El documental capta los últimos días de Andrei Tarkovsky en 1986, exiliado en Paris, postrado tras el rodaje de Sacrificio en Suecia, rodeado de numerosos colaboradores de Bergman. Marker se detiene en la filmación de una escena complicada, un solo plano de seis minutos en el que confluyen los cuatro elementos, aire, tierra agua y fuego, que para Marker son fundamentales en la obra de Tarkovsky, elementos que simbolizan manifestaciones de la divinidad. Vemos como en enero de 1986 el equipo de rodaje visiona, por primera vez, la copia provisional de Sacrificio, rodeando la cama del director que morirá en diciembre. Marker evita todo elemento melodramático que podría vincularse a la situación. Tarkovsky en un artista trabajando.
Marker explora la cinematografía de Tarkovsky, aportando su mirada a la mirada del director ruso, deteniéndose particularmente en el aspecto místico:
Llueve mucho en las películas de Tarkovsky, como en las de Kurosawa. Sin duda, es una de las muestras de la sensibilidad japonesa que (Tarkovsky) mencionaba tan a menudo. Igual que los japoneses, existe una relación física con la naturaleza. No hay nada más terrenal, más carnal que el trabajo de este reputado cineasta místico. Tal vez porque el misticismo ruso no es el de los católicos asustados por la naturaleza y el cuerpo. Los ortodoxos respetan la naturaleza se venera al Creador a través de su creación. Y en contrapunto a los personajes cada película teje una trama entre los cuatro elementos.
Muy hábilmente, Marker introduce una secuencia de Stalker en la que el guía aparece con un pañuelo rodeando su garganta a modo de alzacuellos:
El Stalker como Sacerdote. La Zona adquiere toda su dimensión simbólica, mística, mientras nosotros, como el científico y el literato, rezamos para que el milagro no ocurra para no tener que creer. Y la naturaleza se manifiesta ante nuestros ojos escépticos. Llueve en la habitación.
Y llueve en la réplica de la casa en Solaris.
“El ocultismo para Andrei era a menudo un atajo hacia el más allá”, dice Marker. “Durante una sesión de espiritismo se comunicó con Boris Pasternak quien le dijo que sólo rodaría siete películas. "¿Sólo? ", preguntó Andrei. "Pero serán buenas", respondió Boris Leonídovich.”
El director francés emplea esta anécdota para construir un entorno de perfección que encierre la obra de Tarkovsky. Lo que puede ser perfecto debe de serlo. Marker obvia las películas que el director ruso dirigió en la VGIK, la escuela de cine de Moscú, y un trabajo televisivo para reducir su filmografía a las siete películas anunciadas por el espíritu de Pasternak: Ivanovo detstvo (1962) (La Infancia de Iván), Andrey Rublyov (1969) (Andrei Rublev), Solyaris (1972) (Solaris), Zerkalo (1975) (El Espejo), Stalker (1979), Nostalghia (1983) (Nostalgia) y Offret (1986) (Sacrificio)
Y a través de esta pequeña trampa Marker concluye su homenaje a la obra perfecta de un gran cineasta:
El primer plano de su primera película (La Infancia de Iván) mostraba a un niño de pie junto a un árbol joven.
El último plano de su última película (Sacrificio) a un niño tumbado a los pies de un árbol muerto.
Uno podría considerar que se cierra el círculo, que es una señal de adiós. Pero cuando rodó este plano, Andrei no sabía que estaba enfermo.
Otro enigma más, que cada uno descifrará a su manera.
Algunos predican sermones los Grandes lo dejan en manos de nuestra libertad. Cada uno decidirá por sí mismo si el Océano de "Solaris" existe, si la Zona de "Stalker" existe, si Alexander, el personaje de "Sacrificio", realizó un milagro o no.
Cada uno encontrará su llave para entrar en la casa de Tarkovski el único cineasta cuya obra se halla entre dos niños y dos árboles.
Yo añadiría a esta niña, la hija del Stalker, fuera de la Zona, donde no crecen árboles.
Andrei Tarkovsky en Miradas de Cine
Marker explora la cinematografía de Tarkovsky, aportando su mirada a la mirada del director ruso, deteniéndose particularmente en el aspecto místico:
Llueve mucho en las películas de Tarkovsky, como en las de Kurosawa. Sin duda, es una de las muestras de la sensibilidad japonesa que (Tarkovsky) mencionaba tan a menudo. Igual que los japoneses, existe una relación física con la naturaleza. No hay nada más terrenal, más carnal que el trabajo de este reputado cineasta místico. Tal vez porque el misticismo ruso no es el de los católicos asustados por la naturaleza y el cuerpo. Los ortodoxos respetan la naturaleza se venera al Creador a través de su creación. Y en contrapunto a los personajes cada película teje una trama entre los cuatro elementos.
Muy hábilmente, Marker introduce una secuencia de Stalker en la que el guía aparece con un pañuelo rodeando su garganta a modo de alzacuellos:
El Stalker como Sacerdote. La Zona adquiere toda su dimensión simbólica, mística, mientras nosotros, como el científico y el literato, rezamos para que el milagro no ocurra para no tener que creer. Y la naturaleza se manifiesta ante nuestros ojos escépticos. Llueve en la habitación.
Y llueve en la réplica de la casa en Solaris.
“El ocultismo para Andrei era a menudo un atajo hacia el más allá”, dice Marker. “Durante una sesión de espiritismo se comunicó con Boris Pasternak quien le dijo que sólo rodaría siete películas. "¿Sólo? ", preguntó Andrei. "Pero serán buenas", respondió Boris Leonídovich.”
El director francés emplea esta anécdota para construir un entorno de perfección que encierre la obra de Tarkovsky. Lo que puede ser perfecto debe de serlo. Marker obvia las películas que el director ruso dirigió en la VGIK, la escuela de cine de Moscú, y un trabajo televisivo para reducir su filmografía a las siete películas anunciadas por el espíritu de Pasternak: Ivanovo detstvo (1962) (La Infancia de Iván), Andrey Rublyov (1969) (Andrei Rublev), Solyaris (1972) (Solaris), Zerkalo (1975) (El Espejo), Stalker (1979), Nostalghia (1983) (Nostalgia) y Offret (1986) (Sacrificio)
Y a través de esta pequeña trampa Marker concluye su homenaje a la obra perfecta de un gran cineasta:
El primer plano de su primera película (La Infancia de Iván) mostraba a un niño de pie junto a un árbol joven.
El último plano de su última película (Sacrificio) a un niño tumbado a los pies de un árbol muerto.
Uno podría considerar que se cierra el círculo, que es una señal de adiós. Pero cuando rodó este plano, Andrei no sabía que estaba enfermo.
Otro enigma más, que cada uno descifrará a su manera.
Algunos predican sermones los Grandes lo dejan en manos de nuestra libertad. Cada uno decidirá por sí mismo si el Océano de "Solaris" existe, si la Zona de "Stalker" existe, si Alexander, el personaje de "Sacrificio", realizó un milagro o no.
Cada uno encontrará su llave para entrar en la casa de Tarkovski el único cineasta cuya obra se halla entre dos niños y dos árboles.
Yo añadiría a esta niña, la hija del Stalker, fuera de la Zona, donde no crecen árboles.
Andrei Tarkovsky en Miradas de Cine
5 comentarios:
La trampa funcionó: todas son buenas, que se lo digan a Pasternak. Ahora, después de leer este post, me parece que buscaré un rato para revisar Solaris o Stalker. Apetece. Un saludo.
Una llovizna más irónica (Estaba buscando una historia de Brian Bolland titulada "Una película de Tarkovski", pero no ha habido manera)
http://agaudi.files.wordpress.com/
2007/10/mr-mamoulian_1.jpg
Puedes ver más muestras de su trabajo en
http://www.brianbolland.net/
Perdona si me pongo prosaico pero querría saber si este filme de Marker lo has visto en alguna parte o lo tienes, si lo viste en francés o tenía subtítulos.
Marker ha sido la gran irrupción cinematográfica en mi vida de los últimos, qué se yo, diez años, y ando a la caza de lo que ha ido desperdigando a lo largo de los años.
Hola Alberto:
Seguro que a estas alturas ya tendrás el cofre de marras, pero si no ahí van un par de direcciones. Espero que te sirvan, un saludo.
Cofre Chris Marker, aprox. 40€
http://www.zonadvd.com/modules.php?name=News&file=article&sid=13026
http://www.intermedio.net/tienda_dvd/cofre-chris-marker-_-4-dvd-_-li_o-40-p%C3%83%C2%A1gs-p-109.html?osCsid=a635fa8df0635dd797858a31eacf4f83
Un artículo que casi seguro conocerás, pero que explica bastante bien el desarrollo temático de su filmografía. El cine de las imágenes que tiemblan:
http://www.pulpmovies.org/articulos/marker.html
Sí, Carlos, muchas gracias. Efectivamente tengo el Cofre dichoso, precisamente porque cayó en mis manos de forma casual me enamoré de la manera de filmar de este hombre. Luego, al ver lo extenso de su filmografía (esas decenas de documentales para Canal Arte, por ejemplo) empecé a buscar cualquier cosa que estuviese subtitulada.
Esta que refiere Portnoy es una de las que más me atrae, por ejemplo.
Tengo que confesar, Alberto, que soy bastante vago para desplazarme y demasiado tacaño para conseguir estas exquisiteces. Así que me armo de paciencia y pongo el intercambiador de archivos a funcionar. Tal vez lo que ocurra es que no soy demasiado exigente en materia de calidad cinematográfica y que siento cierto desapego por la posesión del recipiente fílmico, justo lo contrario que me ocurre con los libros, que me gusta amontonarlos y sentir su tacto.
En fin, sin necesitas algún enlace o algún detalle por saber algo concreto escríbeme un e-mail.
De todas formas es de agradecer la pronta respuesta de Carlos.
Un saludo y gracias por los comentarios.
Publicar un comentario