El artículo de Coetzee sobre Memoria de mis putas tristes aparecido el pasado domingo en El País es un ejemplo de elegancia y diplomacia por parte del escritor sudafricano.
Lo que se supone que debería ser un prólogo a la tradución inglesa del relato de Márquez, da la sensación de que debió de convertirse en un compromiso del que Coetzee salió bastante airoso.
Conclusiones de artículo: El relato de Márquez es peor que el episodio de El amor en los tiempos del cólera del que, de alguna manera, surge la historia; que es un relato menor sin peso en el conjunto de la obra de Márquez; que Kawabata ya lo había hecho antes y que la visión que aporta Memoria de mis putas tristes es más alegre; como dice "el objetivo de Memoria de mis putas tristes es valiente: defender el deseo de un anciano por una joven menor, es decir, defender la pedofilia o, al menos, demostrar que la pedofilia no tiene por qué ser un callejón sin salida para el amante ni el amado" ; que el método empleado consiste en sublimar la pasión carnal convirtiéndola en culto a la Virgen.
En fin, no dice nada positivo sobre la obra de Márquez tal vez porque no hay nada destacable en el relato.
Lo mejor del artículo, como bien señala Alejandrina en El Bosque , es la mención al Quijote y a la esencia literaria de Dulcinea.
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