4/10/16

La verdad sobre Marie, de Jean-Philippe Toussaint

Saqué esta novela de la biblioteca para descubrir si ya la había leído. No. Había leído otras novelas del autor, Fuir y Hacer el amor.

Sobre Fuir escribí en 2010: Narrado en primera persona la historia está dividida en dos partes, la que ocurre en China y la que ocurre en la isla, teniendo en cuenta que no existe diferenciación ninguna entre ambas, narradas ambas con la misma voz desapegada de un narrador ensimismado y desconectado del mundo, que prácticamente no establece contacto dialogal con quienes le rodean excepto cuando es necesario. De alguna manera es un narrador que recuerda a Chejfec y Vila-Matas por su introspección pero enfrentado a un mundo vertiginoso que requiere acción inmediata, menos contemplativo, con voluntad pasiva pero enfrentado a los actos que requieren, de ahí el título, una constante fuga.
La narración es fluida y cómoda, exceptuando alguna puntual redundancia en las descripciones. La historia, a pesar de desarrollarse en acción, contrasta con el carácter pensativo del narrador. Se crea con eso una sensación de extrañeza reafirmada por la incertidumbre no revelada de los actos que generan la acción narrativa y por los misterios no resueltos que se plantean a lo largo de la historia. Es pues tanto una historia de hechos y una narración introspectiva de modo que el narrador parece fluir en torno a los hechos como por una sustancia viscosa, dejándose arrastrar y siendo, más que testigo, observador de unos hechos en cierta manera incomprensibles.
Es una novela contemporánea, inteligente, de apariencia simple por su austeridad, pero compleja en su estructura fría y desapegada.

Es un fragmento que pertenece a un informe de lectura elogioso en el que recomendaba la publicación de la novela de Toussaint.

Lamento no haber escrito nada sobre Hacer el amor, publicado por la editorial Siberia. Porque en la comparativa sería interesante redescubrir los motivos por los que esta novela de Toussaint me pareció destacable. En muchas ocasiones me doy cuenta de lo poco que escribo desde hace un tiempo en el blog. Tiene que ver con lo que quiero contar que está relacionado (y no) con la novela de Toussaint que intento reseñar.

Pongamos que un escritor que en principio me parece interesante y cuya segunda novela leída me deja un buen recuerdo me provoca una sensación extraña a la tercera tentativa.
La cuestión es que La verdad sobre Marie es una buena novela. Lo que ocurre es que me estoy volviendo un lector no diría exigente sino aburrido. Aburrido de las trampas y de los narradores, aburrido de narrativa.

(En otro orden de cosas, como ya comenté en twitter, la última novela de Don DeLillo me ha dejado completamente indiferente, tanto que no creo que vaya a volver a leer nada más de él)

Obviamente aquí el problema soy yo. Yo y mi hastío. Mi hastío de tantas novelas y tantas películas y tanta futilidad.

(Necesito enfocar mi vida de otra manera... como si eso, enfocar, significase algo)

La cuestión respecto a la novela es que no debería llamarse La verdad sobre Marie sino La verdad subjetiva sobre Marie. Lo que sabemos sobre Marie, la verdad, lo sabemos a través del narrador. La novela se puede dividir en tres sucesos, el del apartamento de Marie, el del aeropuerto de Tokio y el de la isla de Elba.
(Una de las partes de Fuir trata sobre el entierro del padre de Marie en la isla de Elba, aquí se narra como Marie se aposenta en la casa de su padre tras la muerte de este, Fuir y La verdad sobre Marie forman parte de una tetralogía, creo, que se centra en la relación sentimental entre el narrador y Marie... si no recuerdo mal, Hacer el amor también forma parte de ella) (claro que es posible que la Marie que aparece en estas novelas no sea siempre la misma Marie) (ni que el narrador sea el mismo narrador)
De los tres sucesos que componen la novela el narrador solo participa plenamente en una parte de lo que acontece en la isla. La verdad sobre Marie según el narrador se basa en contados datos que le da Marie, en algunas confidencias que se le escapan a ella durante una cena y en confesiones más íntimas que posteriormente la mujer lamenta haber hecho: “(...) indiscreciones sobre sus relaciones privadas que de inmediato hice mías para desarrollarlas en mi imaginación”. Esta es la cuestión fundamental de la novela, que lo que se cuenta con profusión de detalles, no es más que el desarrollo en la imaginación del narrador de unos hechos que pudieron o no ocurrir como se cuentan. Una vez que nos cuestionamos la veracidad de lo que se nos cuenta, podemos también dudar de que los hechos realmente ocurrieran, dudamos de la veracidad del narrador y finalmente dudamos de la veracidad del autor. Lo que quiero decir, es que exponer (otra vez) la subjetividad de lo narrado, destroza de alguna manera el andamiaje de la obra, la deja expuesta, de forma que lo único que queda es el escritor y la escritura.
Y ya estoy aburrido.

Y tampoco es que me gusten demasiado las historias sentimentales ni las novelas que tratan sobre las relaciones de pareja... para mí es como si me hablaran de geología... es interesante, pero no me aporta nada.

Y mucho menos cuando el personaje de Marie se me va haciendo más y más antipático a lo largo de la novela... se convierte poco a poco en un personaje femenino de las películas de Godard... no sé si me explico... como Brigitte Bardot en Le mépris, una especie de objeto contemplativo sin personalidad o con una personalidad vista desde un punto de vista masculino... como si la desnudez fuese un rasgo característico de la personalidad femenina... yo qué sé... una tontada.



No me hagáis caso. Vivo en el hastío y en la apatía.
Toussaint es un buen escritor y sus novelas son interesantes.
Y yo no soy más que un lector abúlico.
(¿Qué me ha pasado desde 2010 en el que me mostraba tan entusiasta hasta ahora? ¿Estoy condenado a 20 años de aburrimiento?)

3 comentarios:

hbassuki dijo...

Querido Javier, me gustaria saber su opinion acerca del reciente premio nobel de literatura!! un saludo!

Anónimo dijo...

Perdone que le haga esta pregunta, Pornoy, pero ¿escribio usted este informe para alguna editorial? Me parece muy interesante

Portnoy dijo...

Escribí un informe para una editorial sobre Fuir, sí. No este, por supuesto.

Respecto al Nobel de Dylan, creo que sirve para que reflexionemos sobre la excesiva importancia que le damos al premio.

Un saludo y gracias por vuestros comentarios.