En el viejo Japón existen antiquísimas y fantásticas creencias sobre la mágica eficacia de ciertas operaciones, implicadas, aunque no descritas, en el verbo nazoraeru. El significado intrínseco de esta palabra no puede traducirse con exactitud (...) porque se relacionan con varias clases de magia mímica que no tienen fácil explicación, así como también refiérense a muchos actos de fe religiosa. Los significados más corrientes de nazoraeru, según los diccionarios, son: imitar, comparar, asemejar; pero la significación esotérica es "sustituir en el pensamiento un objeto o acción, por otro, con el fin de obtener un resultado mágico o maravilloso".
Por ejemplo: vuestras fuerzas no os permiten construir un templo budista; pero fácilmente podéis colocar un guijarro delante de la imagen de Buda con el mismo sentimiento fervoroso que si pudierais suministrar lo necesario para construir un templo, si vuestras fuerzas económicas os lo permitieran. El mérito de ofrecer un guijo de este modo adquiere tanta extensión, o casi tanta, como el mérito de construir un templo. Acaso no podréis leer los seis mil setecientos setenta y un volúmenes que componen los textos budistas; pero sí podéis hacer una estantería giratoria donde colocaréis los libros y daréis vueltas a su alrededor, empujándola igual que si fuerais un torno. Y si la empujáis con el mismo fervoroso deseo con que hubierais leído los seis mil setecientos setenta y un volúmenes, adquiriréis un mérito semejante al que os hubiera valido su lectura. Esto baste quizás para explicar el significado religioso de nazoraeru.
Y en cuanto a la significación mágica, no puede ser explicada sin una gran variedad de ejemplos. Más para este caso nos servirá el siguiente: Si queremos hacer un hombrecito de paja, por la misma razón que la hermana Helena lo construyó de cera, y deseamos clavarlo, con clavos no menores de cinco pulgadas de longitud, en cualquier árbol de la alameda del templo, a la Hora del Buey, y si la persona representada imaginativamente muere después en medio de una agonía terrible, en este caso tendremos la ilustración de uno de los significados de nazoraeru... O supongamos que un ladrón ha entrado durante la noche en vuestra casa, llevándose vuestros valores. Si en el jardín podéis descubrir las huellas del bandido e inmediatamente quemáis una gran moxa en cada una de las señales, entonces las plantas de los pies del facineroso se inflamarán y no podrá estar en ningún sitio hasta que, por su propia intención, vuelva a entregaros lo que os robó. Esta es otra especie de magia mímica de las expresadas por el término nazoraeru. (...)
Por ejemplo: vuestras fuerzas no os permiten construir un templo budista; pero fácilmente podéis colocar un guijarro delante de la imagen de Buda con el mismo sentimiento fervoroso que si pudierais suministrar lo necesario para construir un templo, si vuestras fuerzas económicas os lo permitieran. El mérito de ofrecer un guijo de este modo adquiere tanta extensión, o casi tanta, como el mérito de construir un templo. Acaso no podréis leer los seis mil setecientos setenta y un volúmenes que componen los textos budistas; pero sí podéis hacer una estantería giratoria donde colocaréis los libros y daréis vueltas a su alrededor, empujándola igual que si fuerais un torno. Y si la empujáis con el mismo fervoroso deseo con que hubierais leído los seis mil setecientos setenta y un volúmenes, adquiriréis un mérito semejante al que os hubiera valido su lectura. Esto baste quizás para explicar el significado religioso de nazoraeru.
Y en cuanto a la significación mágica, no puede ser explicada sin una gran variedad de ejemplos. Más para este caso nos servirá el siguiente: Si queremos hacer un hombrecito de paja, por la misma razón que la hermana Helena lo construyó de cera, y deseamos clavarlo, con clavos no menores de cinco pulgadas de longitud, en cualquier árbol de la alameda del templo, a la Hora del Buey, y si la persona representada imaginativamente muere después en medio de una agonía terrible, en este caso tendremos la ilustración de uno de los significados de nazoraeru... O supongamos que un ladrón ha entrado durante la noche en vuestra casa, llevándose vuestros valores. Si en el jardín podéis descubrir las huellas del bandido e inmediatamente quemáis una gran moxa en cada una de las señales, entonces las plantas de los pies del facineroso se inflamarán y no podrá estar en ningún sitio hasta que, por su propia intención, vuelva a entregaros lo que os robó. Esta es otra especie de magia mímica de las expresadas por el término nazoraeru. (...)
De Kwaidan, El espejo y la campana; de Lafcadio Hearn (traducción de Pablo Inestal para Alianza Editorial)
Texto completo en inglés
1 comentario:
Muy interesante. Gran blog
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