21/6/10

Hana yori mo naho, (Hana) de Hirokazu Koreeda

"Gi" (justicia) y "Chu" (lealtad), principios del Bushido.
La leyenda de los 47 ronin (samurái sin señor) es la leyenda más famosa del código de honor samurái: el Bushidō. Los ronin idearon un plan para vengar a su daimyo, el cual consistía en asesinar a Kira Yoshinaka y a toda su familia. Los 47 ronin esperaron aproximadamente un año y medio para no despertar sospechas entre la justicia japonesa. Después del asesinato de Kira se entregaron a la justicia, pero no fueron ejecutados como criminales sino que se les permitió cometer harakiri.

De 47 rōnin, Wikipedia

En el ambiente del plan de venganza de los 47 ronin emplaza Hirokazu Koreeda la acción de Hana yori mo naho para construir una historia desmitificadora, llena de humanidad, cómica y crítica con la tradición.
Koreeda sitúa la acción en los suburbios de Edo donde un joven samurai vive en una chabola buscando al asesino de su padre y consumar la venganza que su clan le exige.
Pero hay demasiada sangre en el ambiente. La guerra ha terminado y la acción de los 47 ronin supondrá el acto final de una contienda en la que se encadenan venganza tras venganza.
Forma parte de la exaltación de la tradición a la que nos tiene acostumbrado el cine japonés:

- Las flores del cerezo están benditas solo cuando caen. Cuando un samurai tiene que morir, desea caer tan elegantemente como las flores del cerezo.
(…)
- Apuesto a que las flores del cerezo caen elegantemente porque saben que florecerán al año siguiente. De lo contrario no se dejarían caer.





Koreeda apostilla “de lo contrario no se dejarían caer”, dando a entender que existe otra posibilidad, otro camino, que deje de lado la venganza. Y aunque la tradición hay que respetarla, Koreeda propone otro medio para llevarla a cabo pasando por la comedia.
A cada película este director se muestra más y más desconcertante, inclasificable, ecléctico: Una película entre sobrenatural y metacinematográfica, un estremecedor drama social, una comedia de época, una revisión personalísima sobre Ozu, una película protagonizada por una muñeca hinchable…

Hana es una comedia de época, una tragicomedia coral, un alegato humanista y un magistral ejercicio de combinación cinematográfica de géneros.




Pero hay un momento, unos segundos mínimos en la película en los que la cámara de Koreeda se centra en los pies de un niño de puntillas:





Un fotograma idéntico a uno que aparece en Dare mo shiranai (Nobody Knows, Nadie sabe). Koreeda nos avisa: “Hana es una comedia, pero fíjense en esos pies, recuerden como esa misma escena era el inicio de la tragedia en mi anterior película. No se fíen. Reflexionen” (*)


(*) Que nadie use esto como cita. Es una licencia del reseñador.

5 comentarios:

babel dijo...

Haré por verla, a ver si me quita la pesadez que me ha dejado su muñeca hinchable este fin de semana... Lástima, porque hasta ahora todo cuanto había visto me dejó bastante buen sabor de boca -a pesar del realismo sórdido en "Nadie sabe"-

Saludos.

Roberto Carlos dijo...

Buena reseña, da ganas de ver la película. Veré si puedo encontrarla por estos lares (Uruguay), aunque será un poco difícil.

Saludos

P.D. que tiene y no tiene que ver: Cada vez me asombro más de como entre los millones de blogs y sitios para recorrer en la red, encuentro varios en común con gente que apenas conozco. (En referencia a la foto de Stonehenge tomadan del Observatorio)

Adriana dijo...

Si. Esos detalles son los que hacen a los grandes directores.
Y buscare verla por aqui también.

Portnoy dijo...

Hay que verla, sí. Intentaré ver Air doll en unos días y ya comentaré algo.
Por cierto, El Maik, en la red no hay distancias. Ya sabes.

Un saludo y gracias por vuestros comentarios

Silvia Teresa dijo...

ojalá sea verdad eso de la caída de la flor del cerezo :(