es cierto que los textos en definitiva deben hablar por sí mismos.
El hombre elástico y otros cuentos reúne una serie de relatos con el denominador común de la extrañeza ante el mundo de unos (un) narrador preadolescente. Pero además, sutilmente, tal vez como un reflejo de la realidad, nos sumerge en un ambiente turbio y sombrío, una sociedad inestable, insegura y confusa en la que un casco de motorista que vuela por el aire puede llevar una cabeza en su interior y los niños ven cadáveres de policías con un balazo en la frente. Esa es la realidad de los narradores de El hombre elástico y temo, que en cierta manera, sea la realidad de muchos de nuestros compañeros literarios. Pero ese no es más que el tétrico escenario en el que los personajes viven. Porque los personajes de los relatos de Salvador rebosan humanidad y viven, inestables e inseguros, traumatizados y avergonzados, a pesar de… no sé… viven a pesar de la vida.

Por otra parte está el tema de la edición digital independiente. Aunque es cierto que se le puede poner ciertas objeciones ya que difiere en algunos aspectos de la edición tradicional que nos ofrece textos más depurados (en ocasiones hasta clónicamente depurados hasta matar el estilo), las ventajas y la comodidad son muchas. Da igual que vivas en Singapur o en pueblucho de Tarragona, puedes conseguir el texto al instante. Y si no tienes lector de ebooks, en Rango Finito te dan opciones para poder leer el texto desde tu pc.

Ergo, no hay excusa para no leer El hombre elástico.

2 comentarios:

Fabricio Tocco dijo...

Los links están mal, Javier :)

Portnoy dijo...

Corregido, creo.
Gracias Fabricio.