10/8/12

Libertad, de Jonathan Franzen (II)

Apreciado señor Franzen:
No entiendo como una persona capaz de afirmar sobre sí mismo "I feel like I'm solidly in the high art literary tradition" es capaz de firmar después una novela tan anodina como Freedom.

Atentamente

PS: Es cierto que después usted dijo que había sido un error emplear la palabra "high", pero que lo hiciese, así como muchas otras de sus afirmaciones, dicen bastante sobre usted.
Volveremos sobre el tema.

5 comentarios:

Lansky dijo...

Parece un deporte casi ya con arraigo entre los 'letraheridos' disparar contra el pobre Jonathan (en cuyo honor, es un supones que tantos niños de las provincias dels ur y barrios periféricos son bautizados hoy por hoy en Españistán).

Lo cierto es que es un señor que escribe novelas muy correctas con un estilo muy clásicamente convencional, pero no malas, en mi opinión. Otro asunto es que entre paladares de tanto nivel se esté dispuesto a perder tantas horas en leer tochos, insisto, algo convencionales (pero correctos por no decir 'buenos', insisto)

Fdº El lector inocente de Franzen, Jonathan para los niños

MARCO A. TORRES dijo...

Una calle de New York, de día. Dos parejas pasean: Ike (Woody Allen), guionista de televisión y Tracey (Mariel Hemingway), su novia adolescente; Yale (Michel Murphy), amigo de Ike, y su nueva amiga Mary (Diane Keaton).
YALE: (a Ike) ¿Quieres ir a ver la exposición de Sol LeWitts?
IKE: Claro, será divertido. (a Tracey) ¿Tú también quieres ver la exposición de Sol LeWitts?
MARY: Pronto va a exponer en el Museo de Arte Moderno, ¿sabes? Yo tenía, bueno, yo tenía que escribir un artículo sobre Sol para Insights. ¿Conocéis esa revista? Es una de esas revistas minoritarias. Quiero decir que (riéndose) son tan imbéciles los que las hacen. Se han estancado en el radicalismo de los años treinta. [...]
YALE: (a Ike) A mí me parece que LeWitts está sobrevalorado. Podría ser candidato a nuestra pequeña academia.
MARY: ¿De verdad? (riéndose) Ah, es cierto, nosotros...
YALE: Mary y yo hemos inventado la, mmm, la Academia de los Supervalorados...
MARY: Sí, eso es.
YALE: ...donde hacemos ingresar a celebridades como...
MARY: Gente como, mmm...
YALE: (riéndose) Gustav Mahler.
MARY: Isak Dinesen, Carl Jung,...
YALE: ...Scott Fitzgerald y, mmm... (riéndose)
MARY: Lenny Bruce. No podemos olvidar a Lenny Bruce, no?
YALE: (riéndose) Lenny Bruce.
MARY: ¿Y qué me dices de Norman Mailer, y Walt Whitman, y...?
IKE: Pues a mí me parecen estupendos todos esos que habéis mencionado.
MARY: ¿Qué? ¿Cómo?
YALE: (a Mary) ¿Cuál era aquel otro tuyo? Incluiste a uno tremendo la semana pasada.
MARY: No, no, fuiste tú. Era Heinrich Böll, ¿no?
YALE: ¡Dios mío!
IKE: ¿Otro supervalorado?
YALE: Pues entonces habrá que hacerle un hueco a Heinrich.
IKE: Eh, ¿qué pasa con Mozart? No podéis dejar de lado a Mozart, ahora que estáis en plena masacre.
MARY: Oh, ¿y qué tal Van Gogh... o Ingmar Bergman?
IKE: ¿Van Gogh? (a Tracey) ¿Ha dicho Van Gogh?
MARY: ¿Y qué me decís de Ingmar Bergman?
IKE: ¿Bergman? Bergman es el único genio del cine actual, creo [...]
Woody Allen
Manhattan
1979

Portnoy dijo...

Lansky, estoy de acuerdo con la descripción que das de las novelas de Franzen. Las correcciones me pareció tan impactante a mi pesar, como trivial me está pareciendo Libertad.
Hay una especie de deporte que pronto será olímpico que me gusta practicar, el tiro al Franzen.
Solo espero que entendáis que estas postales de verano son un divertimento.
Marco... ¿Franzen es el Bergman de la literatura según tu comentario?
Gracias por comentar

MARCO A. TORRES dijo...

No, Portnoy, claro que no pretendía decir eso (ni mucho menos). Bergman es un genio (del cine, de la cultura...) y Franzen me parece un buen escritor al que está de moda vapulear. Creo que a veces (seguramente yo el primero) tomamos la actitud de Yale y Mary en el diálogo de Allen. Pero, ojo, sólo es cine...sólo es literatura... Me gustan tus postales de verano, Portnoy, y creo que es bueno poner un poco de sentido del humor en todos los asuntos de la vida. Abrazos!

Anónimo dijo...

La novela Libertad, de Jonathan Franzen es una obra magnífica, una excelente narración, llena de reflexiones y un excelente espejo de cierto mundo de nuestro tiempo (no evidentemente el de aquí, ahora, ahora mismo, televisivo y mediatizado en el que muchos se mueven). Sólo un espiritú crítico arrogante y egotista, impresionable por lo "nuevo" y sin verdadera tradición de lectura puede ver en esta obra otra cosa.