9/1/05

Los detectives salvajes

Hay en Los detectives salvajes un ejercicio autobiográfico por parte de Bolaño. Sin embargo, entendido en un sentido estrictamente literario, nada es real en la novela por expresa voluntad de su autor. Belano puede ser el alter ego del autor, como Ulises Lima el fantasma de Mario Santiago, como el realvisceralismo el trasunto del infrarealismo. ¿Importa? Puede ser interesante la idea vertida por Herralde de una edición anotada de Los detectives en la que se explicarían las alusiones ocultas, o no tanto, que encierra la novela. Sin embargo pienso que se debe hablar de ella como una obra literaria completamente despegada de la realidad, que permanecerá en el tiempo cuando esa realidad esté completamente olvidada, ya que Los detectives salvajes, junto a 2666, constituirán la clave de la literatura escrita en castellano en el puente entre los siglos XX y XXI. (Lo cual tal vez sea una presunción desmesurada de mi parte, pero no puedo dejar de sentirlo así)

La novela narra la historia de dos búsquedas, la de Cesárea Tinajero, fundadora del realvisceralismo y la de Lima y Belano desaparecidos tras marchar en busca de Tinajero. Los dos poetas son los detectives salvajes de la primera parte, 1975-1976, dividida a su vez en dos partes al principio y al final de la novela, el movimiento realvisceralista y la búsqueda de la poetisa olvidada los motivos de ésta, narrado por un joven poeta que a su vez desaparece de la narración. La segunda parte de la novela, que constituye el cuerpo central de ésta es una búsqueda literaria en la que los detectives son los propios lectores que debemos descubrir varias incógnitas planteadas en la primera parte: ¿Quién era Cesárea Tinajero? ¿dónde fue a parar la voz de García Madero, el poeta narrador de la primera parte? ¿qué encontraron Belano y Lima en el desierto de Sonora para emprender una huida hacia ninguna parte, para convertirse en exiliados de sí mismos? Poco a poco el lector va comprendiendo que todas estas incógnitas nunca se resolverán, incluso intenta dejar de preocuparse por ellas, aunque la pluma de Bolaño, casi imperceptiblemente, va introduciendo detalles que recuerdan al lector su “deber” de indagar.
Las dos desapariciones que motivan las búsquedas no son más que el pretexto que todo buen viaje literario necesita. En el fondo no importan ni el origen ni el destino del viaje, sólo éste. Es posible que lo que encontremos al final del viaje decepcione, teniendo en cuenta lo que promete la aventura literaria emprendida por Bolaño. Pero una vez meditado el conjunto y evidenciada la intención del autor, no podemos más que maravillarnos ante Los detectives salvajes.
Aventuro un par de temas que pueden ser, junto a muchos otros, las claves de la novela: En primer lugar la sorpresa, ingenua y demoledora, que sufren los protagonistas cuando constatan que descubrir el origen de las cosas supone también su destrucción. En segundo lugar, y esta es la trampa que encierra la novela y que conduce al lector a la misma sorpresa que a sus protagonistas, que cuando nos empeñamos en desentrañar misterios no conseguimos más que rascar la sórdida corteza de la realidad.
Cedo la palabra a Bolaño:
"La vida misma no creo que haga escribir a nadie. El momento en que uno decide ser escritor es un instante de locura total y de voluntad, entendida en el sentido nietzscheano de la palabra, que es un sentido bastante delirante.
Escribir no es normal, lo normal es leer y lo placentero es leer, incluso lo elegante es leer. Escribir es un ejercicio de masoquismo; leer a veces puede ser un ejercicio de sadismo, pero generalmente es una ocupación interesantísima”

7 comentarios:

Portnoy dijo...

La conversación continúa en:
http://www.emboscados.com/foro/viewtopic.php?TopicID=999

Portnoy dijo...

La conversación continúa en:
emboscados

Portnoy dijo...

Curioso. Prueba a poner en la barra de direcciones www.emboscados.com ya veras la conversación abierta sobre Bolaño.
Gracias por venir.

Anónimo dijo...

Acabo de terminar la novela. Si bien es cierto que me ha fascinado y que la calidad literaria de B es indiscutible, dudo un poco en la construcción de un pedestal. Puede ser que haya poca gente haciendo cosas interesantes en español y que nos conformemos con otro tipo de narrativas pero, (sin quitar méritos a Roberto), he leído muchos autores norteamericanos, por ejemplo, cuya búsqueda en la estructura formal de la novela es impresionante y trasciende mucho de lo que he conseguido en español. Pienso en un profesor que descubrí llamado Percival Everett, quien plantea una novela-dentro-de-la-novela que es muy interesante.
Por otro lado, como eterno reacc que soy, me da alegría saber que Bolaño y su movimiento haya sido reconocido al final, si bien es cierto que, como Hunter Thompson, al ser “reconocido” por el sistema el personaje pierde un poco de lo atractivo que es ser un outsider.
P.D.: Me desilusionó un poco que García Madero, el protagonista de la primera parte, se esfume sin dejar rastro y sin explicaciones, con una simple alusión hacia el final de que no hizo nada con su vida.
Saludos...

SDVB dijo...

Estoy entusiasmada leyendo "Los detectives salvajes". Y simpaticé con la frase de Bolaño.
Qué buen blog es éste. No me aburro de pasar por aquí. Y ojo que no son zalamerías.

Portnoy dijo...

Gracias, Sdvb

Carlos Swift dijo...

En lo que me toca comparto lo que dicen muchos: quedé desilusionado cuando vi desaparecer a Garcia Madero de la historia. Y creo que lo lamenté porque me hubiese gustado seguir subido sobre el mito del poeta urbano, que es lo que se plantea en esa primera parte. De hecho opino que esa primera parte es tan potente que lanza al lector sobre el resto de la novela. Hasta que llega un punto en que tiene que admitir que no, que Bolaño no va a recuperar la historia que le prometió al principio, y es entonces cuando Detectives Salvajes decepciona.