30/6/06

Javier Marías, letra R

¡Enhorabuena!

No dejéis de pasar por El Bosque para ver información sobre la elección de Marías como académico de la R. A. E., ni por el blog de Javier Marías ni por La senda de los libros

17 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una buena noticia, para los lectores de JM, el que haya aceptado entrar en la RAE; se necesitan personas como él, que dominan la lengua española pero se atreven a innovar, a flexibilizar el uso normativo de la gramática y la puntuación. Como dice JM, “un escritor está para violentar la lengua y hacer que existan en ella cosas que no existían antes” (a ver si lo entienden algunos “críticos” que acusan a JM de no conocer el idioma en el que escribe). Si alguno no habéis leído a este gran escritor, leedlo, no os arrepentiréis.

En mi país, también fue un escritor el último que entró en la RAG, Darío Xohán Cabana, otro autor que os recomiendo.

En “La senda de los libros”, Jacobo Deza escribió un interesante comentario sobre Javier Marías.

Un saludo.

Portnoy dijo...

Pongo un enlace a La senda...
... y confieso que fue Fuca quien me avisó del nombramiento de Marías... siempre estoy en la higuera.
Un saludo, Fuca.
:)

Martín Palma Melena dijo...

Gracias por el dato

Anónimo dijo...

Acerca de Marías y la Gramática, yo echo en falta que alguien se decida, como leí el otro día en un periódico (¿El país?¿Mendoza?) a estudiar el tema en serio. Concretamente, su empleo de las comas, que tanto crispa a sus críticos. Y es que Marías puede haber inventado (es arriesgado decir que nadie haya inventado nada, a estas alturas) un uso diferente. A saber, Marías emplea las comas igual que su maestro, Lawrence Sterne, empleaba los guiones: como un modo de introducir una pausa en el discurso. Es una de sus marcas, como lo es en otro sentido la digresión. La digresión es uno de los pilares de la obra de Marías (como lo era de la de Sterne), y su estructura sólo se entiende a la luz de aquélla y de ese ritmo personal y diferente que imprime a su discurso. Digo todo esto porque para entender ciertas cosas que se han escrito sobre Marías en los últimos días, hay que leer su obra con el mono de faena calzado y el bisturí en la mano, como recomendaba Cortázar emprender estas tareas. Así nos evitamos impresiones erróneas o estupideces como las de quienes despachan el tema con un miope "Marías no sabe escibir".

Enhorabuena a los premiados.

Portnoy dijo...

Yo me pararía a estudiar el tema en serio si en algún momento de la lectura de las obras de Marías hubiese tenido problemas para entender su discurso por una defectuoso puntuación. Pero no es así. Marías es perfectamente inteligible y claro en su prosa y su empleo de la puntuación, que al parecer no es demasiado ortodoxa, no dificulta la lectura... yo creo que los que tanto critican a Marías, a parte de cobrar por hacerlo, tienen un grave problema como lectores, lectores-pasivos como diría Cortázar después de subsanado su resbalón politicamente incorrecto de los lectores-hembras.
No tengo tiempo para tal análisis, pero tampoco necesito ese análisis (de hecho, mis críticas a Marías simepre han ido por otros derroteros, por la prolijidad repetitiva de sus digresiones... objeciones narrativas más que gramáticas)
Un saludo Sett, siento haber interrumpido tus vacaciones ;)

Anónimo dijo...

Gracias a tí, Portnoy.

Sí, Anónimo, es correcto aunque resulta excesivamente enfático, pero no es lo mismo decir que en la Academia hay pocas mujeres, lo cual simplemente enuncia un hecho, que, que hay demasiadas pocas mujeres, lo cual lleva implícita una condena a ese hecho. Lo que pasa es que habría multitud de formas de expresarlo más fáciles y que sonaran mejor, pero Marías tiene un lenguaje aprendido de eruditos de mediados del siglo pasado, que mantiene a rajatabla y hace muy bien, pero llega a parecer incorrecto por el desuso de sus expresiones. A mí me divierte. Es como oír hablar a mi abuelo. Está bien que alguien conserve, sin pudor, ese estilo, que mezcla con desparpajo con expresiones modernas e incluso pijas como "Me pone de los nervios". Tiene una conversación anacrónica y divertida. Creo que lo fomenta.

Anónimo dijo...

Perdón, pero no había leído la respuesta de Sett. Esa forma de puntuar es de Lawrence Sterne y, de nuevo, de su padre y su madre. Antes se hacía así y si tenéis ediciones antiguas, sin "corregir", de Baroja o de Unamuno, veréis esa misma forma de utilizar las comas y la disgresión es igual. Es como de viejecito. A mí es que me encanta la disgresión en la literatura y en todas las artes. Es como asistir al pensamiento del creador... No sé, en fin, me gusta.

Anónimo dijo...

Agggg. Veo que es que me he confundido y he respondido aquí a comentarios de este comentario y del posterior. Mil perdones.

Portnoy dijo...

No te preocupes Ana... la culpa es de nuestro trasnochado y anárquico Ashenbach, que aún está trastornado de su viaje a Italia.
:-)
Gracias por tus puntualizaciones

Anónimo dijo...

Trasnochado, anárquico y trastornado, sí, todo lo que quieras. E incluso dipsómano y zangolotino, pero yo he dejado mi mensaje donde quería, cabía y debía. Lo que pasa es que los comentarios ajenos siempre parecen estar fuera de lugar en los blogs, un poco como esas maletas que dejan los turistas que se marchan en la recepción de los hoteles baratos, mientras llega la hora de tomar el tren. (Frecuento hoteles de tercera, pobreza obliga.) En los foros no pasaba esto. O tempora...

Portnoy dijo...

Discrepo, Sett.
De acuerdo, me he pasado un poco con los calificativos. Pero eso no tiene nada que ver con os comentarios. No creo que los comentarios estén fuera de lugar en un blog, y mucho menos los tuyos. Si no fuera por los comentarios esto estaría cerrado hace mucho tiempo.
Y cierto, en los foros no pasaba esto, pasaban otras cosas, algunas incluso peores... pero seguimos adelante, amigo, seguimos adelante.
Un saludo

Anónimo dijo...

El comentario que estaba fuera de lugar era el mío; la que se ha equivocado, he sido yo. Incluso la que está fuera de lugar soy yo.

Portnoy dijo...

Joder, Ana... que no hay ningún comentario fuera de lugar... tampoco los tuyos, ni tu, por supuesto.
No me gustan este tipo de malentendidos a causa de una broma intrascendente.
un saludo

Anónimo dijo...

A ver, que no, que ya se que era una broma, pero que, en realidad (insisto), la que se ha equivocado al contestar, he sido yo y tú, caballeroso, le has echado la culpa al veneciano que, claro, proteta.

Lo de que yo esté aquí fuera de lugar es aparte y nada tiene que ver. He hecho mal en decirlo justo en este momento.

Venga, ea, pelillos a la mar, que estamos todos muy contentos con lo de Marías y prometo tener más cuidado en dónde pongo mis respuestas. Es la juventud alocada que me invade.

Anónimo dijo...

Quise escribir protesta.

Anónimo dijo...

Proteta hasta la muerte, querida Anacrusa. Verde vejez obliga ;-)

Anónimo dijo...

:-) :-)