En uno de los comentarios de la serie de películas narradas por Bolaño, Playmobil Hipotético dejó la pista definitiva para identificar (para que yo identificase) El hijo del coronel, relato recogido en El secreto del mal: Return of the Living Dead III dirigida por Brian Yuzna.
Al relato me remito.
¿Hay errores en la narración de Andrei Rublev? Ahora mismo no lo recuerdo.
Los hay en El hijo del coronel comparando el relato con la película que lo inspira. Al mismo tiempo no los hay, porque relato y película pertenecen a dos ámbitos distintos. El relato, además, pasa por el filtro de la memoria. La mía, que no es demasiado buena, no recuerda en que película alguien come una hamburguesa cruda. No es en Return of the living dead III como se afirma en el relato.
Pero estos errores son lo de menos.
Lo importante es el ejercicio que Bolaño repitió en numerosas ocasiones de narrar una película. Me hace pensar en las películas porno del anterior post… me hacen pensar en la película pornográfica de Robert Rodríguez. ¿Corresponderán los relatos con películas reales? ¿Existirá esa misteriosa película de Rodríguez? (y si existe ¿a quién le importa?) (¿y tiene algo que ver con que Planet Terror “comparta temática”, con Return of the living dead III?) (no… las fechas no coinciden) (y no me imagino a Rodríguez leyendo a Bolaño)
El inicio del relato insinúa una relación entre la película de Yuzna y la vida del narrador:
Hay dos o tres aspectos que convendría reseñar.
El narrador.
Como en otras ocasiones Bolaño juega a confundir al lector con la primera persona. No me puedo imaginar a nadie cuya vida en el “puto planeta Tierra” sea similar a la que se narra en Return of the Living Dead III. Pero además queda la duda de si su biografía es la del “hijo del coronel” o la de Julie, la zombi enamorada ( o la de la teniente coronel Sinclair, interpretada por la siempre "inquietante" Sarah Douglas).
La (aparente) inconclusión.
La confesión del principio de nuestro narrador a punto de caerse del sillón parece que requiera una explicación ulterior. En Días de 1978 “cuando B deja de hablar, U está llorando”. En El hijo del coronel, cuando la película acaba se termina la narración. ¿Quiere esto decir que el relato pertenece a un texto más extenso? ¿Tal vez material desechado de 2666, o de la novela inédita que se publicará en breve?
El texto y las imágenes.
Hay quien sostiene que en muchas ocasiones las películas de serie B (aunque pasa más con las Z) son mejores contadas que vistas. Aquí tenemos un atípico film de zombis que en manos de Bolaño se convierte en otra cosa. La narración de una película es algo así como la explicación de algo que uno ha visto a quien no lo ha visto. Para mí, puesto que el relato antecede a la película, la sensación que me ha producido el relato es superior a la que me produce la película ( y ésta me gusta por razones que ahora no vienen al caso). Viéndola, tengo la sensación de saber ya todo lo que ocurrirá, pero aún así ambas manifestaciones no se contraponen, son como dos niveles de lectura de un mismo texto que al final se complementan. Como lectores de Bolaño debemos ver Return of the Living Dead III. Como espectadores de la película debemos leer el relato.
Los motivos críticos.
Resulta paradójico que un narrador que empieza un relato cagándose en la hostia santa se lance después a una comparación filosófica-literaria de las películas de zombis. Pero, en fin, así era Bolaño. Genial.
El hijo del coronel; Roberto Bolaño, El secreto del mal.
Al relato me remito.
¿Hay errores en la narración de Andrei Rublev? Ahora mismo no lo recuerdo.
Los hay en El hijo del coronel comparando el relato con la película que lo inspira. Al mismo tiempo no los hay, porque relato y película pertenecen a dos ámbitos distintos. El relato, además, pasa por el filtro de la memoria. La mía, que no es demasiado buena, no recuerda en que película alguien come una hamburguesa cruda. No es en Return of the living dead III como se afirma en el relato.
Pero estos errores son lo de menos.
Lo importante es el ejercicio que Bolaño repitió en numerosas ocasiones de narrar una película. Me hace pensar en las películas porno del anterior post… me hacen pensar en la película pornográfica de Robert Rodríguez. ¿Corresponderán los relatos con películas reales? ¿Existirá esa misteriosa película de Rodríguez? (y si existe ¿a quién le importa?) (¿y tiene algo que ver con que Planet Terror “comparta temática”, con Return of the living dead III?) (no… las fechas no coinciden) (y no me imagino a Rodríguez leyendo a Bolaño)
El inicio del relato insinúa una relación entre la película de Yuzna y la vida del narrador:
No os lo vais a creer, pero ayer por la noche, a eso de las cuatro de la mañana, vi en la tele una película que era mi biografía o mi autobiografía o un resumen de mis días en el puto planeta Tierra. Me cago en la hostia santa, el susto que me dio casi hizo que me cayera del sillón.Lo más interesante es que para el narrador de El hijo del coronel, la película que considera (o más bien que “nosotros” consideraríamos) mala, es “una peli verdaderamente democrática”
Hay dos o tres aspectos que convendría reseñar.
El narrador.
Como en otras ocasiones Bolaño juega a confundir al lector con la primera persona. No me puedo imaginar a nadie cuya vida en el “puto planeta Tierra” sea similar a la que se narra en Return of the Living Dead III. Pero además queda la duda de si su biografía es la del “hijo del coronel” o la de Julie, la zombi enamorada ( o la de la teniente coronel Sinclair, interpretada por la siempre "inquietante" Sarah Douglas).
La (aparente) inconclusión.
La confesión del principio de nuestro narrador a punto de caerse del sillón parece que requiera una explicación ulterior. En Días de 1978 “cuando B deja de hablar, U está llorando”. En El hijo del coronel, cuando la película acaba se termina la narración. ¿Quiere esto decir que el relato pertenece a un texto más extenso? ¿Tal vez material desechado de 2666, o de la novela inédita que se publicará en breve?
El texto y las imágenes.
Hay quien sostiene que en muchas ocasiones las películas de serie B (aunque pasa más con las Z) son mejores contadas que vistas. Aquí tenemos un atípico film de zombis que en manos de Bolaño se convierte en otra cosa. La narración de una película es algo así como la explicación de algo que uno ha visto a quien no lo ha visto. Para mí, puesto que el relato antecede a la película, la sensación que me ha producido el relato es superior a la que me produce la película ( y ésta me gusta por razones que ahora no vienen al caso). Viéndola, tengo la sensación de saber ya todo lo que ocurrirá, pero aún así ambas manifestaciones no se contraponen, son como dos niveles de lectura de un mismo texto que al final se complementan. Como lectores de Bolaño debemos ver Return of the Living Dead III. Como espectadores de la película debemos leer el relato.
Los motivos críticos.
Resulta paradójico que un narrador que empieza un relato cagándose en la hostia santa se lance después a una comparación filosófica-literaria de las películas de zombis. Pero, en fin, así era Bolaño. Genial.
(…) os prometo que hacía tiempo que no veía una peli verdaderamente democrática, es decir verdaderamente revolucionaria, no lo digo porque la película en sí revolucionara nada, ni de lejos, más bien estaba pobrecita, llena de tics, llena de lugares comunes, de prejuicios y personajes caricaturescos, pero al mismo tiempo cada fotograma respiraba y exhalaba un aire de revolución, digamos un aire en el que se intuía la revolución, no la revolución completa, para que me entendáis, sino un troza más bien minúsculo, microscópico de la revolución, como si vierais, por ejemplo, Parque Jurásico y no apareciera ningún dinosaurio por ninguna parte, vaya, como si en Parque Jurásico nadie mencionara ni una sola vez al jodido reptil, pero la presencia de éstos fuera omnipresente e insoportable.
¿Os vais haciendo una idea? Yo nunca he leído ni una sola obra del Teatro de cámara proletario de Oswaldo Lamborghini, pero os puedo asegurar que al masoca de Lamborghini no le hubiera disgustado ver una noche a las tres o a las cuatro de la mañana El hijo del coronel. ¿De qué iba la peli? Bueno, no os pongáis a reír, iba de zombis. Sí, sí , más o menos como las pelis de George Romero, sin duda, en cierto modo, un homenaje a George Romero y a sus dos grandes películas de zombis. Pero el trasfondo político de Romero es Kart Marx, mientras el trasfondo político de la película de anoche era Arthur Rimbaud y Alfred Jarry. Pura locura francesa.
No os riáis. Romero es claro y trágico: habla de colectivos que se hunden en el pantano y habla de supervivientes (…)
El hijo del coronel; Roberto Bolaño, El secreto del mal.
6 comentarios:
La mina de la segunda foto está rebuena.
Se llama Mindy Clark. Ex-Señora Singer, PARA MÁS SEÑAS.
Sí, y tiene unas perturbadoras apariciones en CSI Las Vegas como la madame de un local sado-maso.
:-)
felicitaciones.
Este texto me pareció realmente de gran nivel. "El hijo del coronel" es uno de los relatos, en su aparente sencillez, que más me impresionaron de "El secreto del mal". Tu artículo va a lo profundo, ciertamente.
Un abrazo.
Hola!
Podrías darme tu nombre para citar tu blog en un trabajo académico sobre Bolaño?
Saludos!
En la columna de la derecha hay una dirección de contacto.
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