2/6/08

La Gran Llanura al norte de la Atlántida

"Era un plano de la Gran Llanura, un barrio que estaba situado al norte de la capital de la Atlántida. Había en esa zona veintinueve canales verticales y diecinueve horizontales. La Gran Llanura, por la perfecta geometría cuadriculada de sus calles y canales, le recordó a Mayol lo que originariamente ideara el arquitecto Cerdà para el Ensanche de Barcelona.
Sin poder evitarlo, Mayol empezó a asociar cierta nostalgia del Ensanche –que era donde había nacido– con la melancolía que le inspiraba el hundido continente de la Atlántida.
“Yo sí que soy de la Atlántida” me diría ese mismo día Mayol cuando nos encontramos a las seis de la tarde. Sus ojos tenían un resplandor extraño."

El viaje vertical, de Enrique Vila-Matas



(...)un día en un bar de Blanes en que Bolaño quiso saber de qué trataba “El viaje vertical”, la novela que estaba por entonces escribiendo y que yo no estaba muy seguro que debiera continuar. Era un día que no he olvidado, de un invierno muy frío y húmedo. Estábamos en un bar muy abrigados, junto al mar, tomando cafés con leche y croissants. Le conté el argumento de mi novela, le hablé de los avatares de la vida de un viejo a medio camino entre Barcelona y el continente desaparecido de la Atlántida, y me di cuenta, contándolo, que en mi libro “no sucedía nada”. Así se lo dije, apesadumbrado. Un breve silencio. Me había escuchado más atentamente de lo que creía.
“¿Pero cómo puedes decir que no sucede nada si pasan ahí ‘muchas’ cosas?”, dijo de pronto. ¿Pasaban muchas cosas? Probablemente exageraba, pero hizo que me creyera que, en efecto, había ahí muchas cosas que yo no había visto. Y hablando de cosas no vistas: de pronto Bolaño se levantó y, dejando por unos momentos el bar, fue a su cercana casa y regresó con un extraño plano de la Atlántida, un plano que yo nunca había visto y que demostraba que la geometría callejera del continente hundido era idéntica a la del centro de Barcelona. No olvidaré nunca que aquellas palabras y gestos de Bolaño me llevaron a continuar mi novela, a continuarla con un nada disimulado entusiasmo exagerado.

Lección de humildad y abismo, Enrique Vila-Matas, Turia nº 75

12 comentarios:

Toni Ros dijo...

Todo esto me huele un huevo a Zafón... ¿Vila_Matas zafoneando??? Dios nos libre!!!

Pinkerton dijo...

Vamos a ver que Vila Matas escribie mucho mejor que esto es cierto, pero de ahí a compararlo con Zafón va un largo trecho.

Saludos

Lentitud dijo...

Vila-Matas no es comparable con Zafón, por supuesto. Ahora bien, si este texto me lo dan a leer sin saber quien lo ha escrito, estoy casi seguro que creería que se trataba de una de esas novelas que nos invaden "a lo Zafón". Sabiendo que el autor es D. Enrique, ya no sé qué pensar.
Como lei por ahí no hace mucho, tengo la impresión que Vila-Matas terminará devorado por el personaje Vila-Matas que él mismo ha creado y ha dejado que los demás "engorden", no sin activa complacencia por su parte, y que desde muchos otros medios, digitales o no, alimentan hasta la saciedad.

Portnoy dijo...

Teniendo en cuenta que El viaje vertical es del año 1999... ¿no será al contrario?
De todas formas lo importante es el mapa
Un saludo

Lentitud dijo...

En ese caso es todavía más preocupante.
Caramba, se trata del mapa.
Un saludo.

subal dijo...

Joder, los cuchillos...

walter loeff dijo...

El mapa es importante, pero no menos importantes son los abrigos y los croissants y los cafés con leche. Y una cafetería en Blanes-Lisboa, Lisboa-Blanes.
Una buena entrada, leeré Quimera con detenimiento.

Anónimo dijo...

cómo? Acaso la Atlántida y los mapas son exclusivos de Zafón o de cualquier otro? Vamos, es uno de los V-M, hay muchos más (por suerte)...

Unknown dijo...
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Portnoy dijo...

Repito, lo relevante es el mapa y la historia del mapa. Y por encima de toda elucubración sobre el origen de los temas y la sucesión cronológica (quién fue el primero y cosas así... recordemos que el primero fue Platón) está, de nuevo, la cuestión del mapa:
¿De dónde sale tan peculiar concepción de la Gran Llanura, quién es el autor del mapa, de dónde lo saco Bolaño?
Vamos señores, no nos quedemos en la superficie.
:-)
Un saludo y muchas gracias por vuestros comentarios.

Борис Савинков dijo...

La proporción que hay en un rectángulo de 19 x 29 se coresponde al llamado número aúreo. Quizás esto de una pista. Sobre todo si pensamos que el primero fue Platón y no Zafón (carai, un pareado naif.Aunque fue Euclides el primero que lo estudió. Por otra parte, el llamado cuadrado largo, preside los templos masónicos. Ildefonso Cerdà es conocido que era masón. ¿Es casual?

A ver si será que zafoneo esta mañana ;-)

Portnoy dijo...

Nohabía caído en lo del número aúreo... gracias por el comentario, Jaume
:-)