16/1/07

Putas asesinas XI: Carnet de baile, de Roberto Bolaño

-¿Crees de verdad que la literatura chilena es sólo una literatura imaginaria, como dices en el cuento Carnet de baile?
-Toda literatura nacional, es por naturaleza, una literatura imaginaria, y eso en el mejor de los casos; generalmente suele ser una literatura artificial.
Bolaño tiene fama de decir lo que piensa con la misma soltura con que fuma un cigarro. Sus comentarios han generado más de una polémica y siempre desconcierta por esa mezcla de afirmaciones relativizadas con juicios categóricos. Ahora, está molesto con los escritores que sólo piensan en sí mismos:
"Cada escritor parece obsesionado en autopromocionarse , y la autopromoción o el arribismo, como todo el mundo sabe, no deja tiempo para nada más. Bueno, sí, deja tiempo para ser cobarde".


(De "Dejo que me plagien con total tranquilidad" entrevista por Alvaro Matus)

Está la acepción más común del carnet de baile, el adminículo con el que el relato de Bolaño adopta cierta similitud. Pero hay más:

En el año de 1937, el director francés Julien Duvivier presentó una cinta titulada Carnet de baile (Un carnet de bal), obra que es un relato conmovedor y desencantado, que trata acerca de la juventud perdida y un intento de recuperar el tiempo vía los recuerdos, en ésta se cuenta la historia de una mujer que recientemente ha enviudado y quien al revisar algunos papeles personales encuentra su carnet (o cuadernillo) de baile, documento en el cual están anotados los nombres de los hombres que la pretendieron y que bailaron con ella en su baile de presentación en sociedad (costumbre que se practicó a lo largo del siglo XIX en esas ceremonias sociales en que se convirtieron los grandes bailes de salón), con este pretexto la mujer inicia una búsqueda de sus antiguos pretendientes, encontrando que la mayoría de ellos han muerto o están totalmente dedicados a una rutina absurda, es entonces cuando la mujer adopta al hijo de uno de sus pretendientes, al que más amó según se da cuenta en el transcurso de su búsqueda y, finalmente motivada por este propósito, cuando el joven es mayor de edad lo inicia en su primer baile de sociedad, aconsejándole que "el primer baile es tan importante como el primer cigarrillo; pero ni uno más."

Metamorfosis , por Alejandro Cervantes: La Jornada Michoacán, 28 de febrero de 2005


Para Bolaño los paradigmas literarios están en el borde del desierto: Cesárea Tinajero en Los detectives salvajes, José Ramírez en Dentista simbolizan de alguna manera que la poesía y la narrativa, la literatura en definitiva, puede brotar de cualquiera de nosotros. Tinajero y Ramírez serían maestros literarios absolutos e ignotos (tal vez precisamente por eso lo son) y se oponen a los reales maestros literarios de Bolaño, aquellos autores a los que admira, y también a los que detesta. Autores ideales opuestos a autores reales que mantienen una lucha constante, como Bolaño, para alcanzar la perfección.
Ya dijimos con anterioridad como Bolaño literaturaliza la vida. Muchas de las cuestiones contenidas en Carnet de baile se corresponden con elementos autobiográficos que Bolaño relató en numerosas ocasiones (o eso o la invención de la vida real escrita o narrada en entrevistas, que a los efectos que nos interesan es lo mismo, aunque debemos suponer que lo que Bolaño cuenta en sus entrevistas no debe estar muy alejado de su realidad vivida, pero aceptamos el derecho de todo autor de inventarse a sí mismo) (que seguramente no es el caso) Esos acontecimientos que aparecen de una manera u otra en relatos novelas y entrevistas funcionan a modo de autobiografía:

Los libros de memoria suelen ser grandilocuentes, a veces desde el título mismo; piense, si no, en Confieso que he vivido, un título estúpido donde los haya, pues nadie, ni el torturador más necio, tratará de hacer confesar a alguien que ha vivido. Una respuesta tonta a una pregunta inexistente.

(Diario El Mercurio, Santiago, 18 de abril de 2003)


La autobiografía en Bolaño debe tomar otro aspecto. Aparece diseminada a lo largo de sus textos y sólo por comparación con sus declaraciones sobre sí mismo puede desentrañarse aquellos hechos que pueden ser considerados autobiográficos, pero, paradójicamente, al figurar en textos de ficción no podemos considerarlos plenamente como hechos de la vida del autor.

Así pues, estamos como al principio.

Todo está ya dicho y para Bolaño importa la forma de contarlo... pero también está todo dicho y de mil maneras diferentes, pero a Bolaño le interesa la estructura, pero...


-¿Piensa que escribe bien?
-Si quieres una respuesta sincera, sí, creo que escribo bien. Lo que pasa es que yo trabajo con formas y estructuras y de pronto el texto me puede quedar maravillosamente bien, pero si no se adapta a la estructura previa, empiezo a corregir como un loco.
-¿Es un arquitecto de la escritura?
-No, porque antes de la estructura aparece el argumento, una masa informe donde sólo late la sangre, la experiencia, laten imágenes; es como una pesadilla sincopada. Y la estructura es la manera de que se haga literariamente legible, claro, porque tampoco me interesa contar mis pesadillas.

Diario El Mercurio, Santiago, 28 de febrero de 1998


Tal vez la estructura sea la única forma de tender puentes hacia esa perfección inalcanzable, ese ideal platónico de la obra maestra literaria, y es obligación del autor reconocer que todo es esquema, borrador, esbozo de una Obra Total que el autor sabe no escribirá jamás.
Borges lo sabía. También Bolaño.
Si hemos intentado definir “lo bolañiano” como una sensación de incompletitud, de extrañeza en lo real y desolación anímica injustificada, Carnet de baile introduce una nueva dimensión en el concepto, la forma más descarnada de la literatura. Y el adjetivo no es casual. Carnet de baile es el esqueleto de un relato. Bolaño nos muestra sesenta y nueve puntos por donde un posible relato (llámese Carnet de baile o no) podría transcurrir, un relato en el que de nuevo se literaturaliza la realidad, tanto en los hechos como en las opiniones literarias de su autor.
Podría ser el mismo relato de siempre pero no es así.
Y no lo es porque gracias a su forma Carnet de baile se convierte en un texto remarcable, con en el que podemos visualizar la estructura de los relatos de Bolaño. Tenemos ante nosotros el esqueleto, el armazón que se ramifica en todas direcciones y que,l al mismo tiempo, avanza imperceptiblemente a través de las numerosas digresiones que forman el alma de “lo bolañiano”.
Así podemos comprobar como en sus relatos no hay un tema predominante (lo que me ha llevado a decir que “no se cuenta nada” en referencia a esa falta de hilo argumental principal) En Dentista, por ejemplo, tan significativo es el miedo en los edificios vacíos como la maestría narrativa (que nos es escamoteada) de José Ramírez; en Gómez Palacios tanto el reflejo en un retrovisor como la luz verde; en nuestro caso tanto su detención en Chile en 1973 como sus opiniones sobre Neruda y los poetas chilenos.
Lo bolañiano es un devenir, un transcurrir por las palabras y las frases que se combinan en precisas (y bellas) construcciones narrativas. Lo bolañiano es la búsqueda del placer literario tanto para el autor como para el lector.
El truco, la maestría de Bolaño, queda patente en las ramas de este hermoso árbol sin hojas ni frutos que es Carnet de baile.


(Los fragmentos de entrevistas extraídos de Bolaño por sí mismo, Ed. Universidad Diego Portales, 2006)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Otro relato, o esqueleto de relato, como afirma Portnoy, con narrador en primera persona, un narrador muy cercano a Bolaño, o a Belano, con el que el autor parece sentirse muy cómodo.
Estoy de acuerdo contigo, Portnoy, en tu definición de lo bolañiano, esas precisas y bellas construcciones narrativas que animan al lector a seguir adelante en la lectura aunque no haya un tema predominante.

No leí a todos los poetas que se citan en el relato pero, entre Neruda y Vallejo, me quedo con este último. Coincido con el narrador cuando escribe: “no puedo leer el libro de memorias de Neruda sin sentirme mal, fatal”; algunas veces es mejor no conocer la vida de los escritores que nos gustan, pueden condicionarnos la lectura de sus obras.

También el pesimismo, presente en casi todos los cuentos de este libro, aparece al hablar de la imposibilidad de comunicación, al pensar que su nombre desaparecerá de la historia de la literatura:

“Cuando nuestros nombres ya nada signifiquen, su nombre seguirá brillando, seguirá planeando sobre una literatura imaginaria llamada literatura chilena”.

¿Perdurará Neruda y no Bolaño? Tengo serias dudas de que esto ocurra.

También me gusta mucho el novelista argentino Manuel Puig, al que aluden en el relato; hace bastantes años que lo leí, tengo casi todas sus novelas; necesitaría releerlo para saber si aún me sigue gustando.

Acabo copiando el poema de César Vallejo citado en el relato.

MASA

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: “¡No te mueras; te amo tanto!”.
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
“¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien mil, quinientos mil,
clamando: “¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!”.
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: “¡Quédate, hermano!”.
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporose lentamente
abrazó al primer hombre, echose a andar...

Anónimo dijo...

Hola Portnoy,

He encontrado un artículo sobre Bolaño, y he pensado que tal vez te guste, a ti y a tus lectores. (Quizá lo leíste en su día).

Dejo el vínculo:

http://blogs.elboomeran.com/feliciano/2006/05/bolao_siempre.html

Un saludo.

Lucas.

Anónimo dijo...

Carnet de baile me ha parecido una maravillosa entrevista con sólo respuestas. Una de esas (escasas) entrevistas donde un autor deja jugosísimas opiniones, vivencias personales y anécdotas curiosas.
En la contraportada del libro dice: En "Carnet de baile" se dan 69 razones para no bailar con Pablo Neruda. Yo añadiría que se dan otras tantas para bailar con Roberto Bolaño.

Portnoy dijo...

Sí, Valdecuélabre, no acabo de entender esa nota de la contraportada... casi ninguna, de hecho no sé para que intentan explicar nada en las contraportadas... hace tiempo que dejé de leerlas, sobre todo las de Anagrama que son capaces de destriparte el argumento de una novela de Nabokov... en serio, es lamentable.
El cuento o relato o entrevista me ha parecido brutal y hermoso (o hermosamente brutal)
Del enlace que nos deja Lucas destacaría esta frase:
El poeta Wayne Koestenbaum insistió en la voz poética del novelista. Encuentro interesante su vocación poética. Existe una intensidad monológica similar a la de Sebald y Bernhard. Es la peregrinación de un escritor. Es su tono herido. La novela de educación de un escritor. Bolaño narra desde una bruma. Es una figura como Bartleby. Se adentra en el vacío que se encuentra detrás de la literatura. Parecen novelas, pero debajo se encuentra el sentimiento y la emoción.

Gracias por el poema, Fuca. Verdaderamente sería injusto que Bolaño no perdurase. Sí, injusto.

(Ah, no hace demasiado que leí a Puig y no envejece mal)
Un saludo y muchas gracias por vuestros comentarios

Natalia Book dijo...

La verdad que tras leer el post de Portnoy y los comentarios anteriores no se que decir. Me parecen muy buenos. Así que sólo voy a decir algo muy simple. Cuando comenzamos a leer estos relatos me decían que lo bueno estaba por llegar. Y creo que así es. Si al anterior relato me pareció de lo mejor. Este me parece casi mejor si cabe. No se decir la razón, pero es de esos textos que cuando los terminas te queda una sensación magnífica. Ahora, vamos a por el último. Yo los voy leyendo a medida que vas publicando los posts, así que espero ansiosamente el próximo.
Saudos y gracias por vuestros comentarios son magníficos

J. G. dijo...

He descubierto a Bolaño hace muy poco en Los detectives salvajes que precisamente estoy leyendo ahora.

2.666 me espera después. Luego ya veremos.

Saludos.

[ Hródric ] dijo...

en las pocas entrevistas que Bolaño dio a medios chilenos (de los cuales un 0,5% atinaba en sus preguntas) se apreciaba un individuo que sencillamente no rendía culto a su persona sino a su obra o más bien a la obra de otros. no era alguien que hiciera caso a los lisonjeros ni que se ahorrara franqueza. lo cual hizo que los lisonjeros se unieran a los envidiosos y reformaran su gremio para minimizar (o también "ningunear")no sólo la obra de Bolaño sino también a su persona.

Neruda se autopromocionaba, por eso tiene bustos, por eso se Hollywoodizó...

la Mistral le devolvió la mano a su país y no dejó que sus obras quedaran en manos chilenas...

nadie es profeta en su tierra...

aún no leo a Bolaño. bah, quiero decir que aún no leo Los detectives salvajes... me aterra el hecho de haber leído sus entrevistas y algunas reseñas...

haré caso omiso al miedo y asumiré mi falta...

Muy buen blog.

david dijo...

Jesús, no ataques solo las novelas, no puedes perderte los cuentos de Bolaño. Para mí, con Cortázar y Monzó, forma la santísima trinidad del cuento.

Y considero imposible que Bolaño no perdure. Venderá poco, por no haber jugado en el circo y por haber sido como era, pero quien lo lee no lo olvida, cosa que a día de hoy pasa poco y que a la larga garantiza la inmortalidad. O el remedo de inmortalidad, porque la inmortalidad literaria ya decía él mismo que era una chufla, en una entrevista que no sé si habéis visto,

http://www.youtube.com/watch?v=m3KNGgWIOx4

Si no lo habéis visto no sigáis leyendo o esto será como una contraportada de Anagrama. Excepto la última frase de la respuesta, que imagino que será la despedida.

Genial el tipo, filosofando sobre si está en la entrevista o soñando, o cuando le dicen que a la vuelta de publicidad hablarán de la "nueva narrativa chilena" y él se remueve y dice "nos adentramos en terreno movedizo", ja ja.

Totalmente de acuerdo con Hródic, muy buen blog, un saludo.

Portnoy dijo...

Hombre, David, yo no creo que Bolaño venda poco y parte de su fama se consolida gracias a su postura outsider. Se podría recopilar una serie de respuestas "contundentes" dadas en sus entrevistas al modo de Nabokov.
Pero creo que lo importante es la calidad literaria de su obra, tanto la de sus relatos como la de sus novelas.
Gracias a ti, y a Hródic a quien olvidé responder, por vuestros comentarios.
Un saludo

Anónimo dijo...

en "los detectives salvajes" hay un capitulo que cuenta como Belano se pone a llorar en la casa de jodorowski. ¿alguien se acuerda que capitulo era ese?