Desde hace años, a pesar de que nace
como idea en un relato de ciencia-ficción, se baraja la idea de
Terraformación de otros planetas para dotarlos de las condiciones
necesarias para hacerlos habitables para los humanos. El proceso es
extremadamente complejo ya que no solo se trata de dotar a esos
“otros mundos” de atmósfera y agua, sino de crear un sistema
ecológico que permita la conservación de esos elementos
imprescindibles para “nuestra” vida.
Supongamos que eso es posible.
Supongamos que se lleva a cabo con éxito pongamos en Marte y que
parte de la humanidad, acuciada por la falta de espacio y de medios
de subsistencia en la Tierra se traslada al nuevo planeta
terraformado. ¿Y entonces qué? Sencillamente nos dedicaríamos a
explotar y devastar el nuevo planeta creado.
Uno se pregunta si vale la pena salvar
a la humanidad o si no será mejor para el Universo, que por otra
parte seguramente nos ignora, que nos dejemos morir en el desierto
estéril en que vamos a convertir nuestro mundo, nuestro
insignificante “pálido punto azul”.
Alexander von Humboldt inventó la
naturaleza.
Hasta su obra la Naturaleza era el
medio en el que nos movíamos y subsistíamos. A partir de él, la
naturaleza es la víctima de nuestra insaciable codicia.
Con la salvedad de que el ser humano
forma parte de la naturaleza. Así que la destrucción continua del
medio natural para satisfacer nuestras necesidades, las básicas, sí,
pero también otras menos esenciales, significa en el fondo un lento,
pausado, sistemático e inevitable proceso de suicidio planetario.
Humboldt nos dio una visión global de
los procesos que rigen el equilibrio ecológico. Advirtió de la
magnificencia de nuestro planeta, desde la inmensidad del cosmos a la
inimaginable hasta entonces fecundidad de la vida microscópica,
desde la compleja distribución de las especies en el mundo hasta los
desastres medioambientales que provoca la explotación humana.
Humboldt inventó la naturaleza porque
hasta entonces nadie había dado una visión global del equilibrio
que rige el mundo natural y porque nadie hasta entonces había
advertido de los desastres que se avecinaban.
Por consiguiente, Humboldt es una
figura olvidada.
Alexander von Humboldt in his library in his Oranienburger Strasse, Berlin apartment, by Eduard Hildebrandt
A pesar de la influencia que tuvo sobre
ideas que marcarían el rumbo del pensamiento en el siglo XIX, por
ejemplo la teoría de la evolución o la idea de la ecología, casi
nadie recuerda a Humboldt.
Humboldt está prácticamente olvidado
porque, reconozcámoslo, el Progreso, como representación del Mal,
como fuerza destructora de la Naturaleza, está triunfando.
Y al Progreso, y a sus brazos
ejecutores, las Empresas, cuyo poder e influencia se extienden más
allá de los ámbitos de sus negocios, no les interesa que se
recuerde la figura de alguien que hace ya más de doscientos años
advertía que debemos detenernos.
(Eso sí, ahora esa mismas empresas
depredadoras que no tienen inconveniente en saquearnos como
consumidores al tiempo que explotan sin escrúpulos los recursos
naturales, se nos presentan en vomitivos comerciales como defensores
del medio ambiente... pero no digo con eso que nosotros, en nuestro
papel pasivo de consumidores no seamos también responsables)
En fin, este libro de Andrea Wulf
intenta acercarnos a la figura de Humboldt, a su genio y erudición y
a la influencia de su obra en las generaciones posteriores. Renueva
el aviso de Humboldt sobre los estragos que el ser humano causa en el
propio entorno que debe garantizar su supervivencia. Demuestra en él
un profundo amor y fascinación por la obra de Humboldt y su
significado, por la maestría que desarrollo durante toda su obra
combinando ciencia y poética, llegando a ser en su tiempo una figura
de prestigio en los medios académicos al tiempo que sus textos
gozaban del fervor popular.
Algo impensable hoy en día... si
exceptuamos a Carl Sagan... quien ya empieza a ser olvidado también.
En fin, leed este libro tan interesante
y luego prosigamos con la destrucción del planeta.
En pocos siglos la terraformación de
Marte significará dejarlo tal y como está ahora. Estamos en un
proceso cuesta abajo hacia la martificación de nuestro planeta.
Sigamos leyendo.
2 comentarios:
hola javier,
tengo por aquí un par de amigos muy fans de humboldt, de vez en cuando me hablan de la importancia de él. hace unos días encontré en la red un archivo de una novela que se llama "la medición del mundo" de daniel kehlmann, quizá la conozcas. sus protagonistas son humboldt y gauss. se la mandé a uno de estos amigos y me dice, después de leer un trozo algo extenso que no le gusta mucho, la ve muy floja. yo no he leído nada sobre humboldt, así que no sé. esta que tú reseñas me resulta muy apatecible. la buscaré.
te envié mi última novela publicada por el hombre cohete, pájaro fúnebre, seguro que te ha llegado. si la lees y me cuentas algo me harías inmensamente feliz.
salud.
Sí, me llegó ayer. Gracias. Ya te diré.
Buscaré La medición del mundo, aunque si dicen que es muy floja, no sé.
Un saludo y gracias por tu comentario.
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