Terminé de leer el primer relato de Secretos a voces (Open secrets) de Alice Munro, el titulado Entusiasmo. Me levanté. Apoyé el libro en el respaldo del sillón. Me arrodillé ante él e incliné mi cuerpo en repetidas ocasiones hasta tocar la frente en el suelo, como homenaje al grandioso talento narrativo de la Duquesa de Ontario.
9 comentarios:
Hola. Si no es mucha molestia, ¿podrías esbozar más o menos qué tema o temas trata en el libro?
Es que últimamente estoy leyendo autorAS y los temas y los enfoques son muy parecidos.
Gracias, un saludo!
Más adelante, otro día, quizás.
HIce algo parecido. Ahora lamento muchísimo haber regalado dos libros suyos que tenía en lugares especiales de mis libreros...
Fundaremos una secta de adoradores de Munro si es preciso, Mauricio.
:-)
Un saludo (y un placer verte por aquí)
Compré Runaway para explorar. Estaba bararo. A ver qué tal sale.
Hace un par de años asistí a la presentación del libro "Días memorables", de Michael Cunningham. Recuerdo que aquella tarde, Cunningham, hablando de lo que la literatura le daba,comentó que cuando se estaba muriendo su madre o su padre (no me acuerdo de quién dijo), él estaba leyendo "Open hearts" ("Secretos a voces"), y que no podía dejar la lectura, con su padre o su madre agonizando en la habitación de al lado.
Sergio H.
Vaya, qué convincente. Me alegro de no haberlo leído todavía.
Yo pensé que me había excedido, pero Cunningham... en fin :-)
Y me alegra ser convincente con tan pocas palabras, Danae.
De momento ya tenemos a Javier en Carstairs, y tengo la impresión de que pronto seremos más.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Me alegra ver revindicada a Munro en la blogosfera, que últimamente parecía ensimismada con Lorrie Moore, Foster Wallace y otros narradores con charreteras más modernas (y a los que no repudio). Alice Munro, "chejoviana" y de factura aparentemente más clásica, tiene una facilidad para trazar personajes en dos líneas, para realizar manipulaciones del paso del tiempo propias de novelas largas, o explotar todo un arsenal de trucos...que sólo tienen los grandes. Y una piedad hacia lo humano que, a diferencia de otros narradores que la ejercen a través de la ironía, se presenta precisamente en su invisiblidad.
Muchas gracias por su blog, Portoy.
Un saludo,
Igor
Publicar un comentario