28/6/12

Vicio propio, de Thomas Pynchon

Algunas cosas que se me ocurren leyendo a Pynchon

1- Vicio propio debería haberse traducido como Vicio inherente. Ya mencioné a propósito de Los reconocimientos que en la novela de Gaddis aparece varias veces el término “vicio inherente”. La característica coral de la novela de Gaddis la enlaza con las novelas de Pynchon. V, sí, pero también Vineland.

2- Vineland, porque de alguna manera Vicio propio parece surgida de las páginas de Vineland.

3- Copio de la wikipedia: “Tras su partida de Boeing, Pynchon pasó sus tiempo entre Nueva York y México antes de instalarse en California, donde, según ciertas fuentes permaneció durante la mayoría de los años sesenta y el comienzo de los setenta. La redacción de El arco iris de gravedad, su obra más célebre, parece haberse desarrollado durante este periodo en un apartamento de Manhattan Beach. Pynchon flirteó con el modo de vida y los hábitos de la cultura hippie
La nota biográfica también incluye que Pynchon padece “una extrema fobia social”.

3.1- Por cierto, alguien debería editar la entrada de la wikipedia y corregir los errores, sobre todo de los títulos de las traducciones de sus novelas: “El arcoiris de la gravedad”, “Vinlandia” “Vicio innato”…

4- Debido a su fobia social confundimos su aislamiento con el de Salinger. Tal vez no sea así.

5- ¿Por qué una persona con una extrema fobia social construye novelas en las que uno de los grados de su complejidad es la abundancia de personajes? Se me ocurren dos posibles respuestas. Una, que Pynchon rememora épocas de su vida en las que tenía una intensa vida social. California, principios de los 70. Otra, que Pynchon es una figura pública que no somos capaces de reconocer.
5.1, ¿cómo es posible que en la era del “control total” de los ciudadanos, con una extensa red de cámaras que controlan todos los actos de nuestra vida, en la que cada persona con un móvil es un reportero gráfico (o cree que lo es), sólo un equipo de la CNN le filmase y usase esa grabación para chantajearle y obligarle a conceder una entrevista? Respuesta evidente: Thomas Pynchon no es quien las cámaras creen que es.
5.2, es decir, cuando las cámaras enfocan a Pynchon, creen que están enfocando a otra persona, ergo, Thomas Pynchon tiene una faceta pública notable, alguien relacionado con el mundo de la música, quizás. Nadie sabe que Thomas Pynchon es Thomas Pynchon.
(Para más información: Thomas Pynchon. Un escritor sin orificios, de Rubén Martín G.)


6. Puede parecer de estas conclusiones que Pynchon vive anclado en el pasado. Lo dudo. Creo que tiene una presencia activa en la Red, que nos observa. Sus comentarios en Vicio propio sobre la incipiente informática de los 70 van en esa dirección.

7. ¿Podría alguien anclado en el pasado definir de esta precisa y sarcástica manera nuestro mundo capitalista actual extrapolándolo de su visión de Las Vegas?:

“Cuando volvió encendió el televisor y vio reposiciones de los Monkees hasta que empezaron las noticias locales. Hoy el invitado era un economista marxista de visita, procedente de unas de las naciones del Pacto de Varsovia, que parecía estar en plena crisis nerviosa.
- Las Vegas – intentaba explicar – se levanta aquí, en medio del desierto, no produce bienes tangibles, el dinero entra a raudales y sale igual, no se produce nada. Según la teoría, este lugar no debería ni existir, ni mucho menos prosperar como prospera. Siento que mi vida se ha basado en premisas ilusorias. He perdido el sentido de la realidad. ¿Sería tan amable de decirme, por favor, dónde está la realidad?”
(Vicio propio, Thomas Pynchon, traducción de Vicente Campos para Tusquets)

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, observar sin saber que los participantes en la escena sepan que sus actitudes y comportamientos pueden ser reproducidos permite esquivar el principio de incertidumbre de Heisenberg.
Si Pynchon tiene una identidad pública y conocida, me gustaría estar vivo el día que eso se conozca.

J. M. dijo...

hay una leyenda auspiciada por el influyente Postmodernism Magazine (uno de sus reporteros afirma haber investigado el caso a fondo) que dice que en realidad Thomas Pynchon es Roger McGuinn, el otrora cantante del grupo musical The Byrds, famoso en los sesenta; de modo que no es que el gran Roger McGuinn haya dejado de lado su enorme capacidad compositiva en formato tonadilla, sino que en realidad el tipo ha amplificado esa misma capacidad, construyendo canciones de mil folios, que ha trasformado en novelas dada la inposibilidad de cantarlas...

Postmodernism Magazine dice, a su vez, que todo se va a saber cuando muera el cantante

Virginia Mendoza dijo...

5. Comparto la posibilidad de que rememore una etapa socialmente más activa, pero también podría ser el anhelo de tenerla. Quiero decir, la toma de conciencia de su fobia y el deseo de salir de ella.

Anónimo dijo...

En catalán sí se ha traducido como "Vici inherent". Lo publicó AraLlibres, traducido por Ferran Ràfols, buen traductor. Todavía lo tengo pendiente, creo que lo atacaré este verano!
marina espasa

Anónimo dijo...

Jim Dodge en una entrevista concedida a Kiko Amat dice que Pynchon un tiempo vivio en Trinidad, una localidad cercaba adonde él vivía, y que si bien pasaba mucho tiempo recluido, salía a bares todas las noches, comía, conversaba con la gente y todo el mundo sabía que en su comunidad había un escritor llamado Thomas Pynchon. yo creo que se sobredimensiona el anonimato de Pynchon, simplemente por intentar innecesariamente agrandar su figura. lo mismo salinger, que iba todas las semanas al supermercado y todos en su pueblo lo conocian. yo puedo decir que el autor del lamento de portnoy vive arriba de un sillón sin jamas bajarse de él, un poco como el protagonista del baron rampante, que usa una caña de pescar cogida de un gancho para tomar las cosas que le quedan lejos y tienen una esclava senegalesa para su higiene personal, pero eso ¡es mito hombre!

Andres Olave

Portnoy dijo...

Solo lo de la esclava senegalesa es mito, Andrés.
Creo que Pynchon debe tener una vida normal. Lo que me admira es cómo logra mantener su anonimato-intimidad en los tiempos que vivimos.
El resto es juego, un, creo yo, divertido juego conspiranoico acorde con sus textos.
Comparto la esperanza de Sperezm, juego con los datos que aporta JM al desvarío general, apunto lo que comenta plausiblemente Virginia y agradezco la nota de Marina (que demuestra que el título original no era descabellado para traducirlo literalmente, con las connotaciones que implica)
Gracias por vuestros comentarios y por "jugar" conmigo.
Un saludo
(una caña de pescar cogida de un gancho... cómo no se me había ocurrido antes)

Anónimo dijo...

Yo creo que las fabulosas descripciones en la obra de Pynchon pueden deberse a una costumbre enfermiza de ver televisión y películas durante buena parte del día. Luego de leer El Arcoiris me dio la impresión de que sus personajes eran algo así como prefabricados, como salidos de una serie de televisión o un thriller de los años 60.

Lansky dijo...

Tanto Pynchon como Salinger, cada uno a su modo y probablemente con motivaciones distintas, me parecen ejemplares en esta época de devoción del escritor (y no de su obra) y de famoseo infecto. Vienen a decir: "¿queréis saber quién soy?. Leedme. Lo demás no os importa"

Aparte de eso, y no quiero ser prosaico, -me gusta mucho-, El Arco iris de la gravedad la escribió 'colocado'

Anónimo dijo...

Primera novela de Pynchon que leo. Primera novela de Pynchon que abandono (y eso que ya iba por la página 300 de unas 400 que tiene la novela, que le den a las últimas 100). ¿Este es el famoso Pynchon?
La verdad, a mí me ha parecido algo INFUMABLE. Este autor te exige un 10000% más de lo que te da. No he tenido problemas en leer a otros autores de esos "inaccesibles", aspirantes a Joyce, postmodernistas o simplemente criptonarrativos tipo DeLillo o Foster Wallace pero este Pynchon ha podido conmigo. Sopor, aburrimiento, tedio, coñazo, no se me ocurren otros términos para definir esta novela.
No veo donde están las cualidades literarias por ningún sitio. Tampoco veo el "humor hilarante", ni la "estructura laberíntica", ni nada. Más bien da la impresión de ser un texto atolondrado, o un autor caótico, desordenado, chapucero, con una prosa que tampoco es como para tirar cohetes. ¿Hay alguna página en la que el protagonista no se "encienda un canuto"? Y Doc se encendió un canuto, y Doc se encendió un canuto. ¿Hay alguna mujer en la novela que no vaya vestida con minifalda?

Pérdida de tiempo. Un mito caído.

Probaré con "El arco iris de gravedad" más que nada porque ya lo he comprado y tiene pinta de ser intelectualmente más serio que este pero, desde luego, esperaba algo más de alguien que recibe las alabanzas que recibe Pynchon. Aún así, como ya estoy de mala leche porque me siento estafado como lector, existen muchas posibilidades de que acabe abandonándolo también en plan venganza particular y privada. Depende de Pynchon que lo haga o no.

Lo siento, pero alguien tenía que decirlo. Este libro es un rollo, una masturbación para culturetas y para sosones angloidealizantes. Y os lo dice alguien que se ha fumado un Amazonas de "canutos" tan grande que avergonzaría al mismísimo Doc Sportello.