tras un pasillo y una puerta
que se abre a otro pasillo, que
sigue hasta perderse
que se abre a otro pasillo, que
sigue hasta perderse
desde un pasaje que conduce
a la escalera que remonta
a las terrazas
a la escalera que remonta
a las terrazas
donde la luna multiplica
las rejas y las hojas
las rejas y las hojas
hasta una alcoba en la que espera
una mujer de blanco
al término de un largo recorrido
una mujer de blanco
al término de un largo recorrido
más allá de una puerta y un pasillo
que repite las puertas hasta el límite
que el ojo alcanza en la penumbra
que repite las puertas hasta el límite
que el ojo alcanza en la penumbra
por un zaguán en el que hay una puerta
cerrada, que vigila un hombre
cerrada, que vigila un hombre
en una operación combinatoria
en la que el muerto boca abajo
es otra indagación que recomienza
en la que el muerto boca abajo
es otra indagación que recomienza
ante un espejo que denuncia
o acaso altera las siluetas
o acaso altera las siluetas
4 comentarios:
Triplete de postazos ¿eh? Fas-ci-nan-te. Me encanta el de Cortázar y Resnais, de hecho ahí tenemos germenes de futuras piruetas (o quizá posteirores) de Barth y Coover (sesión de cine, se llamaba el libro)¿no?
Me lo del.icio.seo.
¡Un saludo!
Hola, me gustó mucho el blog, buena fotografía y contenido, te dejo saludos y te invito a mirar el mio, es nuevo aún pero está en proceso, suerte! chao!
Impresionante, sí señor. Un aplauso.
Alvy, no conozco ese libro del que hablas... ¿puedes dar más pistas?
:-)
Gracias por vuestros comentarios, pero ya sabéis, el mérito es de otros... de Cortázar, de Resnais...
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