Lo que viene a continuación es una cita. Es genial que reflexionen por tí. La verdad es que pensaba que Bolaño hablaba sobre la inteligibilidad de la literatura... pero la memoria me traicionó proyectando mis ambiciones:
Declaración de principios:
En principio yo no tengo nada contra la claridad y la amenidad. Luego, ya veremos.
(...)
Hay una pregunta retórica que me gustaría que alguien me contestara: ¿Por qué Pérez Reverte o Vázquez Figueroa o cualquier otro autor de éxito, digamos, por ejemplo, Muñoz Molina o ese joven de apellido sonoro De Prada, venden tanto? ¿Sólo porque son amenos y claros? ¿Sólo porque cuentan historias que mantienen al lector en vilo? ¿Nadie responde? ¿Quién es el hombre que se atreve a responder? Que nadie diga nada. Detesto que la gente pierda a sus amigos. Responderé yo. La respuesta es no. No venden sólo por eso. Venden y gozan del favor del público porque sus historias se entienden. Es decir: porque los lectores, que nunca se equivocan, no en cuanto lectores, obviamente, sino en cuanto consumidores, en este caso de libros, entienden perfectamente sus novelas o sus cuentos.
Roberto Bolaño, Los mitos de Chtulhu; El gaucho insufrible.
¿Estamos en el límite? ¿Es la inteligibilidad un requisito indispensable de la literatura? ¿Estamos preparados para descubrir aquellos productos que aprovechan una fachada de "profundidad" y "oscurantismo" para vendernos disfrazado "lo mismo de siempre"? ¿Es la vanguardia un fraude? ¿Existe la vanguardia literaria?
Muy pocos corren a prosternarse, en cambio, ante Tolstoi o Stendhal. Leemos una página de Rojo y Negro y tenemos la curiosa creencia de que cualquiera de nosotros sería capaz de escribir algo parecido; pero tropezamos con una frase como "el tensor G es nulo" y nos ponemos a temblar de pavor y sentimiento de inferioridad.
Aunque parezca increíble, esa actitud se debe a que la matemática es el tipo de conocimiento más sencillo que existe. Precisamente por su simplicidad, las equivocaciones en un razonamiento matemático quedan a la vista: no hay muchos lugares donde ocultarse en un triángulo o en un paraboloide; mientras que en la complejísima realidad de la psicología o de la política es muy arduo distinguir lo verdadero de lo falso, con el resultado de que cualquier tonto se siente en condiciones para escribir una novela, y cualquier audaz puede engañar políticamente a un pueblo. Razones en suma semejantes a las que favorecen los asaltos y crímenes durante la noche.
Ernesto Sábato, Poderío e impotencia de Einstein
Que nadie piense que esto es un ataque personal... al menos no a quienes suelen acercarse por este blog. Esto es una especie de avance de próximos proyectos, unos por confirmar, algunos sorpresa y otros en colaboración con j. (a quien debo el descubrimiento del texto de Sábato) y HermanoCerdo... pero también debo escribir sobre Alice Munro, cuyos textos me han impresionado hasta convertirme en... no sé, ¿devoto,afecto, fanático? qué útiles los diccionarios... sobre Aharon Appelfeld (gracias Roth por descubrírnoslo), sobre... yo que sé... si ni siquiera tengo principios que declarar... la verdad es que no quiero escribir sobre nada y quiero cagarme en todo y escribirlo, quiero escribir un puto relato sobre zombies y desmenuzarlo... quiero escribir algo ininteligible que todos podamos entender y solo se me ocurre una línea en blanco
y un pitido penetrante
una línea blanca sobre un fondo negro
y nada más.
Declaración de principios:
En principio yo no tengo nada contra la claridad y la amenidad. Luego, ya veremos.
(...)
Hay una pregunta retórica que me gustaría que alguien me contestara: ¿Por qué Pérez Reverte o Vázquez Figueroa o cualquier otro autor de éxito, digamos, por ejemplo, Muñoz Molina o ese joven de apellido sonoro De Prada, venden tanto? ¿Sólo porque son amenos y claros? ¿Sólo porque cuentan historias que mantienen al lector en vilo? ¿Nadie responde? ¿Quién es el hombre que se atreve a responder? Que nadie diga nada. Detesto que la gente pierda a sus amigos. Responderé yo. La respuesta es no. No venden sólo por eso. Venden y gozan del favor del público porque sus historias se entienden. Es decir: porque los lectores, que nunca se equivocan, no en cuanto lectores, obviamente, sino en cuanto consumidores, en este caso de libros, entienden perfectamente sus novelas o sus cuentos.
Roberto Bolaño, Los mitos de Chtulhu; El gaucho insufrible.
¿Estamos en el límite? ¿Es la inteligibilidad un requisito indispensable de la literatura? ¿Estamos preparados para descubrir aquellos productos que aprovechan una fachada de "profundidad" y "oscurantismo" para vendernos disfrazado "lo mismo de siempre"? ¿Es la vanguardia un fraude? ¿Existe la vanguardia literaria?
Muy pocos corren a prosternarse, en cambio, ante Tolstoi o Stendhal. Leemos una página de Rojo y Negro y tenemos la curiosa creencia de que cualquiera de nosotros sería capaz de escribir algo parecido; pero tropezamos con una frase como "el tensor G es nulo" y nos ponemos a temblar de pavor y sentimiento de inferioridad.
Aunque parezca increíble, esa actitud se debe a que la matemática es el tipo de conocimiento más sencillo que existe. Precisamente por su simplicidad, las equivocaciones en un razonamiento matemático quedan a la vista: no hay muchos lugares donde ocultarse en un triángulo o en un paraboloide; mientras que en la complejísima realidad de la psicología o de la política es muy arduo distinguir lo verdadero de lo falso, con el resultado de que cualquier tonto se siente en condiciones para escribir una novela, y cualquier audaz puede engañar políticamente a un pueblo. Razones en suma semejantes a las que favorecen los asaltos y crímenes durante la noche.
Ernesto Sábato, Poderío e impotencia de Einstein
Que nadie piense que esto es un ataque personal... al menos no a quienes suelen acercarse por este blog. Esto es una especie de avance de próximos proyectos, unos por confirmar, algunos sorpresa y otros en colaboración con j. (a quien debo el descubrimiento del texto de Sábato) y HermanoCerdo... pero también debo escribir sobre Alice Munro, cuyos textos me han impresionado hasta convertirme en... no sé, ¿devoto,afecto, fanático? qué útiles los diccionarios... sobre Aharon Appelfeld (gracias Roth por descubrírnoslo), sobre... yo que sé... si ni siquiera tengo principios que declarar... la verdad es que no quiero escribir sobre nada y quiero cagarme en todo y escribirlo, quiero escribir un puto relato sobre zombies y desmenuzarlo... quiero escribir algo ininteligible que todos podamos entender y solo se me ocurre una línea en blanco
y un pitido penetrante
una línea blanca sobre un fondo negro
y nada más.
16 comentarios:
Justo estaba reflexionando sobre la misma frase porque se la he leído a Bolaño traspuesta por Vila-Matas...
El de Bolaño es un texto paródico. No lo tomes al pie de la letra. Además, como lector no demasiado entusiasta de Muñoz Molina preferiría que hubiera sustituido su nombre por el de un Cercas o el de un Ruiz Zafón -dios nos libre. Al final la clave es el estilo. Experimentar a la manera de la OuLiPo puede conducir al pantanoso terreno de la paja mental, pero al menos es cierto que los atrevimientos vanguardistas pueden servir para que un Bolaño los aproveche y los enriquezca, sin caer en sandeces como escribir una novela sin la letra "e". Pero todo está en "Café Perec".
Una pregunta demagógico-pedantesca y un ruego: ¿Qué demonios ven las "masas" en los escritos de Ruiz Zafón? ¿Podrías colgar algún texto de la Munro? No la he leído. ¿Me atrevo?
No sé Settembrini qué demonios ven los consumidores en las novelas de Ruiz Zafón, creo que el consumismo de nuestra sociedad es tan inmenso que también llegó a los libros. Yo también hubiera preferido que Bolaño pusiera el nombre de este aprendiz de escritor y no el de Muñoz Molina, pero un desliz lo tiene cualquiera.
Hace poco discutía con amigos virtuales acerca de la última novela de Mendoza, “El asombroso viaje de Pomponio Flato”, una obrilla menor de este escritor con la que se puede pasar un buen rato pero que no es Literatura; para algunos, una obra entretenida es literatura, no hay que pedir más. No estoy de acuerdo, una obra de estas características difícilmente aguantará el paso del tiempo, dentro de unos años nadie se acordará de ella. Si creo que Bolaño será un autor que perdure, aunque sólo sea por sus detectives salvajes.
De Alice Munro sólo leí “Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio”, una colección de relatos que no me llamó la atención. Habrá que seguir leyéndola si Portnoy nos la recomienda tan vehementemente.
"[...]quiero escribir algo ininteligible que todos podamos entender y solo se me ocurre una línea en blanco
y un pitido penetrante.[...]
Se me ocurre que lo que usted quiere escribir es poesía, señor Portnoy.
Se me ocurre que quizá deba usted escribir algo ininteligible y que luego se ponga a reescribir pensando que usted no es usted sino un hipotético lector (un lector cruel y sumamente listo). Léase com si fuera él, y reescriba siguiendo sus consejos.
Se me ocurre, eh. Es una idea.
Subal, muy buena tu recomendación. La poesía es la salvación en sí misma, en caso de que, je je, no nos hunda irremediablemente.
Nuestra presencia no es un trámite...
Ya dijo Bolaño en su día; la escritura, es la forma privada de la utopía.
Debe de haber un balance, entre experimentación y "legibilidad", demasiada vanguardia lleva a no entender nada y demasiada legibilidad nos deja con textos planos.
Por favor, ponte a escribir ese puto relato de zombies.
Un saludo desde el averno!
Lo he borrado porque me lo has pedido, no porque me pareciese mal, Sett. De todas formas coincido contigo, Mendoza se ha dejado llevar por la comicidad más prosaica... le abandoné definitivamente después de esa birria llamada El tocador de señoras.
Entonces estamos obligados a escoger entre la narrativa que cuenta y la que crea, sea a traves del lenguaje o de la estructura: No desfallezcas, Fuca, Munro domina la estructura (entre otras cosas... ya hablaremos)
Cristina, creo que seguí el mismo camino :-)
Ahhhh y tenéis razón en lo que respecta al texto de Bolaño. No recordaba que pertenecía a una conferencia y así, transcrito al papel, queda algo descontextualizado.
Subal, no me atrevo con la poesía... además ¿cuál es la diferencia entre la narrativa ininteligible y la poesía?
La utopía, señor solitario y tal, no está en ningún lugar :-), por eso nos encaminamos allí testarudamente.
No sé, Toledo, no sé si quiero un término medio que me decepcione al final... a veces me gustaría acabar con todo.
Dr. Matanza, un día de estos :-)
Un saludo y muchas gracias por vuestros comentarios.
Muchas gracias, anfitrión.
Por cierto, la voz de Vila-Matas te espera en mi chamizo.
Hay pocos textos más claros, lúcidos, sencillos e inteligibles que algunas de las páginas escritas por Roth, por citar a alguien conocido. No conviene confundir sencillez con simplicidad; que un texto sea fácil de leer, inteligible y profundo a la vez no es algo imposible. Claro que difícil sí, porque lees a Roth y te a veces da por pensar que no puede ser tan complicado, pero claro, sí lo es.
El problema portnoy es que ese pensamiento te paralice y no escribas ni algo inteligible, ni algo ininteligible, ni algo sencillo ni algo simple. Que es básicamente lo que me pasa a mi.
Querido Portnoy... Puede llamarme Solitario sin más. Sin tal. Sin y.
Sinytal.
En cuanto a la idea de la utopía, me guardo mi opinión. La cita que puse era del maestro Bolaño, la cual precisé oportuna con el contexto de su artículo.
Salud.
Si lo piensas, m, te darás cuenta que en los textos de Roth subyace una complejidad que choca con su aparente sencillez... podemos decir lo mismo de Bolaño, por ejemplo... o de Alice Munro... yo creo que ese es un síntoma de grandeza narrativa.
Lo de la inteligibilidad es una manía mía, viene de La saga/fuga de J.B.
De acuerdo, Solitario... parafrasearé a Bolaño y diré que me gustaría llegar a un punto en que la escritura se convirtiese para mí en la forma privada de la anarquía.
Gracias por vuestros comentarios.
(Luego voy, Sett)
:-)
A eso precisamente me refiero. Los textos de Roth son complejos, y a la vez, sumamente inteligibles. La nulidad (o no) del tensor G es algo a lo que no es necesario recurrir para intentar hacer buena literatura. De hecho, creo que es realmente más difícil hacerla así que, de nuevo, haciendo uso del tensor de marras.
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