30/8/05

Una novelita lumpen, de Roberto Bolaño

Yo me alegré de que no la encontrara (la película de Maciste) porque me daba pena, una pena anticipada, ver a Maciste en su juventud, cuando aún no era ciego y tenía pelo y estaba delgado y musculoso. No lo quería ver porque ya sabía lo que iba a suceder veinte años después. Pero una vez soñé con la película. Primero se enfrentaban dos ejércitos en una meseta reseca. Luego Maciste luchaba contra veinte guerreros en el interior de un palacio y a todos los vencía. En algún momento aparecía una mujer vestida con una túnica de seda transparente y besaba a Maciste. Los dos estaban en lo alto de un promontorio. A sus pies se abría un abismo y en el horizonte se levantaban delgadas humaredas. Luego veía a Maciste durmiendo en una habitación con las paredes y el suelo de mármol. Y en el sueño yo pensaba: es sólo una película, él no duerme de verdad, está fingiendo que lo hace, pero en realidad está despierto, y sólo entonces me daba cuenta que Maciste, mientras filmaba esa película, estaba en el presente y que yo, que veía la película o que soñaba que veía la película, estaba en el futuro, en el futuro de Maciste, es decir en la nada. Entonces me desperté.


Roberto Bolaño, Una novelita lumpen.

Aparte de esta cita que hace un llamamiento, como el de Nabokov en Mashenka, a la perplejidad del espectador, debo apuntar algo a lo dicho anteriormente por Jacobo Deza en Una novelita lumpen: últimos apuntes y en Monsieur Pain vs. Una novelita lumpen
En parte para articular los comentarios que realizamos sobre la obra de Bolaño a partir del diagrama de Belano , tarea improductiva donde las haya a la que nos hemos volcado unos cuantos locos que pululamos por la red.

En primer lugar me gustaría remarcar el carácter de “encargo” de Una novelita lumpen y lo injusto que resulta su presencia en solitario, junto a Mr. Pain: No dudo del viaje de Bolaño a Roma ni de la influencia de su estancia en la capital italiana para documentarse en la escritura de Una novelita lumpen, aunque creo que más bien le sirvió para poder reescribir, adecuándolo a las condiciones del encargo, un relato en gestación o escrito con anterioridad. De ahí también la inconveniencia de aislarla en el diagrama. Creo que esta pequeña joya de Bolaño está emparentada con Amuleto no sólo por la coincidencia de la voz femenina, que en si misma me parece una conexión muy tenue y pobre, sino que, como Amuleto, surge de los multinarradores de Los detectives salvajes. No creo desbarrar demasiado si veo las sombras de Belano y Lima en los personajes del boloñes y el libio, incluso en la aliteración fonética de los respectivos nombres con los que se les designa.
Si Amuleto era una historia demasiado intensa para ser constreñida en las páginas de Los detectives salvajes, Una novelita lumpen parece crecer dentro del marco de esa misma novela, desbordando a Belano y a Lima, tomando voz propia, la fuerte y personal voz de Bianca, independizándose...

¿Cómo llenaremos ese hueco que era su hueco, esa sombra que era su sombra?

1 comentario:

Francisco de Zárate dijo...

quien sabe donde encontrar "una novelita lumpen"? gracias