Atención, contenido explícito. Películas pornográficas en Prefiguración de Lalo Cura.
Según el diccionario RAE: Explícito; Que expresa clara y determinadamente una cosa.
Me pregunto si la descripción de, pongamos, una manzana, no es también explícita. Usando la muletilla "contenido explícito" calificamos las películas pornográficas de "claras y determinantes"... mejor me callo y dejamos a Bolaño contándonos una película:
Mientras el mundo se convulsiona el alemán filma Hecatombe. Una película sobre las convulsiones del espíritu. Desde la cárcel un santo recuerda las noches de plenitud y jodienda. Connie y Mónica lo hacen con cuatro tipos con pinta de sombras. Doris y el ganso más grande de Bittrich pasean por la ribera de un río de poco caudal. La noche está inusualmente estrellada. Al amanecer Doris encuentra al Pajarito Gómez y se ponen a hacer el amor en la parte trasera de la casa de Bittrich. Hay un gran revoloteo de gansos. Connie y Mónica aplauden asomadas a una ventana. La verga de chicharrón del santo resplandece de semen. Fin. Los títulos de crédito aparecen sobre la imagen de un policía durmiendo. El humor de Bittrich. Películas celebradas por narcotraficantes y hombres de negocios. Los tipos simples como los pistoleros o los recaderos no las entendían, ellos de buena gana se hubieran cargado al alemán. Otra película: Kundalini. El velorio de un ganadero. Mientras los deudos lloran y beben café con aguardiente Connie entra en una habitación oscura llena de arreos de campo. De un ropero gigantesco surgen dos tipos disfrazados de toro y de cóndor respectivamente. Sin preámbulos fuerzan a Connie por las dos entradas. Los labios de Connie se curvan dibujando una letra. Mónica y Doris se meten mano en la cocina. Luego se ven establos atestados de ganado y un hombre que se aproxima trabajosamente, apartando vacas. Es el Pajarito Gómez. Nunca llega: la escena siguiente lo muestra tendido en el barro, entre los mojones y las patas de los animales. Mónica y Doris hacen un 69 negro en una gran cama blanca. El ganadero muerto abre los ojos. Se incorpora y sale del ataúd ante el horror y la estupefacción de familiares y amigos. Cubierta por el toro y por el cóndor, Connie pronuncia la palabra Kundalini. Las vacas huyen de los establos y los títulos de crédito aparecen sobre el cuerpo abandonado del Pajarito Gómez que poco a poco se va oscureciendo. Otra película: Impluvio. Dos mendigos verdaderos arrastran sendos sacos por una calle de tierra. Llegan al patio trasero de la casa de Bittrich. Encadenada de modo que sólo pueda permanecer de pie encontramos a Mónica Farr completamente desnuda. Los mendigos vacían los sacos: una nutrida colección de instrumentos sexuales de acero y cuero. Los mendigos se colocan máscaras con protuberancias fálicas y arrodillados delante y detrás de Mónica la penetran con cabezazos que resultan por lo menos ambiguos, uno no sabe si están excitados o si las máscaras los ahogan. Acostado en un catre militar, el Pajarito Gómez fuma. En otro catre el conscripto Sansón Fernández se hace una paja. La cámara recorre lentamente el rostro de Mónica: está llorando. Los mendigos se alejan arrastrando sus sacos por una miserable calle sin asfaltar. Aún encadenada, Mónica cierra los ojos y parece dormirse. Sueña con las máscaras, las narices de látex, los pellejos viejos que apenas contienen el aire que respiran, tan animosos, sin embargo, en su cometido. Pellejos sobrenaturales vaciados de todo lo esencial. Luego Mónica se viste, camina por el centro de Medellín, es invitada a una orgía en donde encuentra a Connie y a Doris, se besan y sonríen, se cuentan sus cosas. El Pajarito Gómez, con el uniforme de camuflaje a medio poner, se ha quedado dormido. Antes de que anochezca, cuando la orgía ha terminado, el dueño de la casa quiere enseñarles su posesión más preciada. Las chicas siguen a su anfitrión hasta un jardín cubierto por un armazón de metal y cristales. El dedo enjoyado del tipo indica algo en un extremo. Las chicas contemplan una pileta de cemento con forma de ataúd. Al asomarse ven sus rostros dibujados en el agua. Entonces cae el crepúsculo y los mendigos se internan por una zona de grandes naves industriales. La música, una conga de timbaleros, sube de volumen, se hace más siniestra y premonitoria, hasta que finalmente estalla la tormenta.
(…)
Otra película: Barquero. Por las ruinas uno podría creer que se trata de la vida en Latinoamérica después de la Tercera Guerra Mundial. Las chicas recorren basureros y caminos despoblados. Luego se ve un río de cauce ancho y aguas tranquilas. El Pajarito Gómez y otros dos tipos juegan a las cartas iluminados por una vela. Las chicas llegan a una fonda en donde los hombres van armados. Sucesivamente hacen el amor con todos. Desde los matorrales contemplan el río y unas maderas atadas torpemente. El Pajarito Gómez es el barquero, al menos todos lo llaman de esa manera, pero no se mueve de la mesa. Sus cartas son las mejores. Los maleantes comentan acerca de lo bien que juega. Qué bien juega el barquero. Qué suerte tiene el barquero. Poco a poco comienzan a escasear los víveres. El cocinero y el pinche de cocina martirizan a Doris, la penetran con los mangos de enormes cuchillos de carnicero. El hambre se enseñorea de la fonda: algunos no se levantan de la cama, otros deambulan por los matorrales buscando comida. Mientras los hombres van cayendo enfermos las chicas escriben como posesas en sus diarios. Pictogramas desesperados. Se superponen las imágenes del río y las imágenes de una orgía que nunca termina. El final es previsible. Los hombres disfrazan a las mujeres de gallinas y después de pasarlas por el aro se las comen en medio de un banquete nimbado de plumas. Se ven los huesos de Connie, Mónica y Doris en el patio de la fonda. El Pajarito Gómez juega otra mano de póquer. Tiene la suerte apretada como un guante. La cámara se coloca detrás de él y el espectador puede ver qué cartas lleva. Los naipes están en blanco. Sobre los cadáveres de todos ellos aparecen los títulos de crédito. Tres segundos antes del final el río cambia de color, se tiñe de negro azabache
Prefiguración de Lalo Cura, Putas asesinas; Roberto Bolaño
Según el diccionario RAE: Explícito; Que expresa clara y determinadamente una cosa.
Me pregunto si la descripción de, pongamos, una manzana, no es también explícita. Usando la muletilla "contenido explícito" calificamos las películas pornográficas de "claras y determinantes"... mejor me callo y dejamos a Bolaño contándonos una película:
Mientras el mundo se convulsiona el alemán filma Hecatombe. Una película sobre las convulsiones del espíritu. Desde la cárcel un santo recuerda las noches de plenitud y jodienda. Connie y Mónica lo hacen con cuatro tipos con pinta de sombras. Doris y el ganso más grande de Bittrich pasean por la ribera de un río de poco caudal. La noche está inusualmente estrellada. Al amanecer Doris encuentra al Pajarito Gómez y se ponen a hacer el amor en la parte trasera de la casa de Bittrich. Hay un gran revoloteo de gansos. Connie y Mónica aplauden asomadas a una ventana. La verga de chicharrón del santo resplandece de semen. Fin. Los títulos de crédito aparecen sobre la imagen de un policía durmiendo. El humor de Bittrich. Películas celebradas por narcotraficantes y hombres de negocios. Los tipos simples como los pistoleros o los recaderos no las entendían, ellos de buena gana se hubieran cargado al alemán. Otra película: Kundalini. El velorio de un ganadero. Mientras los deudos lloran y beben café con aguardiente Connie entra en una habitación oscura llena de arreos de campo. De un ropero gigantesco surgen dos tipos disfrazados de toro y de cóndor respectivamente. Sin preámbulos fuerzan a Connie por las dos entradas. Los labios de Connie se curvan dibujando una letra. Mónica y Doris se meten mano en la cocina. Luego se ven establos atestados de ganado y un hombre que se aproxima trabajosamente, apartando vacas. Es el Pajarito Gómez. Nunca llega: la escena siguiente lo muestra tendido en el barro, entre los mojones y las patas de los animales. Mónica y Doris hacen un 69 negro en una gran cama blanca. El ganadero muerto abre los ojos. Se incorpora y sale del ataúd ante el horror y la estupefacción de familiares y amigos. Cubierta por el toro y por el cóndor, Connie pronuncia la palabra Kundalini. Las vacas huyen de los establos y los títulos de crédito aparecen sobre el cuerpo abandonado del Pajarito Gómez que poco a poco se va oscureciendo. Otra película: Impluvio. Dos mendigos verdaderos arrastran sendos sacos por una calle de tierra. Llegan al patio trasero de la casa de Bittrich. Encadenada de modo que sólo pueda permanecer de pie encontramos a Mónica Farr completamente desnuda. Los mendigos vacían los sacos: una nutrida colección de instrumentos sexuales de acero y cuero. Los mendigos se colocan máscaras con protuberancias fálicas y arrodillados delante y detrás de Mónica la penetran con cabezazos que resultan por lo menos ambiguos, uno no sabe si están excitados o si las máscaras los ahogan. Acostado en un catre militar, el Pajarito Gómez fuma. En otro catre el conscripto Sansón Fernández se hace una paja. La cámara recorre lentamente el rostro de Mónica: está llorando. Los mendigos se alejan arrastrando sus sacos por una miserable calle sin asfaltar. Aún encadenada, Mónica cierra los ojos y parece dormirse. Sueña con las máscaras, las narices de látex, los pellejos viejos que apenas contienen el aire que respiran, tan animosos, sin embargo, en su cometido. Pellejos sobrenaturales vaciados de todo lo esencial. Luego Mónica se viste, camina por el centro de Medellín, es invitada a una orgía en donde encuentra a Connie y a Doris, se besan y sonríen, se cuentan sus cosas. El Pajarito Gómez, con el uniforme de camuflaje a medio poner, se ha quedado dormido. Antes de que anochezca, cuando la orgía ha terminado, el dueño de la casa quiere enseñarles su posesión más preciada. Las chicas siguen a su anfitrión hasta un jardín cubierto por un armazón de metal y cristales. El dedo enjoyado del tipo indica algo en un extremo. Las chicas contemplan una pileta de cemento con forma de ataúd. Al asomarse ven sus rostros dibujados en el agua. Entonces cae el crepúsculo y los mendigos se internan por una zona de grandes naves industriales. La música, una conga de timbaleros, sube de volumen, se hace más siniestra y premonitoria, hasta que finalmente estalla la tormenta.
(…)
Otra película: Barquero. Por las ruinas uno podría creer que se trata de la vida en Latinoamérica después de la Tercera Guerra Mundial. Las chicas recorren basureros y caminos despoblados. Luego se ve un río de cauce ancho y aguas tranquilas. El Pajarito Gómez y otros dos tipos juegan a las cartas iluminados por una vela. Las chicas llegan a una fonda en donde los hombres van armados. Sucesivamente hacen el amor con todos. Desde los matorrales contemplan el río y unas maderas atadas torpemente. El Pajarito Gómez es el barquero, al menos todos lo llaman de esa manera, pero no se mueve de la mesa. Sus cartas son las mejores. Los maleantes comentan acerca de lo bien que juega. Qué bien juega el barquero. Qué suerte tiene el barquero. Poco a poco comienzan a escasear los víveres. El cocinero y el pinche de cocina martirizan a Doris, la penetran con los mangos de enormes cuchillos de carnicero. El hambre se enseñorea de la fonda: algunos no se levantan de la cama, otros deambulan por los matorrales buscando comida. Mientras los hombres van cayendo enfermos las chicas escriben como posesas en sus diarios. Pictogramas desesperados. Se superponen las imágenes del río y las imágenes de una orgía que nunca termina. El final es previsible. Los hombres disfrazan a las mujeres de gallinas y después de pasarlas por el aro se las comen en medio de un banquete nimbado de plumas. Se ven los huesos de Connie, Mónica y Doris en el patio de la fonda. El Pajarito Gómez juega otra mano de póquer. Tiene la suerte apretada como un guante. La cámara se coloca detrás de él y el espectador puede ver qué cartas lleva. Los naipes están en blanco. Sobre los cadáveres de todos ellos aparecen los títulos de crédito. Tres segundos antes del final el río cambia de color, se tiñe de negro azabache
Prefiguración de Lalo Cura, Putas asesinas; Roberto Bolaño
6 comentarios:
Siempre me ha fascinado el surrealismo de estas descripciones
Es buenísimo. Qué manera de dibujar las escenas. Magia pura.
Bolaño es un gigante. Dejo enlazado el blog al mío (http://blogs.lavozdegalicia.es/luispousa/). Ánimo y a seguir así. Nos leemos!
Cuando se presentó "Bolaño salvaje", Carolina López, la viuda de Bolaño, anunció que el autor de "2666" había dejado una novela, otra más, inédita. Entonces, no le di mucha importancia, pensando que quizá, el autor de la noticia que leí en una web de internet, no había entendido bien y que la viuda de Bolaño se había referido a otra novela (ya publicada). Pero esta mañana, sin embargo, leo en El País que Bolaño SÍ dejó otra novela inédita: se titula "El Tercer Reich", y trata de un aprendiz escritor alemán, aficionado a los juegos de estrategia por ordenador, que viajará con su novia a la costa catalana. Pero la mayor sorpresa no me la he llevado al leer que Bolaño tenía una novela inédita (algo de veracidad sí que le había dado a aquella noticia que leí, si no recuerdo mal, en la web de Club Cultura), la mayor sorpresa me la he llevado al leer que Jorge Herralde no sabe si publicará esta novela... Y es que, al parecer, los herederos de Bolaño, terminan contrato con la agencia de Carmen Bacells, e inician nueva relación con un conocidísimo agente británico, apodado "El Chacal", que, según he leído, debe ser un muy duro hueso de roer para los editores... Más información en el blog de Iván Thais, en el "Moleskine".
Un saludo.
Perdoname mi malo espanol, soy Carmelo desde Italia. En "Llamadas telefonicas hay un cuento donde el personaje cuenta de como pasa las mananas robando libros y viendo peliculas
y cuenta de una pelicula francesa que el vee muchas veces en donde al final la mujer roja queda sentada leyendo el libro "la caida de Camus .
acaso han investigado de que pelicula se trata?
gracias me gusta este sitio
carmelo
Ya sé a que cuento te refieres... pero la verdad es que no sé cual es la película... creo que una vez se comentó, pero he olvidado el título.
Siento no poder ser útil.
Un saludo
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