Fruto de la colaboración de Pálido Fuego y Alpha Decay llega por fin la traducción de House of leaves, de Mark Z. Danielewski, a través de la traducción de Javier Calvo y con maquetación de Robert Juan-Cantavella. (Si queréis que os diga la verdad me hace mucha ilusión que René López Villamar haya colaborado en el resultado final porque creo que lo merece)
House of leaves ese texto inaccesible para muchos de nosotros (analfabetos de inglés) ya tiene su versión en español: La casa de Hojas.
Y esta es una muy buena noticia.
Repito: MUY BUENA NOTICIA.
Y ahora, en un ejercicio de modestia inusual inmodestia habitual, arrimando el ascua a mi sardina con total autobombo un fragmento de… un texto de Vicente Luis Mora:
Si la novela pangeica tiene un Quijote, sin duda ese libro es la citada novela House of Leaves, de Mark Z. Danielewski, que ha tenido un notable éxito crítico (y de lectores, teniendo en cuenta sus características) en un escaso margen de tiempo. House of Leaves no es difícil exclusivamente por su exigencia estructural, preñada de hallazgos visuales, partes ilegibles o tachadas, zonas en blanco o en negro, etc. Es difícil porque es una novela anclada precisamente en el tema de la dificultad de contar un relato de forma veraz. Su poética está dentro de lo que Giorgio Agamben llama en Infancia e historia (1978) la imposibilidad de relatar la experiencia. Por ello, la obra de Danielewski apela a un arte literario donde la transmisión de la angustia de esa incapacidad es tan importante como la propia historia narrada y/o ficcionalizada. Es decir, House of Leaves sería un paradigmático ejemplo de lo que Tomás Vera Barros ha denominado «Literatura de la Post-Experiencia», caracterizada por «acontecimientos puros sin trascendencia; experiencia que no puede ser comunicada; escritura (narración) sin experiencia que la genere, respalde, contenga, enriquezca; y literatura (arte) sin Verdad». Un ejemplo próximo de esta misma tendencia, aunque sin artificios visuales, podría ser la excelente novela Constatación brutal del presente (2011), de Javier Avilés.
Vicente Luis Mora; El lectoespectador.
Lo siento. No he podido evitarlo.
Olvidadlo y corred a vuestra librería de cabecera a reservar vuestro ejemplar de La casa de Hojas… no es una novela lo que os llevareis a casa, es un laberinto y su misterio y su monstruo escondido (y esto lo digo habiendo leído solamente 40 páginas)
Con un saludo especial de agradecimiento a Ana S. Pareja y José Luis Amores.
2 comentarios:
Y, disculpadme la soberbia, compradla en inglés.
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