23/3/14

Un fragmento de Los hermanos Tanner, de Robert Walser

(Kaspar Tanner:) — ¡Preferiría que me llevara el diablo! ¡A Italia! ¿Por qué a Italia? ¿Acaso estoy enfermo para ir a curarme al país de las naranjas y los pinos? ¿Qué necesidad tengo de ir a Italia si puedo estar aquí y sentirme muy a gusto? ¿Podría hacer en Italia algo mejor que pintar? ¿O es que aquí me sería imposible? Piensas que debería ir a Italia porque es muy bella. Pero ¿no es también esto suficientemente hermoso? ¿Puede aquello ser más hermoso que este lugar donde estoy, donde vivo creando, dando veo miles de cosas bellas que seguirán existiendo cuando yo lleve ya un buen tiempo deshecho? ¿Será posible ir a Italia cuando se quiere crear algo? ¿Son las bellezas de Italia más bellas que las de aquí? Tal vez sólo sean más exigentes y precisamente por eso prefiero no verlas. Si de aquí a sesenta años he sido capaz de pintar una ola o una nube, un árbol o un campo, ya veremos si hice bien no yéndome a Italia. ¿Qué perdería no viendo las columnas de esos templos ni esas casas consistoriales como las hay en todas partes, aquellas fuentes y arcas, aquellos pinos y laureles, esos trajes italianos y esos suntuosos edificios? ¿Por qué habría de devorarlo todo con los ojos? Soy capaz de perder los estribos cuando me atribuyen la intención de querer ser mejor artista en Italia. Italia es la trampa en la que caemos de bruces cuando nuestra estupidez es ya supina. ¿Acaso vienen aquí los italianos cuando quieren pintar o escribir algo? ¿De qué me sirve embriagarme de culturas pretéritas? ¿Habré enriquecido así mi espíritu si quiero arreglar cuentas conmigo mismo? No, simplemente lo habré arruinado y acobardado. Por más extraordinaria que haya sido una cultura antigua y extinguida, por mucho que supere a la nuestra en potencia y esplendor, nunca se me ocurriría recorrerla husmeando como un topo, sino que la estudiaría, si fuera factible y hacerlo me divirtiera, en los libros, que están en todo momento a mi disposición.


Fragmento de Los hermanos Tanner de la traducción de Juán José del Solar para Siruela.


1 comentario:

Susana dijo...

Qué buena entrada. Que oportuna para mí. Que bien se desliza uno sobre lo que escribe Walser.
Thanks