Si no hubiese escrito publicado un par de novelas
que han perdido su capacidad de perdurar físicamente podría hablar
de algunas cosas. Pero si lo hiciese, se podría interpretar que me
mueve la envidia o la rabia o la frustración.
Por eso no digo nada de las novelas
españolas que se publican en la actualidad, las de autoras y autores
consagrados cuyos nombres y apellidos son sinónimos de solvencia
narrativa, las de quienes no precisan comentarios en las
contraportadas elogiando las obras que encierran sino que se refieren
a sus trayectorias consolidadas por un "prestigio" que arrastran desde
hace años. Esas novelas que no son nada. Esas novelas en las que lo
único que importa es el nombre y el apellido y cuyo contenido parece
que ningún editor está dispuesto a cuestionar. Novelas que no
cuentan nada y que al tiempo revelan cierto signo de nuestro tiempo.
Novelas que por el simple hecho de estar publicadas denotan la
languidez de nuestra industria editorial. Novelas que de no llevar
bajo el título ese nombre y ese apellido irían directamente al
contenedor de reciclado de papel, junto a otras novelas, más
arriesgadas, más atrevidas, mejores, que han ido a parar a él por
no tener nombres y apellidos reconocibles.
Lo grave es que esas novelas
condicionan otras novelas que se escriben. Novelistas que quieren
tener un nombre y apellido que les abra las puertas de par en par
para publicar sus trivialidades se lanzan a escribir a la manera de,
logrando una inmensa pradera sembrada de plantas indistinguibles que
se agitan acordes bajo el mismo viento, plantas incomestibles que no
producen fruto y cuyo único fin es perpetuarse como especie
dominante de la pradera y extenderse y conquistar el mundo con su
apática futilidad.
Si no hubiese escrito un par de novelas
hablaría de todas esas cosas.
15 comentarios:
Pues, Javier, menos mal que no querías hablar de ello (ja, ja...). Sí, amigo mío, tienes toda la razón. Es una pena pero es así. Ojalá algún día cambie esta dinámica.
Un abrazo
Pues sí, menos mal. :-)
Gracias por tu comentario.
Tiene usted toda la razón y la única defensa ue tenemos los lectores es confiar en nuestro instinto.
Sr. Galan, Mejor que esté usted esperanzado, pero mucho me temo que la vanalidad ha venido para instalarse.
De acuerdo contigo, Javier, y todo mi apoyo porque te he leído. Si, ya sé que está entrada de tu blog no tiene una "intención personal", pero aprovecho para mostrarte mi aprecio.
Da asco el panorama literario en la actualidad.
Un abrazo.
Tienes toda la razón. Pero los grandes responsables de esta situacion son, me temo, las editoriales, y sobre todo eso que llaman editoriales independientes, que en el fondo ni son independientes ni nada que se le parezca; en realidad son una copia (una caricatura) de las grandes editoriales. Tu has escritos dos buenas novelas indiscutibles. Me gustaria que nos hablaras de tu experiencia con esas presuntas editoriales menores, que son casi peores que las grandes naves de la edicion industrial.
Es una generalización. Las independientes no son mejores ni peores. Tal vez asuman algo más de riesgo, pero es algo puntual. Por lo general, repito, el panorama es monocorde.
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Es lógica la frustración. Pero me gustaría no perder la esperanza del todo. En el último año he leído grandes obras, una de ellas Un acontecimiento excesivo, y así lo hice saber en Goodreads, para aquellos que quieran escuchar. Sabes que tuve dificultades para acceder a la obra porque el problema es la difusión, y la "lógica" del mercado funciona en otra dirección. Entonces, no sería apropiado buscar nuevos canales de distribución, no sería interesante buscar financiación y autopublicarse, no sería mejor crear una plataforma propia. Podríamos empezar por todos aquellos que te leemos. Repartamos trabajo, difundamos la escritura, creemos Movimientos.
Es triste leerte así y sería más triste verte tirar la toalla. Ya ves que, a veces, y a pesar de la edad, todavía me queda esa ilusión de los jóvenes. Sigamos luchando, por favor. Destaquemos lo bueno que se hace, rechacemos lo otro. Luchemos.
Hola Javier, he leído estos últimos meses libros como El retablo de no, Estabulario, Fosa común, Magistral, Kanada, Nemo...que no crean que atiendan a un panorama monocorde. Otra cosa es que los medios oficiales y no oficiales presten atención a libros corrientes. Hay cosas muy buenas por ahí publicadas, el caso es tomarse la molestia de buscarlas. El problema es que pocos leen y muchos de los que leen solo leen bestsellers o esos libros que están en boca de todos, porque si lees por ejemplo Nembrot, una obra maestra, no tienes luego con quien comentarlo.
Saludos
Déjeme decirle, don Francisco, que su labor de constante Y periódica vindicación internáutica con respecto a la Obra Magna de nuestro Presidente Honorífico (don José María Pérez Álvarez) nos resulta sumamente grata en el seno del Sindicato Nacional de Autores Invisibles (SNAI). Sin otro particular, un fuerte abrazo,
Ángel.
Hola Ángel, viendo el tono derrotista que se masca por estos pagos librescos no me queda otra que entregarme a la lectura de Predicciones catastróficas...y de paso visibilizarla cuando la consume. Un abrazo.
Francisco
Bueno, Joaquín, modifiqué la entrada para que pusiese "publicado" en vez de "escrito", porque en realidad he escrito un par de novelas más. No me desanimo, pero me canso de buscar editores... si no me divirtiese no seguiría escribiendo.
No nos lamentemos.
Francisco, Ángel, me habéis convencido. Acabo de encargar Nembrot.
Por cierto, ¿qué hay que hacer para afiliarse a ese sindicato? :-)
Un saludo y gracias por vuestros comentarios.
Encargar Nembrot es, desde luego, un buen primer paso de cara a ingresar en el SNAI. Pero déjeme advertirle que los caminos del Sindicato son inescrutables: autores de indudable calidad literaria han tenido que soportar la vergüenza de verse expulsados tras firmar contratos visibilizadores con editoriales de prestigio; otros, siendo efectivamente invisibles, no alcanzan los estándares de excelencia requeridos... en cuanto a usted, resulta que va bien encaminado: es prácticamente invisible y no escribe nada mal. No ceje en su empeño. Cualquier día recibirá noticias del SNAI... o no.
Boutades aparte, un afectuoso saludo y felicidades por su blog.
Y disfrute de Nembrot (sé que lo hará).
Ángel.
Jajajajajaja
Gracias, Ángel
Leí este libro hace muchos años, cuando tenía vienti...pocos, y me reí mucho. Creo que lo leería ahora de nuevo. Las cosas cuando mas lejos en la memoria, cambian de colores y es bueno quitarles el polvo y releerlos con los nuevos ojos( operados o no) que el tiempo nos da.
Merece releerlo.
Gracias por tu comentario.
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