Perturbaciones
Antología del relato fantástico español actual
Varios autores
Edición y prólogo del escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel
Ed. Salto de Página, 2009
Esta reseña debería haber sido de otra manera. Finalmente me cansé de no poder esbozar más que un montón de frases convencionales, pretenciosas y grandilocuentes.
Ejemplos:
1.- La narrativa española es convencional, realista y conservadora porque eso es lo que quieren los lectores.
2.- Los lectores creen que prefieren cierto tipo de narrativa (convencional, realista y conservadora) porque eso es lo que les ofrecen las editoriales.
3.- Las editoriales solicitan a sus autores cierto tipo de narrativa (convencional, realista y conservadora) porque vender libros es un negocio.
4.- El relato fantástico español contemporáneo está anclado en formas y estructuras arcaicas y caducas.
5.- Es un error absurdo seguir escribiendo empleando modos y temas propios de la novela gótica…
6.- Es un error absurdo (incluso risible) seguir escribiendo como hace doscientos años…
7.- Ya es bastante grave que los narradores españoles establecidos (sic.) sean en líneas generales deudores del realismo decimonónico…
8.- No se debe ser condescendiente con la mediocridad…
9.- Me asusta la falta de riesgo y el conformismo narrativo…
10.- Tal vez esa insistencia en recrear sin innovar modos que se repiten desde hace doscientos años sea el motivo por el que la narrativa fantástica no pueda librarse de la etiqueta de “género menor”…
Para usar estas frases haría falta otro reseñista, no yo. Lo habitual es que eluda con elegancia comentar libros que no me dicen nada. Podría haberlo hecho con Perturbaciones, ya que la gran mayoría de sus relatos se leen y se olvidan.
11.- Decepción es la sensación general que provoca Perturbaciones, pero no hay que dejar de señalar que hay excepciones…
Claro que hay excepciones. El de José María Merino, por metaliterario, el de Cristina Fernández Cubas por la indefensión de la narradora, el de Miguel Ángel Muñoz por combinar las influencias de Cheever y Carver con Kafka y algunos aspectos de otros relatos y autores. Todos, al menos, tienen el valor de haber sido escritos.
12.- …y al mismo tiempo no hay que dejar pasar por alto el conformismo, las formas caducas, el “homenaje” rancio, la inanidad…
Que el género fantástico esté en cierta manera desprestigiado (como la ciencia-ficción, el relato de aventuras e incluso la narrativa infantil o juvenil) no sé hasta que punto condicionará a los autores por su condición de arma de doble filo. Un género desprestigiado al que los autores se entregan sin demasiado entusiasmo viene a confirmar el tópico que lo desprestigia. El género fantástico me parece un campo magnífico en el que experimentar narrativamente. Además me parece que lo exige, que el medio es propicio a explorar nuevas formas que se adentren en los terrores de la psique. Además la narración fantástica se repite hasta la saciedad en los medios audiovisuales por lo que la literatura debe buscar otras formas, sus propias formas, lejos de la iconografía televisiva o cinematográfica. Lejos de los lugares comunes.
Eso es lo que encuentro a faltar en Perturbaciones: Experimentación.
Podría haber olvidado esta reseña. Pero se me plantea una cuestión muy seria: ¿Qué está pasando con la narrativa española y más con la de género?
Me resulta muy difícil aceptar que los autores de Perturbaciones sean “de los mejores cultivadores contemporáneos del relato fantástico español” o que esta colección de relatos sea representativa de nada más que de la necesidad de renovar profundamente el panorama narrativo.
De escribirla, sería una reseña que me granjearía un montón de buenos amigos.
Antología del relato fantástico español actual
Varios autores
Edición y prólogo del escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel
Ed. Salto de Página, 2009
Esta reseña debería haber sido de otra manera. Finalmente me cansé de no poder esbozar más que un montón de frases convencionales, pretenciosas y grandilocuentes.
Ejemplos:
1.- La narrativa española es convencional, realista y conservadora porque eso es lo que quieren los lectores.
2.- Los lectores creen que prefieren cierto tipo de narrativa (convencional, realista y conservadora) porque eso es lo que les ofrecen las editoriales.
3.- Las editoriales solicitan a sus autores cierto tipo de narrativa (convencional, realista y conservadora) porque vender libros es un negocio.
4.- El relato fantástico español contemporáneo está anclado en formas y estructuras arcaicas y caducas.
5.- Es un error absurdo seguir escribiendo empleando modos y temas propios de la novela gótica…
6.- Es un error absurdo (incluso risible) seguir escribiendo como hace doscientos años…
7.- Ya es bastante grave que los narradores españoles establecidos (sic.) sean en líneas generales deudores del realismo decimonónico…
8.- No se debe ser condescendiente con la mediocridad…
9.- Me asusta la falta de riesgo y el conformismo narrativo…
10.- Tal vez esa insistencia en recrear sin innovar modos que se repiten desde hace doscientos años sea el motivo por el que la narrativa fantástica no pueda librarse de la etiqueta de “género menor”…
Para usar estas frases haría falta otro reseñista, no yo. Lo habitual es que eluda con elegancia comentar libros que no me dicen nada. Podría haberlo hecho con Perturbaciones, ya que la gran mayoría de sus relatos se leen y se olvidan.
11.- Decepción es la sensación general que provoca Perturbaciones, pero no hay que dejar de señalar que hay excepciones…
Claro que hay excepciones. El de José María Merino, por metaliterario, el de Cristina Fernández Cubas por la indefensión de la narradora, el de Miguel Ángel Muñoz por combinar las influencias de Cheever y Carver con Kafka y algunos aspectos de otros relatos y autores. Todos, al menos, tienen el valor de haber sido escritos.
12.- …y al mismo tiempo no hay que dejar pasar por alto el conformismo, las formas caducas, el “homenaje” rancio, la inanidad…
Que el género fantástico esté en cierta manera desprestigiado (como la ciencia-ficción, el relato de aventuras e incluso la narrativa infantil o juvenil) no sé hasta que punto condicionará a los autores por su condición de arma de doble filo. Un género desprestigiado al que los autores se entregan sin demasiado entusiasmo viene a confirmar el tópico que lo desprestigia. El género fantástico me parece un campo magnífico en el que experimentar narrativamente. Además me parece que lo exige, que el medio es propicio a explorar nuevas formas que se adentren en los terrores de la psique. Además la narración fantástica se repite hasta la saciedad en los medios audiovisuales por lo que la literatura debe buscar otras formas, sus propias formas, lejos de la iconografía televisiva o cinematográfica. Lejos de los lugares comunes.
Eso es lo que encuentro a faltar en Perturbaciones: Experimentación.
Podría haber olvidado esta reseña. Pero se me plantea una cuestión muy seria: ¿Qué está pasando con la narrativa española y más con la de género?
Me resulta muy difícil aceptar que los autores de Perturbaciones sean “de los mejores cultivadores contemporáneos del relato fantástico español” o que esta colección de relatos sea representativa de nada más que de la necesidad de renovar profundamente el panorama narrativo.
De escribirla, sería una reseña que me granjearía un montón de buenos amigos.
53 comentarios:
He decidido eliminar todos los comentarios a esta entrada porque la discusión ha degenerado a la descalificación personal y al insulto que verdaderamente no viene a cuento.
Quiero pedir disculpas por esta decisión y también a quien se haya sentido ofendido por mi lentitud de reflejos y por no haber sabido atajarla a tiempo cuando la discusión se ha perdido entre rencillas, envidias y recriminaciones que nada tenían que ver con el debate en torno a la antología Perturbaciones.
En fin...
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