Vi con cierto alivio que se trataba de un clásico de la ciencia ficción: 2001 una odisea del espacio..., una de mis películas favoritas que jamás me he cansado de volver a ver.
Tan pronto como aparecieron en pantalla las impresionantes secuencias del mundo prehistórico, sentí que me relajaba y no tardé en abandonarme cómodamente a la magia del filme. Estábamos ya en la parte central de la trama – con Clint Eastwood y Yul Brynner a bordo de la nave espacial, rumbo a Júpiter- cuando oí que Sophie decía a mi lado:
-Aunque el tiempo podría cambiar, por supuesto.
(…)
(seis páginas después)
... mi atención había vuelto de nuevo a la película. Clint Eatswood se comunicaba ahora con la Tierra a través de micrófono. Hablaba con su esposa y las lágrimas le resbalaban por la mejilla. Me di cuenta que nos acercábamos a la famosa secuencia en la que Yul Brynner entra en la sala y pone a prueba la rapidez en sacar el revólver de Eastwood dando una palmada ante él.
(…)
(en el siguiente capítulo)
- Pero señor Ryder (…) no se vaya aún. Debería quedarse hasta que el astronauta desmantele el HAL, al menos...
(…)
Al salir de la sala, eché una última mirada a la pantalla y vi a Clint Eastwood preparándose para desconectar el HAL, mirando atentamente su enorme destornillador.
![](https://lh3.googleusercontent.com/-TSzh7J3300g/UEMWrzxIK-I/AAAAAAAAAvI/TBgjkMfMe_8/s550/Clint%2520Eastwood%2520Space%2520Cowboys.jpg)
(Al final de la película Clint Eastwood se convierte en el Vigilante de la Tierra y, con su enorme destornillador, mantiene reaccionarios diálogos con sillas vacías)
1 comentario:
Tremendo.
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