6/6/19

Fanged noumena, de Nick Land

Este libro lo voy a colocar entre Nova Express de William S. Burroughs y Ciclonopedia de Reza Negarestani. No solo porque la de Burroughs es una clara inspiración para algunos textos de Land (incluso la menciona y la “inspiración” no es solo literaria, ya volveremos a ello), ni porque Negarestani consultase a Land cuando coincidieron en el New Centre for Research & Practice (¿alumno y profesor?), ni porque el escritor y filósofo iraní colabore en Collapse, la revista que edita Robin Mackay, alumno de Land y autor del prólogo de Fanged noumena. Los voy a colocar juntos porque van a constituir la triada de libros que he leído con placer sin entender prácticamente nada.

El libro está compuesto por una serie de ensayos o textos inclasificables de conferencias, pseudoconferencias y performances, de los que de alguna manera el propio Land, según le confiesa a Mackay y este recoge en el prólogo, se siente bastante alejado, como si los hubiese escrito otro Land, que ahora no reconoce. De ahí viene la relación con Burroughs y Nova Express, pues da la sensación que muchos de esos textos o artículos están escritos bajo influencias sicotrópicas. Son una locura lisérgica, plagados de neologismos y conceptos abtrusos, cuyo fin es la descripción de una realidad capitalista-tecnológica que hunde sus pies en mitos ancestrales y que se dirige, o de hecho produce, la eliminación física del individuo cuyas posibilidades electivas son más bien ninguna. Así Burroughs, Lovecraft, el Neuromante de Gibson, la música jungle y también Kant y Deleuze y Guattari:

El deseo maquínico es la operación de lo virtual que se implementa a sí mismo en lo real, revirtualizándose y produciendo realidad en un circuito. Es eficiente y no aspiracional, aunque su efectividad es irreducible a la causalidad progresiva, ya que es inmanente al tiempo efectivo.

(abro el libro al azar y copio; de la traducción (prodigiosa) de Ramiro Sanchiz para Editorial Holobionte)

La retroalimentación positiva es el diagrama elemental de los circuitos autorregenerantes, la interacción acumulativa, la autocatálisis, los procesos autorreforzantes, la escalada, la cismogénesis, la autoorganización, las series compresivas, el deuteroaprendizaje, las reacciones en cadena, los círculos viciosos y la cibergénica. Estos procesos resisten la inteligibilidad histórica, dado que vuelven obsoleta cualquier analogía posible de cambio anticipado.

El caso es que sufrí una especie de proceso evolutivo durante la lectura de los textos. De la incomprensión casi total de lo que quería comunicar pasé a considerar la colección de artículos como una especie de novela, que fue básicamente lo que hizo Negarestani en Ciclonopedia. Una novela de ciencia ficción ciberpunk y terror lovecraftiano súmamente crítica con la sociedad actual, narrada por una voz lisérgica en completa fuga de la realidad.

Y esto, señoras y señores, es un gran ejemplo de lo que debería ser la narrativa contemporánea.

(En otro orden de cosas, en el personal, la verdad es que me ha estimulado a escribir sin ningún complejo... hay textos que tienen esa virtud o que creo que la tienen, la de animarme a seguir escribiendo olvidando límites y restricciones. Todo es posible en literatura, aunque nadie quiera publicarlo)

11 comentarios:

hoeman dijo...

Este tipo de literatura, creo, es al mismo tiempo adictiva y aborrecible, es decir, una vez la lees engancha pero justo antes de hacerlo invade la pereza y el sopor...

Portnoy dijo...

Sí, algo así... y durante la lectura te preguntas "qué c... hago leyendo esto?
Un saludo y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Y esto, señoras y señores, es un gran ejemplo de lo que debería ser la narrativa contemporánea.

Enhorabuena por la frase (por la clarividencia).

Anónimo dijo...

Lo mismo, ese estímulo para lo creativo, me sucedió luego de leer "El Padre Muerto", de Barthelme. A propósito, me sorprende no encontrar referencias a Don B. en este caudaloso blog.

Portnoy dijo...

No me atrevo con Donald Barthelme... quizás algún día.
Gracias por vuestros comentarios.

Señor S. dijo...

Lo tengo pendiente. De Nick Land solo he leído Colapso, el texto que viene en Aceleracionismo, y me pasó lo mismo, lo disfruté sin entender prácticamente nada. ¿Deleuzoguattarianismo anfetamínico? Farragoso pero fascinante.

Saludos

Portnoy dijo...

A continuación he leído Rizoma (Introducción) y he entendido de donde vienen algunos conceptos de Land. Deleuze y Guattari son igual de fascinantes... y precursores de Land y Negarestani. Entiendo que en ese camino hay algo muy interesante para la narrativa, pero me cuesta darle una forma coherente.
Gracias por tu comentario, S. Un saludo... (y que sepas que leo tu blog con mucho interés)

Ramiro Sanchiz dijo...

Che, gracias por ese tremendo adjetivo sobre mi traducción! Y me encantó la idea de poner a Land entre Burroughs y Negarestani. Aparte, estoy totalmente de acuerdo en que hace falta más de esto en la narrativa contemporánea! Muchas gracias y va un abrazo desde Montevideo.

Portnoy dijo...

Un placer Ramiro recibir tu visita. Y, desde luego, muchas gracias a ti por una traducción que por lo que puedo intuir debió ser titánica.
Nunca estamos lo bastante agradecidos a los traductores.
Muchísimas gracias por tu comentario y un abrazo de vuelta desde la meseta castellana.
Y gracias, gracias, gracias.

Ramiro Sanchiz dijo...

Te puedo asegurar que sudé cada página... y me divertí un montón!
De hecho todavía tengo casi todo el tomo 2 pendiente!
Abrazote!

Portnoy dijo...

Esperando el Tomo 2. ¡Viva!