16/6/09

Bloomsday

Bloomsday, Tarragona, 16/06/2009

05:00 – 08:00

Estrictamente no ha empezado el Ulises. Es un no tiempo, un espacio de nadie, un territorio difuso. J. B. se levanta, desayuna (café con leche con cereales integrales), orina, se lava, se viste, sale a la calle, saluda a quienes como él deambulan por las calles somnolientas, coge el coche, llega al trabajo, café, recibe instrucciones, acciona los interruptores pertinentes, café. Este capítulo se organiza como una retahíla automática de acciones. No hay diálogo interior, sólo sueño y desidia.

08.00 – 10:00

Almuerzo. Manzana, melocotón. Café. Las tareas se acumulan en un aluvión de falta de lógica. La típica desorganización española. Todo sigue adelante a pesar de o a causa de. La ilógica es también una especie de lógica. J. B. mientras trabaja cree ver a otras personas que ya no están. Como si las personas que realmente ve sean otras personas disfrazadas de forma bastante burda de modo que es fácil distinguir a quien se oculta. Es una alucinación infantil que perdura. Un retorcido complot cuyo sentido se le escapa. Paranoia, conspiración, solipsismo.
Ducha

10:00 – 12:00

Viaje a Cornellá. J. B. cambia un libro. Un regalo repetido. Debe hacerlo por otro que odia regalar, el puto libro del autor cuyo nombre rima con cojones. Mierda. Abona dos euros más. Viaje a Sant Joan Despi. J. B. y su compañero de viaje recorren en coche carreteras y calles hasta encontrar el lugar de concentración. Llamada. Otra llamada. La desorganización como forma de ser. No aceptaría pertenecer a un sindicato organizado, piensa, aunque se podría arreglar con mayor comunicación. Lo haré mañana, decide.

12:00 – 14:00

Concentración ante la puerta de una empresa empeñada en una estúpida persecución sindical. La irracionalidad parece perseguir a J. B. bajo un sol inclemente. El calor es una materia densa que llena la calle. Petardos, silbidos, consignas, parlamentos. El mundo es como es. Las premisas para cambiarlo son sencillas. Que las personas las acepten es más complicado. El capítulo se desarrolla de la experiencia individual a la conciencia de clase a través de distintos personajes con los que J. B. interacciona.

14:00 – 16:00

Vuelta a Tarragona. El dolor empieza a insinuarse en la base del cráneo. La cabeza arde. Llega a casa. Comida, fruta, café. Coje un libro de relatos. M. B. le dice que ha leído alguno y que son bastante flojos. J. B. remarca la clemencia de M. B. Son verdaderamente malos y trillados. En realidad en vez de dar su opinión J. B. quiere coger el libro y lanzarlo por el pasillo. Patearlo. Estrellarlo contra la pared. Pero sigue intentando leer sentado en el sillón. Finalmente se queda dormido.

16:00 – 18:00

Ineluctable modalidad de lo doloroso. Negro abismo, negro vómito. El dolor es un túnel oscuro y pulsátil que anula la voluntad. No hay más que. No hay nada. No hay conexión. Salvo el dolor. Ulises atado al mástil de su nave siente el canto de las sirenas atravesando su cabeza. Grita pero nadie puede oírle. Solo el dolor, como una presencia fantasmal, posesiva, absorbente. Ibuprofeno. Los ojos, los ojos, joder, apagad esa luz.
Este capítulo (lo digo desde una nube de calmantes) debería ser una aproximación a la locura.

18.00 – 20:00

Este capítulo en principio estaba concebido como una serie de preguntas con cuatro posibles respuestas. El lector sólo puede avanzar a la siguiente pregunta si consigue responder adecuadamente. En caso contrario el capítulo termina y se pasa al siguiente (20.00 – 22:00). Sin embargo el dolor de J. B. es tan intenso que las preguntas poco a poco devienen un cúmulo de absurdidades imposibles de responder. El lector debe sufrir las intensas palpitaciones craneales, el dolor ocular, las alucinaciones. Este capítulo debe doler. Nadie puede terminarlo.

20.00 – 22:00

Ibuprofeno. Cena. El dolor amaina. A pesar de eso por la pantalla M. B. y J. B. contemplan como el mundo se desmorona. Asisten y comentan la pasividad de las personas, la indiferencia, la amoralidad del Poder. Nuestro zeigeist, dice ella, es la procrastinación. ¿Porcati qué?, dice él. Procrastinación, dejarlo todo para mañana. La revolución mañana, dice ella. Cuando deberíamos estar exigiendo el Apocalipsis ya, dice él. Al sonreír el dolor le recuerda que sigue ahí, en el fondo, a la espera.

22:00 – 00:00

J. B. se va a la cama. Mañana se levantará a las cinco. Acostado en una nube de calmantes lee Manual de inquisidores de Antonio Lobo Antunes. Se queda dormido con el libro en la mano. En la duermevela J. B. recuerda hechos del día como si continuase la estructura de la novela de Antunes. Al caérsele el libro se despierta, guarda las gafas, se levanta a orinar. Diálogo interior.
Justo antes de dormirse piensa, ¿Porcati qué?.

11 comentarios:

J. M. dijo...

el correo es blommsday2009 o bloomsday2009???

Zero Kelvin dijo...

Para allá que vamos

karlatone dijo...

tengo la misma duda que josé montalvá, pero sospecho que la dirección correcta es bloomsday2009
porque es la que puso javier en la primera entrada.

ya envié mi enlace a esa dirección.

saludos,

tina vallès dijo...

¡Hecho!

Javier Moreno dijo...

bloomsday2009 en gmail, claro.

Feliz día.

Justes dijo...

ya queremos ver como resultó el experimento.

Proyecto Troyanos dijo...

Saludos. Te invitamos a conocer nuestro proyecto, del que daremos cumplida información en breve en nuestra página. Esperamos que resulte de tu interés y del de tus lectores.

Cheenglish dijo...

Me ancantó tu idea del Bloomsday! Nunca había disfrutando tanto mi ciudad como pensando en el reporte...!

Tengo mucha curiosidad de ver qué haces con lo que te mandó todo el mundo!!

Saludos!!!

http://cheenglish.blogspot.com/2009/06/16-de-junio-pero-17-bloomsday-work-in.html

María

Javier Moreno dijo...

Ja. Qué bueno.

blumm dijo...

Cuando duele un capítulo...
Vaya, otro listón tu bloomsday, J.

Enhorabuena.

Luisa RR dijo...

Apenas subí mi bloomsday. Creo que estoy tarde para que se me incluya en la lista de blogs. Maldición. Si no es así, súbaseme por favor. Suplicante,

Luisa RR
http://ficciondiversion.blogspot.com/