Hice algo magnífico y misterioso y me espetan un banal: "¿Por qué?" Y la belleza de esto es que no tenía un porqué.Philippe Petit en Man on wire
Lo más fascinante de la película ganadora del Oscar 2009 al mejor film documental es que encierra varias historias dentro de ella. Tras la principal línea argumental, el paseo de Philippe Petit entre las dos torres del World Trade Center el 7 de agosto de 1974, compuesta de imágenes documentales y dramatización de los hechos, se esconden, de manera implícita y no evidente, otras dos historias en cierta manera complementarias. En primer lugar la ausencia de las Torres Gemelas, ese vacío que cruzó Petit y que sigue existiendo pero de forma inasequible.
Todo vacío es el vacío.
En segundo lugar el desmoronamiento del equipo de Petit, antes, durante y tras el paseo del funambulista.
Frases y silencios y lágrimas y, de nuevo, el vacío.
Es un excelente documento que se explica a sí mismo y que muestra, sin juzgar, una obsesión convertida en un acto excepcional y sus consecuencias.
Reseña por Javier en Ochoymedio... como bien dice "ésta no es una historia feliz".
Esas torres no existían más que para Philippe y él no existía más que para esas torres. Todo lo demás era superfluo. Útil y necesario, cierto, pero superfluo.
Hice algo magnífico y misterioso... lo demás no importa.
Pero sí importa.
Entonces algo se rompe y aparece el vacío.
En 1994 Maurice Forster-Mayer realizó “una genial y atrevida caminata sobre la cuerda floja entre las dos torres del World Trade Center”, dice Enrique Vila-Matas en el relato Materia oscura de Exploradores del abismo.
En mi minúsculo universo, aquí, encerrado en mi habitación, viéndolo todo a través de engañosas ventanas, Man on wire tiene reminiscencias vilamatianas.
La altura del vértigo
En 1974 Philippe Petit realizó “una genial y atrevida caminata sobre la cuerda floja entre las dos torres del World Trade Center”.
El resto es entropía. Nuestro mundo sólo se entiende a través de la destrucción, de lo irrecuperable, de las lágrimas en la lluvia.
Todo vacío es el vacío.
En segundo lugar el desmoronamiento del equipo de Petit, antes, durante y tras el paseo del funambulista.
Frases y silencios y lágrimas y, de nuevo, el vacío.
Es un excelente documento que se explica a sí mismo y que muestra, sin juzgar, una obsesión convertida en un acto excepcional y sus consecuencias.
Reseña por Javier en Ochoymedio... como bien dice "ésta no es una historia feliz".
Esas torres no existían más que para Philippe y él no existía más que para esas torres. Todo lo demás era superfluo. Útil y necesario, cierto, pero superfluo.
Hice algo magnífico y misterioso... lo demás no importa.
Pero sí importa.
Entonces algo se rompe y aparece el vacío.
En 1994 Maurice Forster-Mayer realizó “una genial y atrevida caminata sobre la cuerda floja entre las dos torres del World Trade Center”, dice Enrique Vila-Matas en el relato Materia oscura de Exploradores del abismo.
En mi minúsculo universo, aquí, encerrado en mi habitación, viéndolo todo a través de engañosas ventanas, Man on wire tiene reminiscencias vilamatianas.
La altura del vértigo
En 1974 Philippe Petit realizó “una genial y atrevida caminata sobre la cuerda floja entre las dos torres del World Trade Center”.
El resto es entropía. Nuestro mundo sólo se entiende a través de la destrucción, de lo irrecuperable, de las lágrimas en la lluvia.
7 comentarios:
Buenísima, ¿no? Ese jueguito con las historias implícitas me encanta.
Sí, sí, claro... muy recomendable.
:-)
Ya te veo casi casi como a un personaje de Vila-Matas.
Abrazos,
G.
Espero que no sea eso, Gabriela... aunque...
Un placer verte por aquí.
¿De qué va la primera foto? ¿Berlin después de algún bombardeo?
Dresde, Jacinta, después de los bombardeos en la IIGM... la puse por aquello de Matadero cinco y la estatuilla de porcelana que sobrevive a la destrucción.
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