17/6/10

Post-Bloomsday

Estoy buscando eso. Sí, eso. Prueba en todos los bolsillos. Pañue. Freeman. ¿Dónde lo he? Ah, sí. Pantalones. Patata. Monedero. ¿Dónde?
Aligera. Anda tranquilo. Un momento más. El corazón. La mano buscando el dónde lo puse encontró en el bolsillo de atrás jabón loción pasarme por tibio papel pegado. Ah el jabón ya veo, sí. La puerta.
¡A salvo!

Ulises, cap. 8



Esta mañana encontré una patata en el lavadero.
No entendemos como pudo llegar hasta allí.
Creo que Leopold Bloom, en su etílico retorno al lecho de Molly, equivocó el camino y perdió la patata en mi casa.
Es una señal.

9 comentarios:

g. dijo...

La tan famosa Spud.

Allau dijo...

Hoy me levanté más prosaico que literario y pensé que eso del Bloomsday (al menos en su version "fiesta de disfraces") no es demasiado diferente a las mascaradas medievales en nuestros pintorescos pueblos de la comarca. Joyce (como el otro) también escribe recto con renglones torcidos.

Portnoy dijo...

Te daría la razón Allau, pero la patata es real. Real spud.

Allau dijo...

Si me pongo chulo, también hay una patata "Avalanche", pero no quisiera bajar el nivel del discurso.

Portnoy dijo...

"Un catálogo de 1860 recoge 177 variedades de patatas. Hoy se reconocen 3.600 tipos de patata y 11 subespecies diferentes".
La mía (o de Bloom) era patata voladora.

Portnoy dijo...

Y respecto a lo que dices, pues claro, el Bloomsday es una fiesta intrascendente, una excusa para divertirse y beber cerveza.

Allau dijo...

La mía, la acabo de confesar. Si he de decir una verdad: no me siento cómodo en un mundo lleno de patatas.

Allau dijo...

http://allausz.blogspot.com/2010/05/i-encara-una-altra-allau.html

Adriana dijo...

Es una señal.

Y yo voy a estar leyendo Ulyses por tu culpa los proximos dos meses, palabra por palabra.