El prisionero es una serie de televisión creada por Patrick McGoohan y George Markstein en 1967. Un hombre, de quien asumimos que pertenece a algún servicio secreto, renuncia a su cargo. A consecuencia de su acto es secuestrado y trasladado a La Villa donde emplearán todos los métodos disponibles para obtener información, como queda bien claro en el diálogo incluido en el inicio de cada capítulo de la serie:
Number 6: Where am I?
Number 2: In the Village.
Number 6: What do you want?
Number 2: We want information.
Number 6: Whose side are you on?
Number 2: That would be telling. We want information... information... information.
Number 6: You won't get it.
Number 2: By hook or by crook, we will.
Number 6: Who are you?
Number 2: The new Number 2.
Number 6: Who is Number 1?
Number 2: You are Number 6.
Number 6: I am not a number, I am a free man.
Preguntas y falta de respuestas. Ese es el principio que alimenta el misterio de El Prisionero: ¿Quién es el protagonista, conocido como Número Seis? ¿para quién trabajaba? ¿quiénes le han secuestrado? ¿quién es el Número Uno? ¿qué es La Villa? ¿qué bando controla La Villa? ¿qué son esas siniestras bolas que surgen del fondo del mar e impiden la huida? ¿por qué los habitantes de La Villa son en apariencia tan felices? ¿quiénes son prisioneros y quienes guardianes?...
... y ésta no es planteada pero muchos nos la hacemos: ¿para qué narices sirve el puñetero velocípedo?
La resistencia del Número seis, protagonizado por Patrick McGoohan, queda patente desde el inicio, él no es un número, es un hombre libre, es una persona y se resistirá a todo intento de sonsacarle la información que posee, la clave de la cual reside en la pregunta que se repite a lo largo de la serie, ¿por qué renunció?
Pero el Número seis no contestará a las preguntas, y saldrá incólume de todos los intentos de asaltar su mente (y los hay verdaderamente absurdos): “Motivos personales”, responderá como mucho.
Preguntas y falta de respuestas, los pilares básicos de todo buen relato de misterio. Pero eso no es todo: La puesta en escena de El Prisionero es sencillamente delirante, o como dice uno de sus personajes en el último capítulo “esto es un circo psicodélico” (y quienes hayan visto el capítulo final de la serie no podrán escuchar el “All you need is love” de los Beatles sin relacionarlo con ese “circo psicodélico”)
El prisionero representa una mezcla entre la estética Pop y el relato de espías, algo tan descabellado que impacta por su incongruencia. Ver a los habitantes de la Villa con sus jerseys a rayas, sus sombrillas y sus ridículas capas de colores, saludándose amablemente con un peculiar “hasta luego” y , sobre todo, deambulando sin más propósito por las plazas y jardines de la Villa, resulta de una ingenuidad risible. Y sobre esta aparente Arcadia en la que el Número Seis es obligado a vivir existe un régimen totalitario, un control absoluto sobre los actos de sus habitantes, una vigilancia exhaustiva y unos terroríficos guardianes.
Idílica paz hippie y control absoluto. Armonía y terror.
Creo que la fama de El Prisionero ha perdurado durante todos estos años por varias causas. La estética es fundamental. La intriga también, sobre todo la no resolución de ésta; en 1968 la productora decidió cancelar la serie, los dos últimos capítulos son un intento de dar coherencia a todo el conjunto, pero en lugar de solucionar interrogantes abre nuevos enigmas, de forma que las interpretaciones sobre el sentido de El Prisionero siguen abiertas. Pero uno de los factores principales que han conseguido que la serie no se pierda en el olvido y que más ha influenciado en diversas obras es el tema de la falsa realidad y su control por fuerzas desconocidas.
Que nuestra realidad es una falacia es una idea que parece surgir de manera espontánea en nuestra adolescencia. Todos hemos pensado a esas edades que quienes nos rodean no son verdaderamente quienes aparentan. Los cambios que sufre el niño que se convierte poco a poco en adulto le muestra un mundo que no puede reconocer, la infancia que se escapa es la única realidad deseable. El mundo al que nos arrojan está plagado de monstruos sólo visibles contemplándolos de reojo en el espejo, o nuestros padres son unos farsantes que nos ocultan la verdadera realidad, que pertenecemos a la nobleza o que provenimos de lejanos planetas, o, al despertar, el dinosaurio sigue allí o somos escarabajos o nos han trasladado a la Villa.
La Literatura no nace alrededor de la hoguera mientras el rapsoda desgrana su letanía. La Literatura nace cuando nos cuestionamos la realidad y pensamos en otra realidad posible.
Lo que le ocurre al Número Seis pertenece al campo de la Literatura y el personaje se convierte en arquetipo de nuestros más íntimos anhelos: La libertad individual.
No somos números. Somos personas libres.
(O eso quisiéramos)
Por cierto, los exteriores de la serie están rodados en The Hotel Portmeirion and Castell Deudraeth Bar and Grill, en Portmeirion en la costa de Snowdonia,Gwynedd, Gales del Norte. Aquí podéis ver algunas fotos.
Y al parecer cada año se celebra una especie de convención sobre El Prisionero... aunque no sé que indumentaria escogería, si el jersey a rayas o la chaqueta negra con ribete blanco.
En fin, “hasta luego”
13 comentarios:
El Prisionero aparece como la continuación de otra serie de tv también protagonizada por Patrick McGoohan: El agente secreto (o Cita con la muerte)
El Prisionero creo recordar -es que ya ha llovido- comienza cuando el agente renuncia a su trabajo y la agencia le envía a la Villa.
Sí, un auténtico icono pop.
Es posible, pero al parecer, por problemas de derechos, no se podía nombrar a John Drake, creo que se llamaba, el personaje de Cita con la muerte. El que no se revele el verdadero nombre del Número seis, aumenta la intriga...poruqe sí, puede ser Drake... ¿o no? ¿o tal vez es un agente soviético?
Lo cual demuestra que el Azar o el Caos son los instrumentos más útiles del Plan:A través de ellos el Plan se muestra como una patraña risible.
Pero hay que desconfiar de las apariencias.
Gracias Alicia.
En Internet se puede encontrar (casi) todo. La serie ha sido digitalizada y se puede encontar en DVD.
Y no es ignorancia... es que soy un tramposo.
Sí había escuchado hablar del prisionero, pero nunca he tenido el gusto de verla. Creo que enviaré a la mula por una carga.
17 cargas, exactamente.
Linkazos a los que añado el clásico y tipi-tópico tubo:
http://www.youtube.com/watch?v=BG15EzMRgi0&search=The%20Prisoner
¿Se consigue todo o casi todo?
Ahora que descubro esta descacharrante serie (gracias, Portnoy), recuerdo otra que todavía es un referente mucho mayor de este kitsch extravagente que la TV de hace unas décadas sirvió con generosidad: Doctor Who, que yo pude seguir por TV3 en Catalunya. Sería bueno que hablaras algún día de ese doctor con larga bufanda que se metía en una cápsula del tiempo a desfacer entuertos. Tengo buenos recuerdos de esas horas pasadas frente a la pantalla y de esas imaginaciones desquiciadas...
Saludos.
Dr. Who tiene un remake reciente que está siendo transmitido aún (creo) en televisión Británica.
Hace meses que vengo y vistito tu blog, incluso creo que en una ocasión escribí otro comentario. Hace poco regresé y leí un poco sobre éste post, pero como no conozco la serie, no le di mucha importancia, me limité a ver las fotos y continuar mi lectura en otros blogs. Hoy escribí una especie de reseña a un grupo llamado Devil Doll, creado por el extravagate Mr. Dr., tiene un álbum que se llama The Girl Who Was… Death, la inspiración fue Patrick McGoohan y su serié El Prisionero. Encontré algunos capítulos en Internet, estoy en espera de uno y los demás para después. Hoy que regreso a buscar un nuevo post tuyo sentí un extraño déjà vu; ahora leo con todo cuidado tu texto sobre la serie, que interesante. ¿Alguna ayuda sobre en dónde encontrar los capítulos por Internet? De antemano gracias.
Se emitió en España en b/n , claro, cundo yo tenía 10 u 11 años ... me marcó y nunca la olvidé, la conseguí con la mula - los 17 capítulos - y estoy haciendo mis propios dvd con mis extras...
El Mundo Feliz, El Gran Hermano y El Proceso batidos con Phillip K. Dick ... despues del 11-S la realidad ha superado a la ficción
"No soy un número, soy un hombre libre"
Perdone el autobombo, pero pense que le podria interesar. Estoy revisando El Prisionero episodio a episodio en Eitevision.
http://www.elitevision.tv/category/the-prisoner/
Espero que le guste!
En el ultimo capitulo donde llevan al Numero 6 por un pasillo y en una de las vitrolas suena “All you need is love” de los Beatles es una forma alegórica y critica de entender hasta donde pueden llegar a manipular nuestras mentes con una cancion "popular" de la época.
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