28/1/07

Ryszard Kapuscinski (1932-2007)

Reportero sin imaginación. Hoy vivimos el fenómeno de la mezcla de géneros, ese debilitamiento de fronteras entre los géneros y las técnicas que podemos tomar de las artes, llamadas collage o ensamblaje. Es necesario romper esas fronteras tradicionales y buscar nuevos métodos, nuevas guías de expresión, nuevas formas para describir este mundo.
Sabemos que no podemos llegar a descripciones plenas, pero tenemos que tratar de aproximarnos. En el nuevo periodismo nos damos cuenta de cómo los métodos tradicionales de periodismo no reflejan la riqueza de la situación que se describe. Es entonces cuando tenemos que buscar ayuda en los métodos de la literatura de no ficción para enriquecer nuestro periodismo. Pero no el periodismo diario de acontecimiento, sino periodismo de profundidad.
Entonces ese periodismo no cabe en la fórmula de la noticia periodística, sino que abarca esa parte del oficio que trata de profundizar en nuestro conocimiento del mundo, para hacerlos más ricos y plenos. Es como el cubismo en la pintura, porque entiende que una forma lleva en sí muchas formas y trata de mostrarla desde varios puntos simultáneamente.
Yo soy un pobre reportero que no tiene desgraciadamente la imaginación de un escritor. Si la tuviera jamás habría ido a estos terribles lugares en donde estuve. Además creo que si se logra describir lo que pasa en el mundo, esto tiene mayor peso que las obras de ficción.


De La piel del reportero, Ryszard Kapuscinski

Texto completo y fuente original (Brecha) en La Insignia
En El lamento: Viajes con Heródoto

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen blog.
El señor Kapuscinski tiene razòn en que hay que encontrar nuevas formas de describir el mundo, pero eso lo puede decir hasta mi vecino y nadie lo tomarìa por genio.
Cualquier periodista hoy puede manejar una laptop en el Congo o en Chile, pero lo realmente dificil de encontrar son periodistas que quieran comprender al otro. Despuès la escritura encontrarà su propia forma.
Hasta ahì, creo que nos entenderìamos con el señor, ahora, que el buen periodismo tiene mayor peso que las obras de ficción, es un poco tirado de los pelos, cada uno le encontrarà a las obras de ficciòn lo que pueda y esa algo no necesariamente compite con el periodismo a ver quien es mejor, y aunque entiendo que diga que es màs importante el devenir que un pasado que no se sabe si es cierto o no y que nunca vamos a saber, quièn me puede decir que vale màs el resultado de la loteria de mañana que un Absalom, Absalom!
Saludos, Javier.

Astrolabio-jsa dijo...

El viejo maestro enseñó la necesidad de elaborar la verdad en los textos que quisieran ir más allá de la reseña, aunque no todos los hechos, Portnoy, merecen más que una reseña. Saludo.

Emprendedor dijo...

Capullinsky, ese es su nombre, y com estoy tan de acuerdo contigo, hala, un voto pa ti.

Anónimo dijo...

Se fue uno de los grandes.