[Reseña-ficción]
Juro ante el libro supremo de los
reseñistas (que debe ser uno de Harold Bloom) que todo cuanto voy a
decir a continuación es simple especulación.
No hay nada más sencillo, y al tiempo
arbitrario, que adjudicar hechos de la biografía de un autor a sus
textos narrativos. Con Roth es aún más fácil porque, no se puede
negar, emplea los hechos de su vida y los de las personas que le
rodean, para crear sus personajes. Luego viene el complicado e
infructuoso trabajo de desmentir que tal personaje sea una persona
concreta, pero eso es otra historia.
Roth empezó a escribir La humillación
en 2005, pero los constantes dolores de espalda que sufría tras su
operación y, sobre todo, la muerte de Saul Bellow le llevó a
abandonar el proyecto y embarcarse en la escritura de Elegía, donde
vuelca en cierta manera las imágenes que le provocaron la asistencia
al entierro de su amigo Bellow y el dolor de su pérdida.
A continuación nos quiso despistar
eliminando a (despidiéndose de) su alter ego, Nathan Zuckerman, en
Exit Ghost, lo que ponía fin a un ciclo que muchos entendimos como
un final definitivo.
Luego vinieron tres novelas más:
Indignación, La humillación y Némesis. Junto a Elegía quieren
formar una tetralogía sobre la muerte, pero es una distracción que
quiere que no nos focalicemos en un hecho fundamental.
Este es que La humillación es su
testamento narrativo.
Fijémonos bien, Elegía es un canto
funerario por unos hechos concretos, la muerte de Bellow y la
enfermedad del hermano de Roth. Sale el espectro es una especie de
deber que el autor tiene con su personaje más significativo, algo
que Roth debía escribir antes de salir de escena y retirarse.
Indignación, La humillación y Némesis
son tres novelas menores, sobre todo teniendo en cuenta lo “enormes”
que son algunas de las novelas anteriores de Roth. Que formen parte
de una tetralogía, junto a Elegía, con la que tienen relación de
forma tangencial, más que nada se sustenta en la brevedad de esas
novelas.
Y en el centro, agazapada, oculta, La
humillación.
Voy a resumir el argumento:
Simon Axler, un exitoso actor de
teatro, descubre tras un par de actuaciones desastrosas que “Había
perdido su magia”, el impulso estaba agotado y su talento estaba
muerto...
[Aquí el autor. Disculpad la
intromisión, pero no voy a permitir que el reseñista psicótico
destripe la novela... pongamos que hay un actor que descubre que el
único papel a su alcance es el de una persona que no puede
representar un papel... coloquemos al lado de Chejov una escopeta...
pongamos un renacimiento, vía desenfreno sexual, del actor, y una
humillación final... quien quiera más detalles que lea la novela]
… en algún momento de la novela el
personaje admite: “No es una cuestión de confianza. En el fondo
siempre he tenido la sensación de que carecía por completo de
talento” y de alguna forma, tras el compendio de personajes
teatrales que se suicidan y de escritores que hicieron lo propio hay
una mención velada a Próspero con quien Axler (Roth) se
identifica:
Ahora magia no me queda
y sólo tengo mis fuerzas,
que son pocas. Si os complace,
retenedme aquí, o dejadme
ir a Nápoles. Con todo,
si ya el ducado recobro
tras perdonar al traidor,
no quede hechizado yo
en la isla, y de este encanto
libradme con vuestro aplauso.
[Otra nota del autor: Aquí el
reseñista fusila sin miramientos la Wikipedia... no tengo muy claro
lo de Próspero, más allá de la magia y del aplauso que solicita el
personaje al final de la obra]
Claro y diáfano como un luminoso día
de verano, el propósito de Roth queda desvelado. Escribe:
“El suicidio es el papel que escribes
para ti mismo. Lo habitas y lo representas. Todo está cuidadosamente
puesto en escena... dónde te encontrarán y de que manera. Pero es
una sola representación”
Lo que Roth escenifica es su suicidio
literario, su salida de escena como una acotación, exit ghost, y
nada más tras el punto final. Y La humillación es la representación
de ese suicidio. Hay escritores que se suicidan y escritores que
narrativizan su propio suicidio. Lo que cuenta realmente es que tras
su suicidio no habrá más obras escritas por su autor.
Salvo...
Si Roth es uno de los pocos escritores
que han visto como todas sus obras aparecen en la Library of America,
generalmente colecciones dedicadas a autores fallecidos, creo que
también tiene el privilegio de ser el único autor que ha visto
publicadas en vida sus novelas póstumas (Indignación y Némesis)
[Nota final: en algún momento esto se
me ha ido de las manos]
Los fragmentos de la traducción de
Jordi Fibla para Mondadori.
1 comentario:
estimado blogger
estuve tratando de ver como comunicarme pero no encontré un mail, por favor borra esta entrada luego de leerla si te parece.
queria contarte que en pocos días estamos lanzando un ebook, una novela sobre la bipolaridad escrita por una persona que la padece, que ha estado en coma por este motivo y se ha recuperado.
Yo soy un gran amigo de la autora, María Bel Santarossa y estoy ayudándola a divulgar esta obra tan pero tan importante.
El libro ya está disponible para la compras por adelantado en: https://store.kobobooks.com/es-ES/ebook/rea
será un placer para mi enviarte mas informaciones sobre el libro y una copia del mismo gratuita para que puedas leerlo y si quieres hacer un comentario en tu blog
desde ya muchas gracias por tu tiempo y quedo a tus órdenes
También puede dar un vistazo a su nuevo blog belsantarossa.com
saludos
Martin Chab
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