Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormick, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!
¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.
Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.
Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.
Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del orden...
¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!
¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.
El 1 de mayo de 1886 se inició en Chicago una huelga para reclamar la jornada laboral de 8 horas. Tres días después las protestas desembocaron en la revuelta de Haymarket
Siete años después, el 1 de mayo de 1893 se inaugura la Exposición Universal de Chicago. Pocos días más tarde el dirigible Inconvenience se convertía, surcando el aire, en una atracción más de la exposición. Y no mucho más tarde, el abuelo de Jimmy Corrigan es abandonado por su padre en el tejado del edificio (entonces) más grande del mundo.
Aquí estamos 125 años después, abandonados en lo alto del edificio, esperando que los Chicos de Azar vengan a rescatarnos en su flamante dirigible, trabajando ocho horas diarias, y eso con algo que debemos interpretar como suerte.
Esclavos agradecidos.
Es toda una experiencia vivir con miedo, eso es lo que significa ser esclavo. Pero ¿quién vive?
2 comentarios:
Pues sacudámonos ese miedo.
Un blog precioso en el que quiero recrearme a la que encuentre el tiempo necesario. Literatura sentida en vivo.
Muchas gracias.
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