Verano, de J. M. Coetzee, fue escogida mejor novela del año 2010 por el suplemento Babelia. Me pregunto en que manera esa calificación habrá influido en mi percepción de la novela, es decir si no me habrá condicionado negativamente. Porque, pienso, Verano no es la GRAN NOVELA de Coetzee, si no una más de las excelentes novelas autoficcionales a la que nos tiene acostumbrado el autor.
Desconfío de los Premios, desconfío de la prensa.
Estoy decidido a no darle la razón a Babelia. Podría decir, por ejemplo, que Diario de un mal año es más interesante que Verano y que está plagada de autoficción burda y complaciente.
Pero sería engañarme a mí mismo.
Sinopsis: Tras la muerte del escritor galardonado con el Nobel, John Coetzee, un periodista realiza un reportaje entrevistando a cuatro mujeres que tuvieron importancia e influencia en la vida y obra del autor antes de que sus novelas empezasen a tener notoriedad pública. Verano es la continuación de Infancia y Juventud, pero con un cambio radical en el enfoque. Ahora su ficcionada vida se muestra como investigación periodística póstuma. Así, los hechos narrados son cuestionables.
La estructura sigue siendo una de los pilares más sólidos de la narrativa de Coetzee y en este caso sirve para darnos una imagen patética y desoladora de su alter-ego a través del espejo distorsionante de los recuerdos de varias mujeres, que coinciden en mostrarle como un ser penoso, desorientado y dependiente del padre, e incluso ridículo sexualmente. Un ejercicio que en algunas ocasiones resulta grotescamente autocomplaciente. Y eso pesa negativamente.
Verano es mejor novela que la mayoría de las publicaciones efímeras que se suceden mes tras mes en las librerías. Pero quizás no sea tan destacable respecto al conjunto de la producción de Coetzee. Pero todo esto lo afirmo condicionado por mi animadversión a los premios
Aceptémoslo, no hay novelas malas de Coetzee.
11 comentarios:
Y sí, hay que rendirse ante la evidencia... No leí ésa, pero sí unas siete novelas de Coetzee más un libro de ensayos. La última novela que leí, Foe, tampoco me pareció destacable teniendo en cuenta Desgracia, Hombre lento o Vida y época de Michael K. que me parecen magistrales. Sin embargo, le contaba a un amigo que me alegró escuchar su "voz" de nuevo, como quien escucha la charla de un amigo querido con quien se reencuentra después de un tiempo. Siempre es de agradecer una buena conversación.
Yo sólo he leído Verano, y claro, innegable que es buena, y la estructura es interesante y en fin que sí que está bien.
Pero vaya. Que necesitaría leer bastante más para comprender el Nobel.
Siempre son más interesantes los que nunca ganan nada, los eternos finalistas sin premios, las obras y autores menores, como decía Bolaño en alguna de sus páginas.
Me dan mucha rabia los multipremiados. Mucha. Urrggghhhhffff.
Ya puestos, dado que es un autor pendiente para mí, podría reclamarle o pedirle amablemente que me recomendara una novela para empezar (índíqueme la que le parezca mejor a su contrastado juicio, no es peloteo: es decir, no necesariamente la mejor, sino la mejor para empezar este autor)
No sólo se lo agradecería, sino que haría caso de la indicación.
Pues para mí es un autor completo y honesto, sobre todo de honesto. Quizás lo que me falte es leerlo en versión original, y para ello... todavía me queda mucho inglés que aprender.
A Francisco le diré que las novelas de este autor no son especialmente complicadas o difíciles, al menos las que yo he leído. Y tampoco creo que establezca una cronología diferenciada en sus obras, excepto por sus biografías...
Yo empecé con "Desgracia" y me encantó, quizás sea también un buen comienzo para usted. Aunque eso sí, prepárese pasar algún día más depresivo de lo normal tómese algún antídoto.
Saludos,
Juanma
Yo creo que verano es mejor que Diario de un mal año, aunque lo diga Babelia y aún concordando con tu primer párrafo
Verano es uno de los mejores libros que he leído. Un libro con una planificación y construcción complicadísimos, que provoca mareos a quien intenta imaginar todas las diferentes capas de realidad que hay contenidas en él. Y al mismo tiempo, y esto es para mí lo fundamental, un libro de factura simple y clara, que se deja leer de un tirón y que está al alcance de cualquier lector. Un libro que demuestra que no hace falta ser aburrido o ininteligible para escribir novelas rompedoras, profundas, comprometidas e innovadoras. Si no le hubieran dado ya el Nobel al autor, se lo deberían dar solamente por este libro. Y que no llegaran a darle el Booker Prize por tercera vez es simplemente una vergüenza.
Como no leo Babelia, me puedo permitir el lujo de opinar todo esto por mi cuenta y riesgo.
He leído Juventud y Desgracia y están bien, pero yo creo que es imposible castigarse en público, suena falso, somos mucho peores de lo que nos atrevemos a admitir, publicarlo ya es suponer que pude tener un mínimo de interés.
Yo de su autobiografía novelada me quedo, sin duda,con Juventud. Es una especie de Diario del artista adolescente mucho más profunda que Verano.
Saludos.
Carlos.
Sí, no hay novela mala de coetzee, aunque la mejor no es (a mi juicio) Verano, más bien creo que está entre Elizabeth Costello y Diario de un mal año.
Ay, amigo. Los verdaderos sinsabores del lector exigente...
Un libro puede ser bueno o malo, mejor o peor que otros, puede costar más o menos de acabar (o incluso de empezar), pero lo que el verdadero criminal no soporta es el circo de los vendedores de libros, editores, prologuistas, escritores de contraportada y todo el séquito consciente e inconsciente de los que proclaman, repiten, juran y perjuran lo que hay que decir para quedar bien o incluso mejor.
Porque el cabreo viene por el papanatismo que envuelve al asunto, ya sea un humilde y tranquilo libro o un alarmante y terminal teléfono sin cables, que en paz descanse.
Tampoco pasa nada si un libro es malo. No se compran más de ese autor (porque no apetece) y ya está.
Tal como yo lo veo los autores buenos de cada lector son los que invitan (ellos mismos, sin intermediarios) a tener sus obras completas, poco a poco, o de golpe, si es posible. Y eso no pasa con muchos autores.
Con toda sinceridad: imagino a Platón muy preocupado en la tumba por la reedición de sus obras.
Saludos cordiales
Pues está usted seleccionado a un Premio, señor Avilés. Felicidades.
http://www.festivalpremierroman.com/SDL/medias/presel_es_2011.pdf
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