1/5/06

John Irving y la improbabilidad

John Irving, nacido en 1942, ha conseguido mantener un extraño estilo literario que le sitúa en la franja que limita lo comercial con lo literario, de forma que sus obras gozan de ese doble baremo que (sin ninguna lógica) parecen oponerse.
Si apuntamos que el autor que más ha influido conscientemente en la obra de Irving es, según sus propias declaraciones, Charles Dickens, seguramente aclaramos el enigma de la calificación de sus novelas: comerciales o literarias, populares o selectas... en el caso de Irving estas distinciones son irrelevantes (y deberían serlo en todos los casos pero parece que estamos obligados a clasificar, a juzgar según unos criterios elitistas)
En su artículo sobre Dickens, El rey de la novela, Irving destaca tres aspectos fundamentales de la narrativa del escritor inglés:

Lo que menos teme es el sentimentalismo... de la cólera, de la pasión, de revelarse psicológicamente (...) En la actual fase posmodernista en que se alaba el oficio de escribir, lo sutil y lo exquisito, es posible que hayamos refinado tanto la novela que la hayamos dejado sin corazón

Otro aspecto extraordinario de Dickens s que jamás escribe de una manera vana, quiero decir que jamás trata de ser original. (...) Podía escribir muy bien cuando quería, pero nunca tenia tan poco que decir que se parase a considerar la belleza del lenguaje

¿Pero qué decir de los argumentos?, preguntan sus críticos. ¿No son inverosímiles?
A esto hay que contestar con resolución que los argumentos son siempre “inverosímiles”.


Estas tres observaciones sobre la narrativa de Dickens puede extrapolarse a la de Irving, con una pequeña variante. Yo diría que más que inverosímiles, todos lo son, los argumentos de Irving tienden a buscar el aspecto improbable, con lo que intento decir es que, comparándolos con los de Dickens, los argumentos de Irving están más lejos de la realidad, más lejos de la plasmación crítica de la sociedad.
De todas formas en una posterior entrevista concedida a "Writer's Yearbook", Irving responde a qué es para él el “corazón de la novela”:


R- Con eso de la "actual fase posmodernista..." quería decir que el corazón de la novela es aquello que nos llevan a sentirnos en la piel de los personajes. Con el tiempo olvidamos las implicaciones de las mejores historias, lo más atractivo y complejo de las novelas incluso. Pero no olvidamos los efectos que nos causaron unos personajes poderosos, tan o más verdaderos que los reales. No recuerdo la intriga de "Grandes expectativas" si no vuelvo a leerla cada cierto tiempo, pero el impacto emocional de Magwich sobre Pip es inolvidable, lo mismo que el de Miss Havisham, y el de Estella. No puedo recordar la intriga de "The Cider House Rules" o de "Una oración por Owen". Creo en cambio que el efecto emocional de la relación entre Homer Wells y el Dr. Larch es duradero. Lo mismo que la amistad profunda entre Owen Meany y Johnny Wheelwright.
El impacto emocional de los grandes personajes sobre el lector: ése es el corazón de la novela. (...) El efecto puro y simple que producen los personajes sobre el lector: he ahí el corazón de una novela. Eso es lo que me lleva a releer ciertas novelas una y otra vez.



Impacto emocional antes que intelectual a través de situaciones improbables serían entonces las características de la narrativa de este escritor neo-decimonónico que divide a la crítica y que goza del favor del público. Sus novelas obedecen a una estructura lineal en la que hechos y personajes son explicados exhaustivamente de forma que el elemento improbable (un avión que se estrella contra una casa, por ejemplo) queda completamente justificado y pasa a constituir algo equivalente a lo que en Dickens supone el destino. Algo similar a lo que ocurre en las novelas de Paul Auster con el azar. Pero en Auster la referencia histórica que le inspira es el Quijote y sus efectos metaliterarios, mientras que Irving, sin entrar en comparaciones entre Cervantes y Dickens, sus referentes se adentran en los terrenos de la crítica social y también en el del folletín.
Si hay algo que se le puede reprochar a Dickens en sus novelas es que todos sus personajes surgen y finalmente encuentran cobijo en la clase media, mientras que sus penurias ocurren mientras se encuentran, injustamente desclasados, en los abismos de la sociedad. Algo de eso ocurre en las novelas de Irving, no tanto el desclasamiento de los personajes, sino su pertenencia a una clase media acomodada, de cierto nivel intelectual, que en cierta manera apela a un tipo específico de lector que goza de esas mismas condiciones. Los personajes de Irving no luchan contra un destino injusto y despiadado, como les ocurre, de una manera entre cómica y melodramática a los de Dickens, en todo caso son el vórtice de una serie encadenada de improbabilidades que atraen a muchos otros personajes tan extremos como improbables.
En todo caso esas improbabilidades, esas extravagancias, individualizan a los personajes, permitiendo que el lector se reconozca en esa originalidad como persona única.
Tal vez ese sea el gran mérito de Irving hacer que el lector sienta que la vida, la realidad es una serie de sucesos maravillosos e impredecibles:

Pero él estaba seguro de que quería una nueva mano, y había comprendido a la perfección todo aquello que, en el aspecto médico, podía salir mal cuando le hicieran el trasplante. Y lo que no lograba entender explicaba por qué hasta entonces nunca le hubiera tentado experimentar; carecía de imaginación para concebir la inquietante idea de que la nueva mano no sería del todo suya. Al fin y al cabo, de entrada había sido la mano de otra persona.

(La cuarta mano; Traducción de Jordi Fibla)

En general, eran los enanos quienes le hacían volver..., volver al circo y volver a la India. El médico estaba familiarizado con la sensación de marcharse de Bombay "por última vez"; casi siempre que se iba de la India juraba que jamás regresaría. Luego pasaban los años -habitualmente no más de cuatro o cinco - y una vez más emprendía el largo vuelo desde Toronto. El motivo no tenía nada que ver con que hubiese nacido en Bombay, o al menos eso era lo que él afirmaba. Sus padres habían muerto, su hermana vivía en Londres, su hermano, en Zurich. Su mujer era austriaca, las hijas y los nietos vivían en Inglaterra y Canadá; ninguno de ellos deseaba residir en la India -rara vez visitaban el país- y ninguno había nacido allá. Pero el médico estaba condenado a volver a Bombay; volvía una y otra vez, si no para siempre, al menos mientras hubiese enanos en el circo.

(Un hijo del circo; Traducción de Iris Menéndez)


Se acaba de publicar la traducción de la última novela de Irving, Hasta que te encuentre.
En Babelia apareció UN NARRADOR EXCÉNTRICO; Entrevista con John Irving junto a la crítica de la novela por José María Guelbenzu



Bibliografía:

Novelas:

Setting Free The Bears - Libertad para los osos, 1968
The Water-Method Man - La epopeya del bebedor de agua, 1972
The 158-Pound Marriage - Dobles parejas, 1974
The World According To Garp - El mundo según Garp, 1978
The Hotel New Hampshire - El hotel New Hapshire, 1981
The Cider House Rules - Principes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra, 1985
A Prayer For Owen Meany- Oración por Owen, 1989
A Son Of The Circus - Un hijo del circo, 1994
A Widow For One Year - Una mujer difícil, 1998
The four hand - La cuarta mano, 2001
Until I Find You - Hasta que te encuentre, 2006

Ensayos, artículos, no-ficción:

My movie business - Mis líos con el cine, 1996
The Imaginary Girlfriend - La novia imaginaria, 1996 [Trying To Save Piggy Sneed (Hay que salvar a Piggy Sneed), The Imaginary Girlfriend (La novia imaginaria), My Dinner at The White House (Mi cena en la Casa Blanca), Interior Space (El espacio interior), Brennbar's Rant (El desvario de Brennbar), The Pension Grillparzer (La Pension Grillparzer), Other People's Dreams (Sueños ajenos), Weary Kingdom (E1 reino cansado), Almost In Iowa (Casi en Iowa), King of the Novel (E1 rey de la novela), Introduction to the Christmas Carol (Introducción a Canción de Navidad), Gunther Grass: King of the Toy Merchants (Gunter Grass, el rey de los comerciantes de juguetes)]




17 comentarios:

hera dijo...

No he leído a Irving, tengo una novela en la biblioteca y suelo pasarla por alto, quizás por eso prejuicio de considerarlo un escritor "for sale", en tood caso tus observaciones sobre el paralelo que hace con Dickens, me hará leerlo.
De cual2quier manera Dickens es básicmente un representante de la novela inglesa diríamos naturalista, es cierto que lo recordamos son los afectos no las situaciones.
Como en la vida real ¿no?

G. G. V. dijo...

Con "Una mujer difícil" (sobre todo con la primera parte de la novela, la misma primera parte en la que se ha basado la película con Jeff Bridges y Kim Basinger) descubrí a John Irving hace varios años. Después me remonté hacia atrás hasta "Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra" y "El mundo según Garp". Son historias de personajes, en las que la narrativa está al servicio de sus vivencias. Hay cierta extravagancia siempre en algunos de sus acontecimientos, pero en la segunda lectura nos habituamos a que esa cierta extravagancia se naturalice: de ningún modo son un reflejo deformado de la realidad; más bien, deja que en sus libros se filtre algo del surrealismo cotidiano en el que nos abrimos paso.
De Irving podemos leer ya en español "Hasta que te encuentre". Que se publiquen todavía 'novelones', que no se perdiesen después de Dickens, Dumas o Tolstói, y que sean 'novelones' a la medida de nuestra época, es motivo para compartir con vosotros la satisfacción.

El Miope Muñoz dijo...

A mi siempre me ha intrigado Irving y ahora que señala sus paralelismos con Dickens siento algo más curiosidad por él, aunque admito que esa intriga tampoco había sido tan fuerte como para leer algo de él.

¡Un saludo!

Anónimo dijo...

Tampoco he leído a Irving, pero definitivamente la más reciente (Hasta que te encuentre), la quiero leer porque me llama mucho la atención la historia.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Me gusta mucho Dickens, también Alphonse Daudet. Creo que la novela cíiclicamente vuelve para eso: para contarnos historias y para acercarnos a los personajes. De Irving he leído "Príncipes de Maine...", pero, comos siempre, tu lectura es una incitación a leer más. Un abrazo.

Portnoy dijo...

Gracias por vuestros comentarios, Hera, Guillermo, Alvy, Jacinta, Gabriela.

Tengo que deciros que en cierta manera me desconcierta que mis dudas en torno a Irving se hayan plasmado como una invitación a leerlo. Pero no me arrepiento. Es un autor recomendable... es cierto, no es Joyce, pero es mucho mejor que muchos pretenciosos que pretenden heredar el cetro del irlandés.

Ah, si queréis iniciaros en la narrativa de Irving, recomiendo hacerlo por El mundo según Garp o El hotel de New Hampshire (me parecen sus mejores novelas) sobre todo, teniendo muy en cuenta, que la última novela de Irving está en las librerías a un precio desorbitado... 30 €
Un saludo

El Miope Muñoz dijo...

Curiosamente fue "El hotel de New Hampshire" la que más me llamaba la atención con diferencia. Gracias por el consejo Portnoy, espero localizarla.

¡Un saludo!

debolsillo dijo...

He leído "Una mujer difícil","Príncipes...","El hotel de New Hampshire" . Me encanta Irving aunque no lo haya leído todo.
Anécdota: aún recuerdo la cara de susto del amigo que me regaló "Una mujer difícil", cuando lo miré completamente seria y le pregunté:
-¿Es una indirecta?
El pobre se puso pálido. Hasta que le aclaré que estaba bromeando y le di las gracias por el libro.

Anónimo dijo...

He seguido a John Irving a lo largo de su obra y me congratula encontrarlo en "El lamento...". Literatura como la de este autor la considero necesaria y saludable en el actual panoráma literario. Como bien se dice más arriba, re/encontrarse "novelones" de la calidad de Irving es motivo para compartir la satisfacción.

Aprovecho para dejar constancia de mi regular paseo por esta página que considero excelente. Enhorabuena.

Un saludo.

Anónimo dijo...

No he leído nada de John Irving. Es de esos autores que están en lista de espera pero que nunca encuentran su turno. Después de leer el blog y la crítica de Guelbenzu, deberá seguir esperando. Me ha generado más dudas que entusiasmo.
Magnífico blog. Un saludo.
Valdecuélabre.

Anónimo dijo...

Si me permites, Portnoy... El comentario del "usuario anónimo", parece equilibrar el interés ¿desmedido? por querer leer a Irving a partir de las razonables e interesantes dudas de tu mensaje.

Sobre la crítica de José María Guelbenzu del último libro del autor norteamericano, sólo decir que el oficio de crítico literario debe ser muy duro cuando entre sus obligaciones se encuentra el tener que leer y hacer luego una reseña de un tomazo de mil páginas sin que te guste la literatura que contienen, aunque para elaborar dicha gacetilla haga falta proveerse de tan ramplones argumentos sobre la "historia" que se cuenta, por otra parte, muy propio del "género" crítico y literario al que pertenece.

Irving, desde luego no es Joyce, ni evidentemente lo pretende. Pero su literatura tiene, para mí, lo que otros ven como la constatación de la carencia de "algo más", y yo, lo considero, en el panoráma literario actual un estimulante acierto: se aprecia en ella el rudo esfuerzo de escribir.

Un saludo.

Portnoy dijo...

No, desde luego que Irving no es Joyce. Tampoco se trata de que pretenda serlo. Si tuviese que destacar cualidades en Irving seguramente serían sinceridad y entusiasmo. Sus novelas no pretenden engañar a nadie ni el lector debe buscar más que lo que hay en ellas, un verdadero entusiasmo por escribir y contactar con el lector.
Si algo admiro en Irving es esa alegría sin complejos.
Después está el tema de nuestras exigencias como lectores: si las tenemos excesivamente altas o simplemente buscamos un divertimento sin más, seguramente Irving nos decepcionará, por defecto o por exceso.
Es decir, no despertará grandes pasiones literarias, ni saciará al lector muy exigente, pero es un gran estímulo narrativo... está en esa franja, ambigua pero necesaria, que separa lo comercial de lo (... en fin, ya estamos de nuevo con las palabrejas imprecisas) literario.
Gracias por vuestros comentarios, por la duda de Valdecuélabre, por la precisión y la recomendación de Lentitud, y a Alvy... a, "debolsillo" el título original de Una mujer dificil era "Un año viuda"... tu suspicacia era más que comprensible.
Un saludo

Anónimo dijo...

Casualmente me estoy leyendo el último libro de Irving, Hasta que te encuentre, y no me atrevo a aventurame en una crítica ni a comentar la impresión que tengo de estw ahora, demasiado pronto. Coincido contigo portnoy al recomendar, El mundo según Garp, que fue la primera novela de Irving que llegó a mis manos y a la que tengo un cariño especial (les cogí mucho afecto a gran parte de los personajes).

un blog muy interesante, saludos :D

Portnoy dijo...

Saludos a tí, Traç man/Silent Bob, y gracias por tu comentario... ya nos contarás que te ha parecido hasta que te encuentre.
Saludos

Nacho Betancourt dijo...

He leido los comentarios y la entrad;
yo encuentro mucho parecido entre Garp y Jack Burns (protagonista de HASTA QUE TE ENCUENTRE) los personajes de John Irving me han encantado. Las obras de Garp, los recuerdos de Jack Burns,
me encanta John Irving

Anónimo dijo...

María
En "Una mujer difícil", el narrador explica cómo Allan Albright había mantenido discusiones muy ásperas por la custodia de los hijos con su exesposa. (pág. 563 en la edición de bolsillo de TusQuets). Después se casa con Ruth, la protagonista, y muere. En el funeral se presenta la exesposa, de quien se dice que quizá lamente la decisión de no tener hijos (pág. 633).
Bueno, entiendo que son 744 páginas, pero, por favor, también son unas cuantas horas de mi tiempo. Evidentemente, hay otros aspectos del estilo y trabajo literarios que no me han agradado; sin embargo, esta falta de seriedad me disuade de continuar leyendo a este autor.
Saludos.

Anónimo dijo...

Sin duda que lo de Irving es muy buena Literatura Norteamericana.- Me intriga que se lo compare con Dickens, un escritor inglés memorable, aunque no lo asocio para nada con Irving.- Aunque el lo admira, claro, y los críticos (será por eso?)nos quieren convencer de su analogía.- Un gran saludo