3/1/07

La imperfección de Murakami

Cuenta Diego Zúñiga en la última entrada de Un sueño realizado que está leyendo Tokio Blues, de Murakami y sus impresiones sobre el autor no son muy buenas:

(...) pienso si se dieron cuenta que Murakami tiene unos errores asquerosos en los diálogos, unas conversaciones inverosímiles, artificiales, mamonas. Pienso en eso y en la sobrevaloración, pero luego termino de leer la novela y todos esos errores los olvido por un segundo (...) no me importa porque en la novela se siente que hay algo más que contar simplemente una historia de amor. Termino la novela y pienso que más que una novela, el libro parece una película de amor, una muy buena película de amor -¿alguien estará pensando en adaptarla al cine?. Pienso en Elizabethtown y en el comentario que hizo Fuguet en su blog: Dijo que si la hubiese visto para criticar, la habría calificado mal porque estaba llena de errores, pero como no la vio con ese fin, dijo que le pareció una película bellísima, una película donde el director se estaba jugando algo más, una historia que lo emocionó. Eso me pasó con Tokio blues, exactamente eso.

Luego, mientras leo Kafka en la orilla, noto que Murakami quiere defenderse, a pesar de que el comentario de Diego elogia su obra.

(En el fragmento Ôshima le explica a Kafka Tamura que le gusta, mientras conduce, escuchar a todo volumen las sonatas de piano de Schubert, ya que tocar a la perfección su sonata en re mayor es una de las cosas más difíciles del mundo):


Pero sí puedo decirte una cosa. Y es que hay obras que poseen cierto tipo de imperfección que cautiva el corazón de la personas justamente por eso, por ser imperfectas... Bueno, como mínimo el corazón de cierto tipo de personas.
(...)
Y una imperfección rebosante de calidad estimula la conciencia, mantiene alerta. Si condujera escuchando la interpretación perfecta de una música perfecta, tal vez acabaría cerrando los ojos y me entrarían ganas de morir sin volver a abrirlos. Pero al escuchar la sonata en re mayor, puedo percibir en ella las limitaciones de la vida humana. Puedo descubrir que cierto tipo de perfección sólo puede conseguirse a través de una imperfección sin límites. Y me estimula.


Kafka en la orilla, Haruki Murakami, traducción de Lourdes Porta para Tusquets.

Tal vez sea esa imperfección lo que tanto nos atrae de Murakami. O más bien los esfuerzos que hace para acercarse a la perfecta ejecución literaria. Puede que nuestro admirado escritor japonés no sea excepcional en la forma, pero siempre consigue que sus obras sean conjuntos muy atractivos. Desde luego no se le puede comparar literariamente ni con Philip Roth ni con Coetzee, por citar dos contemporáneos... pero siempre siento que lo que escribe Murakami me hubiese gustado escribirlo yo.
En fin, es lo que tiene la imperfección... tal vez esa “imperfección rebosante de calidad” de Murakami sea lo que nos estimula.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi librero no me dejó comprar a Murakami: me dijo que no me gustaría y me recomendó a Robertson Davies, 'EL quinto en discordia', que es premio de los libreros catalanes.
Un abrazo.

Portnoy dijo...

Cuando termines a Davies, que parece breve, busca a Murakami, diga lo que diga tu bienintencionado librero... por cierto, el año pasado o el otro, Tokyo blues era el recomendado por los libreros, así que ya ves...

Hazme caso
:-)
Un saludo

Kaplan dijo...

Los sueños son imperfectos, enrevesados, están mal narrados y raras veces cobran sentido, pero quizás por eso mismo, por sus paisajes irreales, nos fascinan tanto. Kafka en la orilla y la narrativa de Murakami son puro sueño.

L dijo...

A mí me recomendó este libro mi hermanico... Ya el título me echaba para atrás (Tokio Blues es de lo más oportunista y fácil, así en plan realismo sucio americano ¡pero japonés!). Luego se me pasó el susto cuando vi que en realidad se titulaba Norwewian Wood (o como se escriba). Todo parecía ser culpa de un editor pensando en hacer marketing o algo peor.
Empecé el libro y confieso que hubo cosas que me gustaron bastante... el tono, la actitud del protagonista... pero luego había otras que me disgustaron mucho. Por ejemplo, la amiga de la chica, la del sanatorio, que pretende ser un personaje así interesante y de iniciación, y a mí personalmente me resultaba insoportable.
No sé. Tengo a Murakami en cuarentena.

Portnoy dijo...

Tokio blues es lo que menos me gusta de lo leído hasta ahora de Murakami: Esa novelita iniciática no tiene nada que ver con las contundencias oníricas de La caza del carnero salvaje y de su obra maestra, crónica del pájaro que da cuerda al mundo.
Cuando termine Kafka en la orilla veremos de que lado cae... pero de momento me parece que del bueno.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.

L dijo...

Tomo nota de tus recomendaciones, Portnoy. Yo ahora estoy leyendo a Adam Haslet y me está dejando alucinado. ¡Es estupendo!

Anónimo dijo...

¿Y no será que las traducciones no son muy afortunadas? Las sutilezas del idioma japonés son complejas...
En todo caso coincido un poco con todos, Tokyo Blues tiene personajes predecibles pero hay una manera de contar la historia que te engancha.
Saludos y feliz año Portnoy, que no te había saludado.

Portnoy dijo...

Considero que deben ser traslaciones más que traducciones, teniendo en cuenta las sutilezas que mencionas, Jacinta. Pero creo que el esfuerzo de Lourdes Porta es impresionante, aunque sólo sea por la cantidad de material traducido. Unas traducciones no muy afortunadas dejarían una mala sensación general... pero donde se nota algo "irreal" es en los diálogos... intentaré desarrollar más el tema en cuanto pueda.
Un saludo y muy feliz año (espero)
:-)
Apuntaré Adam Haslet, Luis.
un saludo

L dijo...

yo de haslet me estoy leyendo ahora mismo "Aquí no eres un extraño", que creo que es su primer libro. Es de cuentos. Me está gustando bastante.

Anónimo dijo...

Oye me encantan tus comentarios sobre Murakami. Murakami es imperfecto pero tiene obras maestras en el formato más breve (algunos de sus relatos, esa uqe siempre digo de "al sur de la frontera, al oeste del sol") y creo que Lourdes Porta hace unas traducciones estupendas teniendo en cuenta que Murakami es un escritor atmosférico y por eso nos fascina tanto ¿no?.

Anónimo dijo...

Recientemente leí "After dark" también de Murakami y con traducción de Lourdes Porta y me pareció terrible. Expresiones del español más castizo: "hostia" "qué va!" que me parecieron errores garrafales.
Le restan sensibilidad a la novela y personalidad a los personajes. Repito: terrible.

Portnoy dijo...

Supongo que eso se llama ser fiel al espíritu de la obra traicionando su forma original.
Hay una entrada sobre After Dark en el blog
Un saludo

Anónimo dijo...

Inumerables veces la escritura de Murakami me parece excesivamente artificial, no obstante esa artificiosidad llega a cotas subyugantes. Siempre que lo leo me inspira para escribir. Y como leí en uno de los comentarios, lo que él escribe, quisiera escribirlo yo.

Raul Lilloy dijo...

horribles madrilismo de Lourdes Porta, afea e idiotiza el libro