12/12/06

Putas asesinas VII: El retorno , de Roberto Bolaño

Mi experiencia, entre otras mil cosas, me hace pensar que tras la puerilidad de los norteamericanos a veces se esconde algo que los europeos no podemos o no queremos entender.
Roberto Bolaño, El retorno.


Tras esta frase quizás se oculta el secreto de El retorno. Quizás no, quizás no haya ningún secreto. Que la “transición” del narrador-protagonista del relato se resuelva como en una película comercial estadounidense, de la que todos hemos oído hablar (¡ja!) deja en evidencia las características del relato: claro, directo y sin demasiadas complicaciones.
Hemos pasado de Tarkovski a películas porno con interludios surrealistas, y de un posible diálogo tarantiniano al relato de fantasmas made in Hollywood... tal vez a El fantasma y la señora Muir de Mankiewicz, película favorita de Javier Marías, como me recuerda Fuca.

Antes de nada alguna consideración subjetiva al respecto:
Hace un par de años leí Putas asesinas: De los relatos que forman el libro pocos me habían quedado en la memoria, lo cual sólo significa que o bien no presté demasiada atención a la lectura o bien no me impresionaron lo suficiente. Entre los que quedaron en el recuerdo no figura El retorno. Es más, volví a leer el relato la semana pasada para empezar un borrador para el comentario semanal... pero el lunes había olvidado el título del relato... y su contenido.
Repito, estás consideraciones no demuestran nada... indican hechos

A pesar de estar articulada en torno a una anécdota mínima, me resisto a calificar El retorno como epifanía. Siguiendo a Joyce el término parece estar muy ligado a la realidad y lo que Bolaño nos cuenta pertenece al campo de la ficción literaria. Si algo se puede destacar en El retorno es la manera en que Bolaño recoge un tema clásico, la historia de fantasmas, y lo reduce a una cotidianeidad aplastante en la que únicamente se salva el hecho de ser narrado. Porque, de nuevo, “no se cuenta nada”, o lo que se cuenta es menos relevante que la atmósfera en que se desenvuelve “lo que se cuenta”, y, de nuevo, es ese sentimiento de desolación y desamparo la que impera en el texto. Pero a diferencia de como acostumbra en El Ojo Silva o en Gómez Palacio o en Últimos atardeceres, esa desolación no es salvaje y suicida. En esta ocasión nos enfrentamos a una tristeza irónica, a un conformismo jovial con el que Bolaño nos enfrenta a la intrascendencia de lo, supuestamente, trascendente.
Pero para conseguir este efecto el relato se convierte en un ir y venir del cadáver y el fantasma por las calles de París, lo cual, teniendo en cuenta que desde el primer párrafo del relato sabemos más o menos dónde terminará el periplo, se convierte en una parte, no diremos sin sentido, pero sí redundante, como si Bolaño, por una vez, se detuviese demasiado en los aspectos mecánicos de “lo que ocurre”, demasiado “visual” al estilo de la líneas de un guión destinado a mostrar el movimiento de personas y vehículos, más largos en el texto que lo que después queda plasmado en imágenes. Tanto tráfico rellena el texto pero desluce, literariamente el conjunto.

Yo creo que estamos de nuevo ante un texto rápido, tal vez compuesto para competir en un concurso cuya temática fuese “Fantasmas”... El retorno no es el mejor Bolaño que todos queremos encontrar o redescubrir.

Lamento que la espera solamente sirva para desvelar una nueva decepción.
(Me fastidia porque no quiero hablar mal de un escritor al que admiro, que me ha proporcionado momentos de gran placer como lector, de los más intensos e interesantes de los últimos años. Pero...)

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Olá, descobri teu blogue e gostei muito.
Abraços
Emerson Wiskow - Brasil

Anónimo dijo...

no hay problemas por la demora, Portnoy. Otras cosas se esperan por siglos, y casi nunca aparecen...
saludos.

Anónimo dijo...

Pues a mí, que no me suelen gustar los cuentos de fantasmas, me parece interesante este relato de Bolaño. Estoy de acuerdo contigo, Portnoy, en que está narrado en un estilo claro, directo y sin demasiadas complicaciones, pero discrepo cuando afirmas: “Porque, de nuevo, “no se cuenta nada”, o lo que se cuenta es menos relevante que la atmósfera en que se desenvuelve “lo que se cuenta”. Sí se cuenta algo, nos dice que Jean-Claude Villeneuve es necrófilo, y es este personaje el que a mí me interesa, ese descenso a los infiernos, ese contraste entre lo que se aparenta y lo que se es realmente. JCV es un modisto rico y famoso que, en contra de las apariencias, es un ser solitario e inseguro, incapaz de relacionarse con vivos y que va a encontrar un interlocutor en este narrador fantasma, al que le abre su corazón, al que es capaz de confesarle su fragilidad, una “fragilidad que se asemejaba a una demolición en cámara lenta e infinita”.

Y también aparece entre líneas la crítica social, en este caso les toca el turno a los funcionarios:
“Pero fui hasta la sala de autopsias y escuché cómo el forense y su ayudante, una chica bastante agraciada, trabajaban, eficientes y rápidos, tal como sería deseable que hicieran su trabajo todos los funcionarios de los servicios públicos”.

(La chica era agraciada ¿y el forense? Se nota que el autor de estos relatos es un hombre).

Un saludo.

L dijo...
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Anónimo dijo...

Supongo que es difícil enfocar un relato de estas características, intentar contarlo de un modo novedoso, dentro de una temática muy trillada tanto en cine como en literatura, y dotarlo de una cierta "credibilidad" para que resulte convincente y el pacto escritor-lector no se vea muy perjudicado. Si además eliminas la intriga en las tres primeras líneas anticipando el final, pues más difícil aún.
Desde luego que no es un gran relato, pero Bolaño sale airoso de la situación. Es un escritor que sabe acaparar la atención del lector desde la primera línea, y casi siempre mantiene ese punto de tensión necesario para que la historia no decaiga. No importa que sepamos dónde acabará el cadáver, con quién y para qué, hay algo que late en el trayecto, algo que mantiene al lector en alerta. Bolaño (al menos a mí) no aburre, e incluso en relatos menos afortunados subyacen historias de gran interés, historias de una gran soledad, historias de la sociedad en la que vivimos. No es poco.

Anónimo dijo...

Dispensen mi ignorancia, cuál es el libro excepcional de Bolaños?

Portnoy dijo...

Obviaremos el último comentario... sí nuestro anónimo interlocutor no sabe la respuesta a su pregunta de nada servirá que le contestemos.

Fuca: El narrador es un hombre y narra como tal... en Putas Asesinas el narrador era una mujer... ¿se notaba o dominaba el autor-hombre? Lo digo porque quizás ese fuese un buen argumento para la identificación autor-narrador de los primeros relatos del libro, cierta imposibilidad de librarse del autor por parte de los narradores.
;-)

Ahhh, y gracias por enseñarme que es lo importante del relato, el personaje de Villeneuve: Llegamos al tierno necrófilo, conocemos su historia y luego, de alguna manera, le dejamos hablando solo, ni siquiera el narrador-fantasma atiende a sus palabras. Por eso decía que ene este caso "lo que se cuenta" es menos importante que "como se cuenta". Porque lo interesante en el modo de enfocar este relato por parte de Bolaño es que consigue inclinarnos, entre la ternura y la ironía, por la segunda opción... ¿olvidamos también los lectores a Villeneuve al centrarse la historia en un narrador egoísta?

(Yo me daría con un canto en los dientes, Luis, sí)

Valdecuélabre, pienso que si hoy tuviese que hablar sobre El retorno lo haría de otra manera... pero me mantengo firme en la idea de que los relatos de Bolaño funcionan mejor dentro de una estructura que independientemente... pero es sólo una opinión personal.

Emerson, un placer... me alegra que te guste.
Gracias, Bardamu... aunque eran excusas de blogger, ya se sabe, esos quejicas que escriben. Me alegra verte por aquí. Un saludo.

Gracias por vuestros comentarios.

Anónimo dijo...

Portnoy, creo que es imposible que un narrador se libre del autor que lo crea; un hombre puede intentar ponerse en la piel de una mujer e imitar sus pensamientos y vivencias pero no puede transformarse en una mujer, lo mismo pasa al revés. Me parece que es fácil intuir detrás de los narradores de Virginia Woolf o de Martín Gaite a mujeres, aunque no haya marcas de género en sus intervenciones; algunas veces es más complicada la percepción de lo masculino o femenino en los narradores, pero es difícil que pase desapercibida para un lector o lectora atenta (¿debería poner atento?, ¡menuda “teima” la de los académicos!, hoy JM en EPS, la semana pasada Pérez Reverte).

Bolaño es un hombre, narra como hombre, y a mí me gusta más cuando sus narradores no tienen género o son masculinos, me resulta difícil ponerme en la piel de la narradora de “Putas asesinas”. Un saludo.

Portnoy dijo...

A eso me refería, Fuca... si se hace difícil la identificación es porque la voz de la narradora no convence. Por lo que dices no lo hace porque el autor es masculino. Es un tema antiguo y de solución bastante improbable... supongo.
Habría que probar con un narrador neutro, tal vez la voz omnisciente o algún recurso que no dote de personalidad al autor.
En fin, gracias por tu comentario.

Natalia Book dijo...

Siento no haber podido comentar nada de los relatos anteriores, pero sí que he seguido vuestros comentarios. Prefiguración de Lalo Cura me pareció un buen realto, y Puta asesinas también (aunque fuí incapaz dequitarme de la cabeza a los protagonistas de Hard Candy).
En cuanto a este, me decepcionó el final.
El hecho de saber desde el principio del relato su final no quita ningún mérito al relato, y creo que va construyendo muy bien la historia. Pero su final es muy simple, no está a la altura. Esperaba otra cosa, algo que me sorprendiese, precisamente por el hecho de saber de antemano dónde acabaríamos, pero no cómo.
En cuanto a lo de si un hombre puede expresar los sentimientos de una mujer (o lo contrario), yo creo que sí se puede. Quizás deberíamos leer algna novela sin conocer el autor.
Como anecdota citar la cantidad de gafas y miopes que aparecen por la historia.
Saludos

Gonzalo dijo...

hola..
estoy leyendo todos los cuentos de bolaño ( ya lei los detectives salvajes y la felicidad que me produjo es enorme). y queria decir que me encantan estas reseñas de los cuentos y los comentarios...
este cuento particularmente no me gusto, pero lo que si me gusto es el parrafo inicial:

tengo una buena y una mala noticia. la buena es que existe vida ( o algo parecido) despues de la vida. la mala es que jean claude villeneuve es necrofilo.


ese parrafo que dice todo el cuento..
me gustò esa sintesis.
en putas asesinas, el cuento que mas me gusto es vagabundo en francia y belgica. tiene todo el encanto de bolaño

Abenjacán dijo...

"El retorno" es un cuento de gran valor en la literatura contemporánea por su cualidad de atípico. Y no se lo puede leer como un cuento del siglo XIX, ni como uno de principios del XX. Incluso es recomendable que no se lo compare con los otros cuentos de "Putas asesinas"; eso sería ver cada cuento como un capítulo de novela.

Editor Dictador dijo...

Saludos desde Puerto Rico. La realidad es que este cuento de Bolaño no es mi favorito pero tiene algo que indudablemente nos lleva al comentario, a la discusión, a tomar posturas. Una de las cosas que me gusta de Bolaño es su realismo o cuasirealismo extremo y este relato o cuento me sorprendió porque -a mi entender- es uno (si no el único) de los cuentos bolañianos que rompe con su estilo. Ese rompimiemto ni siquiera es completo, el aparecido, el fantasma, el espectro o como se le quiera llamar no hace nada ultra fantástico como podría hacer otro tipo de fantasma, solo persigue su cuerpo y observa y narra y escucha y siente tristeza como si fuese un ser humano y no un espectro. Este cuento ciertamente no es el mejor cuento pero no creo que sea el peor tampoco o que no merezca reconocimiento por la temática. Ese primer párrafo del cuento es una joya porque nos introduce a los dos personajes principales y las características que moverán la trama hasta el final. Te felicito por esta página,ya que mantiene unidos a los lectores y ofrece la oportunidad de hacer comentarios y emitir opiniones. Un abrazo a todos y todas de parte de Gean Carlo Villegas desde http://puertorricuentos.com