1/9/13

Upstream Color, de Shane Carruth




No voy a intentar dar una explicación del film.  El director ha dejado claras sus intenciones en varias entrevistas y hay muchos intentos exhaustivos de interpretaciones subjetivas de la película en la web. Y esa es la clave, que solo podemos dar una interpretación subjetiva.
Upstream Color no es una película sencilla en lo que a la trama se refiere. El espectador queda desconcertado por una serie de sucesos que responden a distintos ciclos vitales interconectados (orquídeas, gusanos, humanos, cerdos, orquídeas) que tienen el propósito de anular la voluntad de los individuos no tanto para apropiarse de sus bienes materiales y su modo de vida, lo que constituye la primera fase de un experimento atroz, sino para sustraerles su propia esencia como personas, su memoria y sus sentimientos, ligándola, de una manera esotérica o teleempática, con la de un cerdo. Puede considerarse, en suma, una reflexión sobre la condición humana o una alegoría sobre la imperfección de nuestra existencia. Puede.
Pero a la interpretación que cada uno de nosotros puede hacer de la película se sobrepone la película en sí. Porque lo importante de Upstream Color no es tanto lo que cuenta sino cómo lo cuenta. Shane Carruth crea una obra personal a todos los niveles: escribe, dirige, interpreta y crea la banda sonora. Su voluntad no es tan solo concebir una película compleja y hermética abierta a interpretaciones como ya hizo con Primer. Hay en Upstream Color una intención estética muy cuidada. Pero no tanto en el sentido de buscar la belleza, que también está presente, sino en el de adecuar las imágenes, el sonido, la música, a la narración. Creo que últimamente he visto pocas películas en las que todos los elementos formen un conjunto tan armónico como en Upstream Color.





Imagino que más de uno que siga esta recomendación querrá después tirarme un ladrillo a la cabeza. Se trata de una película compleja, pero no incomprensible, que en ocasiones es demasiado contemplativa y se regodea en exceso en primeros planos a la actriz principal (algo que siempre me parece sospechoso y que vulnera el sobreentendido) Pero se trata de una película hermética, con una realización que combina trama e imagen hasta rozar la perfección, con una trama subyacente de ciencia-ficción y abierta a interpretaciones… ¿cómo podría no gustarme?












Puede ser también una alegoría sobre la arbitrariedad de la divinidad y nuestra indefensión ante quien nos controla. Al inicio de su abducción el hombre que controla a Kris le dice, en previsión de un futuro recuerdo, para no ser identificado ni recordado:
“Nací con una malformación. Mi cabeza está hecha del mismo material que el sol. Esto hace que te sea imposible mirarme directamente”


Dios cría cerdos. Nosotros somos un instrumento desechable.
Ahora tendré que leer Walden para descubrir ese otro sentido de la película relacionado con Thoreau.

Pulsando aquí, la visión de Hanna O. Semicz: Upstream color

2 comentarios:

Cochinamente divino dijo...

Me decepcionó el final. Un poco, solo. El abrazo de la protagonista con el cerdo lo leí de la siguiente manera: «cuídate. Cuídate físicamente. Cuida y ensalza tus instintos más animales; porque eres un animal, pero un animal, en el fondo, imperfecto pero bonito; como un cerdo. También ellos requieren de cariño, aunque sean cerdos. Que no te sepa mal, nunca, sentirte 'cerdo', ser 'cerdo', comportarte como un 'cerdo'. Porque esta es tu única naturaleza y a la cual debes agarrarte».

Y, en conclusión: «mata a tu conciencia, a tu 'intelecto' [así ocurre en el film]. No eres más que un 'cerdo'. No busques más allá, porque más allá de tu condición no encontrarás nada; o la locura, que es un sinónimo».

Me pareció interesante la escena en la piscina donde la protagonista se sumerge y en las paredes hay pintadas en negro unas cruces en derredor. Una alegoría, quizás.

Debo decir también que no me pareció del todo convincente el papel de la protagonista. ¡Felicidades por el blog!

moi dijo...

Cada uno interpreta lo que quiere yo vi dos mundos paralelos, en uno ella queda imposibilitada para tener hijos, en el otro abraza al sustituto, el lechoncillo...una imagen un tanto repugnante...por cierto