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«¿Considera verosímil que pronto se descubra un metal del color de la plata, parecido al plomo, capaz de destruir la vida sobre la Tierra si alguien que tiene en las manos dos semiesferas hechas de este metal las junta para convertirlas en un objeto parecido a una naranja? ¿Cree que es posible que este viejo faetón, dotado por el señor Benz de un ruidoso motor de un caballo y medio de potencia, se multiplique dentro de poco de tal modo que a causa de las emanaciones asfixiantes de los gases de combustión el día se convertirá en noche en las grandes ciudades y el problema de dejar en alguna parte un vehículo de éstos después de un paseo se convertirá en el mayor problema de las metrópolis más poderosas del mundo? ¿Considera probable que dentro de pocos años el hombre se pasee por la Luna gracias al principio de los fuegos artificiales y los puntapiés, y que en el mismo momento cientos de millones de personas puedan observar esos paseos desde su casa, en la Tierra? ¿Le parece posible que seamos capaces, en breve, de confeccionar cuerpos celestes artificiales, provistos de unos dispositivos aptos para observar desde el espacio cósmico los movimientos de cada persona, en el campo o en la ciudad? ¿Opina que es verosímil la construcción de una máquina que sepa mejor que usted jugar al ajedrez, componer música, traducir de un idioma a otro y efectuar en pocos minutos unos cálculos que no efectuarían hasta el fin de su vida todos los expertos en aritmética, contables y tenedores de libros del mundo entero? ¿Le parece posible que pronto existan en el centro de Europa enormes plantas industriales en cuyos hornos servirán de combustible personas vivas, llegando el número de esos desgraciados a millones?»
Es evidente —dice el profesor Kouska— que en el año 1900 sólo un loco habría reconocido la probabilidad de estos acontecimientos. Y, sin embargo, se han producido. Si se han producido tantas cosas improbables, ¿por qué este estado de cosas tendría que sufrir de repente un cambio radical, para que desde ahora sólo se produjeran fenómenos verosímiles, probables y posibles? Predecid el futuro como queráis —dice el profesor a los futurólogos— con tal de que no baséis vuestras predicciones en el cálculo de probabilidades...
Cezar Kouska; DE IMPOSSIBILITATE VITAE, DE IMPOSSIBILITATE PROGNOSCEND
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