23/8/12

Parábolas

Señoras y señores del jurado:
Esta mañana he instalado una persiana partiendo de cero.
He meditado sobre las relaciones entre el trabajo manual y la literatura. No he encontrado ninguna.
Creo que esta es la última postal
A no ser que encuentre un martillo para remachar la siguiente.
Atentamente

4 comentarios:

Manuel Marcos dijo...

Pruebe a dejarse la barba hasta los pies, y luego córtesela con una hoz, es posible que no halle correlación alguna igualmente, pero en todo caso habrá convertido su barba en una persiana, lo cual no deja de ser literario. Estas cuestiones del materialismo dialéctico y el arte están plagadas de conjeturas irresolubles.

Salud

Manuel Marcos

lamarée dijo...

Efectivamente, los bricolagismos conceptuales son la única salvación, si puede ser con elemento orgánico mucho mejor, por ejemplo pintar con disolvente acuoso fruto del sudor da un aire leve, vaporizante, intrascendente a la obra, que la hace apta como aperitivo o entrante, amaro o saladillo, según se mire.

Anónimo dijo...

A lo mejor empezarías a ver alguna relación después de unos cuantos años de instalar persianas todos los días, cuando el dolor de espalda y el cansancio crónico empezaran a entrometerse en tus rutinas de literato puro y a roer tu prosa como óxido. Cuando el callo de coger el bolígrafo quedase cubierto por estratos geológicos de callos de los de verdad.
Yo leo por las tardes, escribo por las noches y me levanto a las seis para asumir mi identidad secreta de obrero no cualificado. No sé si eso me autoriza para hablar de la cuestión. En cualquier caso, éstos son mis dos céntimos.
También decir que tus postales me gustan menos que el resto de tus cosas. Se nota que te da menos tiempo a pensar en lo que estás escribiendo. Ten cuidado o terminarás dando con tus huesos en una cuenta de twitter.
Gracias igualmente por compartir.
Un saludo.

e. r. dijo...

"Ganado tengo el pan: hágase el verso,-
Y en su comercio dulce se ejercite
La mano, que cual prófugo perdido
Entre oscuras malezas, o quien lleva
A rastra enorme peso, andaba ha poco
Sumas hilando y revolviendo cifras.
Bardo ¿consejo quieres? Pues descuelga
De la pálida espalda ensangrentada
El arpa dívea, acalla los sollozos
Que a tu garganta como mar en furia
Se agolparán, y en la madera rica
Taja plumillas de escritorio y echa
Las cuerdas rotas al movible viento."
José Martí

http://www.damisela.com/literatura/pais/cuba/autores/marti/libres/hierro.htm